—Mira —señalo la obra a unos cuantos pasos de nosotros —es la de Apolo y Dafne —sonrio —es mi favorita.
—Esta al igual que las demás fue creada por Gran Lorenzo Berniti entre los años que si no mal recuerdo son desde 1622 y 1625.
—Sabes mucho de estas cosas, Calebcito —sonriendo tiro de el hasta que quedamos prácticamente pegados pecho con pecho —Eso solo hace que me gustes un poco mas —pronuncio las palabras sin poder dejar de mirarlo.
—Tu me gustas aun mas, principessa.
—Nos tiramos una foto —trato de evitar la verguenza que siento después de decirle en toda su carota de idiota lo mucho que me gusta.
—¿Otra? —exclama —Ya nos hemos tirado tantas que de seguro que tu teléfono y el mio se quedaron sin espacio.
Tiro de el pegando nuestros cachetes —este es un momento para recordar asi que deja de quejarte y dame esa sonrisa tan preciosa que tienes.
Sonrie con orgullo —¿Crees que mi sonrisa es preciosa?.
—Que no se te suba el ego a la cabeza, por favor.
Niega con la cabeza sonriendo, pasa su brazo alrededor de mi cintura y me acerca a el. Me acomodo a su lado y justamente cuando le doy a tirar a la foto me da un beso en el cachete.
—!¡Caleb!¡ —lo miro molesta —de seguro que salimos borrosos por tu culpa.
Me separo de el revisando la foto en mi teléfono que para mi sorpresa quedo hermosa. Se ve claramente mi gran sonrisa al tirar la foto y la de Caleb también se percibe aun cuando su boca esta pegada a mi mejilla.
Nos vemos felices.
—Quedo hermosa —murmuro viendo la foto.
—Pues claro que iba a quedar hermosa. Estoy yo en la foto —se señala. Tiene ese ego mas alto que una nube.
Ruedo los ojos —No comiences con tu egocentrismo por favor.
—No es egocentrismo, Principessa. Es la verdad —me guiña un ojo y cruza por mi lado para seguir explorando la galería.
—Esperame —corro detrás de el.
Caleb continúa mostrándome las otras obras faltantes. Me cuenta sobre la historia de cada una de una manera en la que pueda entender un poco.
Duramos al menos dos horas dentro de las instalaciones donde exploramos todo lo que podemos. Me enseña todas las pinturas y me cuenta casi todo sobre ellas y es magnífico, escuchar a Caleb hablar de lo que le gusta es increíble. Ver como sus ojos brillan de felicidad con cada palabra que me dice y como se pone aun mas feliz al ver mi reacción de asombro con cada dato sorprendente que me cuenta es lo mejor del mundo.
Me siento la persona mas feliz del mundo entero al ser yo a quien le cuente todas estas cosas, al ser yo la persona con la que decidió ser el mismo sin miedo a que lo juzgue y se que todavía queda mucho por saber de el, pero espero que poco a poco se sienta listo para contarmelo.
Llevo semanas negándose a aceptar esto, pero creo que me estoy enamorando de el y aunque se lo dije a los chicos, admitirmelo a mi misma es otra cosa.
—¿Liliana?.
—¿Si? —fijo toda mi atención en el.
—Ya tenemos que irnos, quiero llevarte a cenar —asiento de acuerdo.
—Grandiosa idea —acaricio mi panza por encima del vestido —Tengo mucha hambre acumulada.
—Pues sera mejor que salgamos rápido de aquí entonces.
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Te quiero idiota (Borrador)
Storie brevi"Todo fue tan espontáneo, tan natural, que ha ninguno de los dos nos pareció raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miraramos a los ojos como dos tontos." _Mario Benedetti