—Carajo. JODER —exclamo saltando hacia atrás. Separo un poco el top de mi pecho porque algunos hielos fríos y curiosos se colaron dentro casi congelando mis bubies.
Levanto la cabeza para disculparme con la persona que choque porque es mas que obvio que fue culpa mía por andar de distraída viendo todo.
Todavia con el top agarrado en mis manos levanto la mirada hacia la persona frente a mi para pedirle disculpas.
Siento que me congelo cuando me topo con el sexy chico frente a mi; es alto y musculoso, pero no tanto como esos chicos que ve mamá en la revistas. Esta vestido completamente de negro y debo admitir que le sienta perfecto con su pálida piel.
Siento que me congeló y lleguo a la gloria cuando me topo directamente con sus ojos, son hermosos, son azules, pero un azul intenso y que hace que te congeles con solo verlo, son grandotes así como los de los animes.
Limpiate la baba, Liliana.
—Fijate por donde caminas, niña —habla con una voz tan ronca que hace que me derrita como helado al sol.
Oh por dios, estas loca definitivamente.
—Lo siento mucho —hablo nerviosa y como no estarlo si el chico no deja de verme con esos ojazos roba alma que se trae. Siento que con cada mirada seria que me da con esos ojazos ve hasta mis mas oscuros secretos.
—Lo que sea —se agacha y recoje la bandeja del piso poniéndola debajo de su brazo que me fijo tiene algunos tatuajes pero no distingo bien de que —para la próxima fíjese por donde camina.
Dios mio pero que grosero es.
La culpa también es de el porque si hubiese estado atento a donde iba no hubiésemos chocado en ningún momento y nada de esto hubiese ocurrido.
—Que grosero, ya te dije que lo siento —digo lo suficiente alto como para que me escuche aun estando a unos cuantos pasos de mi.
—Enana de mierda —gruñe alejándose de mi.
Abro mi boca indignada y clavo mi mirada en el queriendo arrancarle la cabeza por idiota. Como se atreve si quiera a llamarme así.
Estoy por insultarlo en quinientos idiomas diferentes pero sigue su camino hasta desaparecer por una puerta detrás del mostrador.
—Maldito idiota —gruño en español con furia. Vine aquí a relajarme un poco y termine enojada y con ganas de matar al idiota ese.
Camino en grandes zancadas hasta pararme frente al mostrador se encuentra una chica parada atendiendo a una rubia que al verme llegar me mira con desagrado y mi top manchado con asco.
Maldigo una vez mas al imbecil ese por no haber mirado bien y haber tirado la malteada encima mio, por su culpa ahora parezco un asco, una indigente.
—Buen provecho Megan. No te olvides que hoy es la fiesta en casa de Cristian...
Comienza a decirle unas cuantas cosas mas y yo miro para otro lado porque la conversación no es mia aunque no niego que mientras estoy "analizando" la comida frente a mi tengo la oreja abierta para escuchar lo que dicen.
Eres una chismosa.
No soy chismosa solo obtengo información de la vida ajena porque es bueno saber cosas. Quien sabe de lo que me pueda servir en un futuro.
La chica rubia se da la vuelta y camina hacia la puerta, yo la sigo con la mirada. Es muy bonita, parece una modelo. Es la típica chica por la que todos los chicos babean en las fiestas y me he dado cuenta que aquí en Roma hay muchas chicas de esas.
ESTÁS LEYENDO
Te quiero idiota (Borrador)
Short Story"Todo fue tan espontáneo, tan natural, que ha ninguno de los dos nos pareció raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miraramos a los ojos como dos tontos." _Mario Benedetti