18. Resfriada

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El horrible sonido de mi alarma es lo que me despierta a la mañana siguiente, el sol que entra por la ventana que se encuentra descubierta porque se me olvido mover las cortinas me pega en la cara con fuerza. Gruño ruidosamente y estiro mi mano hacia la mesita de noche para apagar el aparato ruidoso que llaman teléfono y que hace rato me esta molestando.

Me duele horrible la cabeza y el cuerpo lo siento como si me hubiese pasado un camión por arriba varias veces. Sin fuerzas ni para respirar me levanto de mi cama y a paso de tortuga me dirijo al baño donde me doy una ducha calientita para restaurar un poco los animos que no tengo.

Creo que pesque un resfriado por mojarme tanto el martes cuando tuve la discusión con Caleb. Me venia sintiendo algo mal después de eso, pero aseguro que no tan mal como me siento hoy, literalmente me siento de la mierda y definitivamente parezco una mierda. Eso lo compruebo cuando me miro al espejo y veo mi nariz roja por pasarme la noche entera estornudando y razcandola, las dos bolsas bajo mis ojos y las mejillas sonrojadas de seguro por fiebre.

Me veo como un asco.

"Que esperabas cuando decidiste caminar bajo la lluvia".

Cuando salgo del baño me cambio en una ropa bien abrigada porque tengo un frio de muerte y porque no quiero empeorar mas. Me siento frente al tocador y hago una trenza en mi cabello y pongo un poco de brillo en mis labios para que no se vean tan resecos y sin vida.

Salgo de mi habitación y bajo a la cocina a buscar algo para desayunar, pero luego recuerdo que hoy a papá le tocaba asistir bien temprano a una reunión de trabajo fuera de la ciudad y posiblemente no le dio tiempo a dejarme nada para desayunar.

Después de haber comprobado que efectivamente no tengo nada preparado para desayunar, abro la nevera y saco todos los ingredientes para prepararme un sencillo sándwich de jamón y queso.

Pongo el sándwich listo en un plato y saco un jugo de naranja de la nevera y me siento a desayunar ahí mismo sobre la encimera.

Tal vez debería mandarle un mensaje a Kiara para decirle que estoy enferma hoy, pero no creo que sea bueno dejarlos a los solos cuando hoy es viernes y los viernes van muchas personas a la cafetería. Supongo que les gusta despedir su semana con un café y un buen emparedado de queso o algún postre por si les gusta el dulce desde las 8 de la mañana.

Cuando termino de desayunar agarro los trastes que utilize y los entro en el lavavajillas. Saco unas pastillas para la fiebre del botiquín que papá tiene para estos casos guardado en la cocina y las entro en mi mochila.

Mejor prevenir que lamentar.

Salgo de mi casa, pero esta vez sin los cascos en la cabeza para ir escuchando música porque juro por Cristo que si los pongo sobre mi cabeza me explota.

Me duele horrible todo el cuerpo y la cabeza. Literalmente no fue una buena idea el haberme dejado caer toda esa agua el martes, fue algo imprudente y ahora estoy sufriendo las consecuencias.

🪐

Cuando llego a la cafetería todavía no esta abierta para el publico así que cuando entro me tomo mi tiempo para arrastrarme hacia la cocina para avisar mi llegada.

Me siento realmente mal.

—Buenos dias —como todas las mañanas Kiara saluda con esa alegría y ese entusiasmo que solo ella puede tener a las 8 de la mañana. Es imposible tener toda la energía y lo positividad que tiene esta chica en las mañanas.

Yo con solo pensar en despertarme temprano me pongo de malhumor.

—De buenos no tienen nada —susurro acariciando mi cabeza.

Te quiero idiota (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora