14. Dulces sueños, preciosa.

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Entro a mi casa cerrando la puerta detrás de mi. Todo se encuentra en completo silencio, literalmente no se escucha ni el sonido de un mosquito rondando por aqui.

Arrastrando los pies de la manera mas peresoza posible me acerco al sofa frente a la televisión y me tiro sobre el con todo y mochila en la espalda.

—Papá, ya llegue —recuesto mi cabeza contra el respaldo del mueble cerrando los ojos en el proceso. Me duele horrible la cabeza y tengo mucho sueño —¿Dónde estas?.

Raro sería que no tuvieras sueño algun dia.

Al cabo de unos minutos de no obtener respuesta me levanto del mueble y entro a la cocina a ver si esta en el jardín regando las platas, pero cuando asomo la cabeza no lo veo por ningún lado.

Subo a su habitación, pero tampoco lo encuentro ahi dentro, de seguro anda comprando algo o quizás salio a dar una vuelta y no me aviso. No es como si tuviera que avisarme de todos sus movimientos, me gustaría, pero no es asi.

Entro a mi habitación y me despojo de la mochila dejándola encima del sillón frente a la ventana. Me tiro en la cama boca abajo enterrando mi cabeza entre las almohadas buscando algun alivio para el dolor de cabeza que traigo montado.

Me quedo un buen rato tirada sobre la cama, perdida en mis pensamientos y ni les digo sobre quien porque eso ya lo saben. Todavia siento las manos de Caleb en mi cintura y su boca sobre la mia deborandome como si fuera su dulce favorito, todavia puedo sentir su muy pronunciada y dura polla presionando contra mi sexo y su voz ronca en mi oido susurrandome cosas.

Me paro de la cama de un salto con el cuerpo acalorado y la cabeza vuelta un mar de recuerdos.

Bajo a la cocina a prepararme un tazón de confle con leche para sentarme a ver algunos capítulos de H2o o tal vez de Outer Banks.

Me preparo el tazón de confle en la cocina y procedo a ir a la sala, me siento en el mueble y prendo la televisión. Entro a netflix y selecciono outer Banks para verla nuevamente, ya perdí la cuenta de todas veces que la he visto. En mi defensa es demasiado buena para verla una sola vez.

Ya hartas con lo mismo.

Es que es tan adictiva, ademas si a mi me gusta a ti también porque eres mi conciencia.

No se cuanto tiempo duró sentada viendo la serie y durmiendo porque creo que llegue a un punto en el que me dormi y volví y desperté a seguir viendo los capítulos.

Miro la hora en mi teléfono y la preocupación me abarca porque papá todavía no ha llegado a casa y ya son casi las nueve de la noche y el jamas llega a estas horas a casa. Entro a su chat tratando de no pensar cosas que no son, soy demasiado paranoica así que no puedo evitar pensar todos los tipos de accidentes que le pudo haber pasado y por eso no ha llegado a casa.

Le escribo un mensaje y suspiro de alivio cuando me lo responde de inmediato, parece que estaba esperando mi mensaje.

Yo*

—¿Papá donde estas?

—Ya es muy tarde y estoy preocupada.

Dad :)

—Hoy no voy a llegar a dormir a la casa, pequeña, operaron a Ruby de apendicitis y quiero quedarme aquí con ella aunque sea por esta noche porque no quiero que se quede sola.

—siento haberte preocupado.

Yo*

—No pasa nada, dile a Ruby que espero y se recuperé pronto y que pasare a visitarla en algún momento.

Te quiero idiota (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora