Nota: Este extra es de un año después de que se mudaran juntos a Italia, es decir, que aun no estaban comprometidos ni nada de eso.
Contiene escenas +18. Si no es de tu agrado estas escenas te recomiendo saltarte el final del capítulo 🤭
🔊Liliana, podrías salir ya de ahí. Tienes casi una hora en ese tienda y ya me duele el puto culo de estar sentado aquí.
Ruedo los ojos y presto atención a la cajera que me esta dando el precio total de lo que acabo de comprar. Abro mi monedero y saco mi tarjeta y se la paso, Caleb es tan exagerado que no puede soportar que dure 30 minutos en la tienda porque el ya lo convierte en una eternidad.
Es un dramas.
-Muchas gracias -le sonrio a la chica que me atendió y agarro las 3 fundas que contienen las cosas que compre. 2 de ellas son ropas para mi que me apetecía comprar hace mucho y la otra es un regalo para Caleb. Es algo que venia diciéndome que quería desde el mes pasado y hoy se lo he podido comprar, seguro que se va a emocionar cuando lo vea. También le agregue un collar en forma de corazón con una foto nuestra dentro del corazón y un pequeño mensaje grabado en el otro lado.
Salgo de la tienda feliz de los pies a la cabeza y emocionada por ver su reacción cuando vea que le compre los CD para la play que el tanto quería pero que no había podido comprarse. Camimo hacia el estacionamiento y por el camino le envio un mensaje a Cris para recordarte que hoy tenemos cena en casa de Kiara y Sebastián. Hemos estado haciendo esto desde hace un tiempo, casi todos los domingos nos reunimos en la casa de ellos y hacemos una gran cena para todos donde nos la pasamos charlando y riendo como los buenos amigos que somos. Ya no nos juntamos tanto como lo solíamos hacer antes porque cada uno tiene su propia responsabilidad y todos estamos ocupados con nuestras cosas, pero tratamos de hacerlo lo más seguido posible.
Busco entre todos los autos que hay en este estacionamiento hasta que localizo el porshe de Caleb, todavía no lo ha querido cambiar. Fue un regalo de su papá y supongo que es lo único recuerdo que le queda de el y por eso no quiere deshacerse de el. Camino dando pequeños saltitos y abro la puerta del copiloto, me deslizo a su lado y no es hasta que cierro la puerta con fuerza que Caleb se da cuenta de que estoy a su lado. Desde antes de ayer ha estado asi, con la cabeza en otro lado y siempre sumido en sus pensamientos. He intentado de todas las maneras posibles animarlo y hacerlo sonreír, pero se me ha hecho prácticamente imposible.
Este es el mes en que su papá murió y como todos los años ha estado ausente y lo entiendo, pero se esta comportando muy extraño conmigo y eso no me gusta. Siento que cada vez que intento hablar con el le molesto, lo siento distante y casi nunca quiere hablar conmigo. Es por eso que espero que con este regalo se anime un poco y logre aunque sea sacarle una sonrisa.
-¿Estás bien? -pregunto al mismo tiempo en que me abrocho el cinturón de seguridad.
-Estoy perfecto -murmura -te tardaste mucho.
-No seas exagerado -ruedo los ojos -ademas valió la pena todo ese rato que dure -recojo la bolsa que contiene su regalo del suelo y lo levanto frente a el y chilló de emoción -mira lo que compre para ti.
Se lo pongo sobre las piernas y espero pacientemente a que lo abra y me diga que le parece, pero la sonrisa se me borra del rostro cuando lo veo agarrar el regalo y hecharle hacia el asiento trasero como si fuera una bolsa más del montón y no un regalo que hice para el, para animarlo un poco. Observo el asiento trasero con los labios abiertos, sin poder creer lo que Caleb acaba de hacer.
-¿Escuchaste lo que te dije? -pregunto mirandolo sorprendida -te dije que es un regalo para ti.
-Lo se. Ya lo abriré cuando lleguemos a casa -dice, restandole importancia. Como si lo que acabo de darle no fuera nada, como si fuera la maldita basura que sacamos de la casa -Gracias.
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Te quiero idiota (Borrador)
Short Story"Todo fue tan espontáneo, tan natural, que ha ninguno de los dos nos pareció raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miraramos a los ojos como dos tontos." _Mario Benedetti