25. Abre los ojos que todavia no termino contigo

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Nota: Este capítulo contiene escenas +18, así que si no te gustan estas cosas te recomiendo saltarte esta parte y volar hasta el final del capítulo.
También pido disculpa por cualquier error que pueda tener el capítulo.

Gracias por leer.

🪐

Dejo que Caleb haga lo que quiera conmigo, dejo que guíe el beso a su manera, mientras yo continuo meneando mis caderas sobre el. Siento su gran erección presionar contra mi centro poniéndome a gemir en su boca, es una sensación tan deliciosa, sentir sus labios en mi cuello y sus manos en todo mi cuerpo me hace sentir viva, me hace sentir hermosa y tan sexy.

—Vas a ser mi muerte, Liliana —me muerde el labio inferior y luego lo chupa calmando el ardor —juro que así sera.

—Eso me gusta —tarareo. Hecho la cabeza hacia atrás dejando que sus labios se deslizen por mi cuello. Muerde, chupa y besa con tanto deseo, mi centro duele aclamando su atención. Estoy desesperada por su toque porque una vez que probé a este hombre no hubo vuelta atrás, me volví adicta a el y a sus caricias, mi cuerpo anhela cada uno de los toques de Caleb.

Lo agarro por el cuello, entierro mis manos en su cabello y tiro de este con fuerza, sus manos van a parar a mis caderas las cuales agarra con la fuerza suficiente como para que mañana amanezca con las marcas de sus grandes manos sobre mi piel, pero no me importa, en vez de importarme creo que me exita aun mas.

Regresa su atención a mis labios hinchados por sus besos, lleva el beso a otro extremo cuando adentra su lengua en mi boca y me besa desesperado, me besa como si necesitara esto para vivir, como si mis labios fueran un antídoto, el aire se me va con, pero no dejo de besarlo.

Es tan bueno en esto, deberían de darle un premio por ser el mejor besador que existe.

Besar a Caleb se convirtió en una adicción, sus labios se convirtieron en mi dulce favorito y no veo forma de dejarlo ir.

Chupa mi labio inferior, besa mis labios como todo un poseso, suelto un gemido cuando adentra su mano por debajo de mi falda y toda mi entrepierna. Comienzo a moverme contra su mano buscando mas fricción, buscando como calmar todo el fuego que siento, una oleada de calor recorre todo mi cuerpo, incendiando cada fibra de este, mi mente se nubla y soy incapaz de pensar coherentemente.

—Te quiero —murmuro entre besos, su mano no deja de moverse entre mis piernas, suelto un suspiro que queda atrapado en su boca, las sensaciones son deliciosas y me encantan.

Sin dejar ir sus labios agarro el borde de su camiseta y la levanto, separo mis labios de los de el y paso la prenda de ropa fuera de su cuerpo dejando su pecho firme a la vista.

Pongo mi manos sobre este agarrandome de el mientras el continúa su toqueteo entre mis piernas. Decide cambiar de rumbo y lleva sus manos esta vez a mis pechos, mis pesones sobresalen por encima de mi franela. Hoy no caigo bra así que cuando adentra sus manos por debajo de la prenda el toque con mis senos es directo.

—Mierda —su respiración se acelera —¿por qué no traes un jodido brasier? —agarra mis pezones entre sus dedos y da unos descarados apretones sobre ellos —joder, mierda.

Sube mi franela dejando mis pechos a la vista, se estira un poco y se prende de ellos como si fuera un bebé. Mi cuerpo tiembla de puro placer, mi respiración es un desastre y no puedo detener los gemidos que escapan de mi boca.

Te quiero idiota (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora