Te quiero idiota (Borrador)

24. Reconciliación

—Caleb, no —gimo contra su boca —aqui no.

Lo empujo suavemente por el pecho para alejarlo de mi y pongo mis manos al frente para que no se acerque, no quiero caer de nuevo en la tentación.

—Vinimos a ver a tu mamá, Caleb. No quiero causar una mala impresión frente a ella —alizo mi falda quitando las arrugas que según yo tengo. Estoy muy nerviosa porque no se como se vaya a tomar mi suegra mi repentina visita en su casa y peor aun como se tomará el que su hijo le hable, pero vengo decidida y hablara con el por las buenas o por las malas. Bueno, tal vez no por las malas porque somos personas serias, pero si quiero que hable con el.

—Lili, respecto a eso —se retuerce los dedos nervioso  —Dios mio, estoy muy nerviosa porque no se como vaya a reaccionar y de ante mano te pido disculpa por cualquier tonteria que pueda llegar a decirte.

—No te preocupes por eso, todo va a salir bien —o eso espero.

—Bien.

Respira unas cuantas veces mas antes de comenzar a bajar las escaleras conmigo agarrando su mano con fuerza. Por fuera aparento estar tranquila pero estoy muy nerviosa.

Bajamos al primer piso y en grandes zancadas nos dirijimos a la sala que es donde me dijo Caleb que se encuentra su madre. Miro al frente temblando de nervios y veo a quien Caleb me dijo era Isabella Ferreti sentada sobre un sofa con un álbum de fotos en las manos y la cara llena de lágrimas.

Ok, esto no me lo esperaba.

Es muy bonita; su cabello negro cae en ondas largas en sus hombros y tiene una gran sonrisa mientras ve las fotos del álbum, aun cuando esta llorando todavía sonrie.

—¿Mamá? —Caleb se adelanta hacia ella al verla en ese estado —¿Qué te pasa?. ¿Estás bien?.

Las lagrimas brillan en mis ojos porque a pesar de lo mal que ella lo ha tratado el no deja de preocuparse por ella, no deja de amarla ni de añorar su cariño.

Tengo que dejar de ser tan llorona.

Isabella al darse cuenta de la presencia de su hijo tira el álbum de fotos a un lado, se limpia las lágrimas y se levanta del mueble enojada. Casi que tiemblo cuando veo la mirada que le dirije a Caleb.

Ya veo de donde Caleb saco la bipolaridad.

—No es de tu incumbencia, Caleb —suelto un jadeo de sorpresa por lo cruda y carente de emociones que suena su voz —no te metas.

Caleb no le hace caso a sus palabras y le sonrie con los ojos brillando por las lágrimas.

Es un chico tan fuerte. Es admirable lo fuerte que es.

—Te quería presentar a alguien —dice y voltea a mirarme —ella es...

—No me interesa, Caleb, no quiero saber ni escuchar nada de lo que sea que tengas que decirme.

Caleb baja la cabeza y cuando veo la primera lagrima resbalar de sus ojos y caer decido que ya es suficiente. No puedo soportar mas ver como ella lo trata de esa manera por algo que el no causó, por algo que el no quiso y que claramente no fue su culpa, por algo que le duele igual o peor que a ella porque era su papá y el no se merece ese trato por parte de ella, de su mamá, la mujer que debería amarlo y apoyarlo en un momento tan difícil para el.

—Conmigo si que va tener que hablar, Señora Ferreti —me adelanto a donde están ellos y me planto frente a ella con los brazos cruzados —mucho gusto, mi nombre es Liliana y soy la novia de Caleb.

Casi sonrio con orgullo cuando veo el asombro plasmarse en su cara, pero estoy demasiado enojada para prestar atención a eso.

—¿Por qué tendría que hablar contigo, muchachita? —se cruza de brazos mirandome con superioridad.