Rebusco en mi armario una ropa para comenzar a vestirme,no quiero ponerme faldas hoy asi que ando en busca de un pantalón. Hoy tengo una salida con los chicos al cine a ver una película de terror y todavía no encuentro algo que ponerme.
Despues que salimos de nuestro turno en la cafetería Caleb me trajo a casa quedando en recogerme a las 7:30 para irnos al cine.
Con Caleb vamos alguito mejor con eso de las discusiones todo el tiempo y el pelear también, tal parece que todo lo que necesitaba para bajar la guardia con el eran unos cuantos besos a escondidas en todos lados.
Es una puta maravilla.
Rebusqué un poco más en mi armario y al final me decidí por unos jeans blancos, un top azul pastel y mis adoradas converses. Dejo todo encima de mi cama y me encierro en el baño para darme una buena ducha.
Una vez fuera, me visto y me siento frente al tocador para arreglar mi cabello y hacer algo con mi rostro. Opté por unas suaves ondas en las puntas de mi cabello, dejando el resto liso,aplico un maquillaje sutil en mi rostro, no algo muy llamativo, por supuesto; simplemente un poco de rimel, un delineado muy fino en mis ojos y un toque de labial rosa en mis labios.
Me levanto del banquito y me dirijo al espejo de cuerpo completo frente a mi cama, me doy unas cuantas ojeadas y sonrio satisfecha con el resultado. Me veo muy bonita.
Mi cabello cae en suaves y largas ondas sobre mi espalda, los pantalones me quedan ceñidos al cuerpo, ajustándose perfectamente a mi cintura y el top que traigo muestra un poco el valle de mis pechos.
Dando unos cuantos saltitos abro mi armario de nuevo y saco una pequeña cartera blanca donde entro mi teléfono, un poco de dinero y mi labial por si tengo que retocarlo mas tarde, aunque dudo que eso sea mi mayor preocupación en la noche.
Miro la hora en mi reloj y al ver que Caleb esta a punto de llegar a buscarme salgo de mi habitación y bajo a la sala para esperarlo junto a papá que se esta tirando un maratón de capítulos de H2o...sin mi.
—¿Cómo me veo, papá? —deslizo mis pies quedando frente a el en el mueble. Esta tirado sobre el sofa como una marmota con una gran cantina de palomitas y al menos tres sodas al lado.
—Hermosa como siempre —se sienta admirandome de arriba abajo —pareces un ángel, pequeña.
—Muchas gracias, pa —me acerco y deposito un beso sobre su frente.
La bocina de un coche suena fuera avisándome la llegada de Caleb.
—Ya me voy, te quiero mucho.
—Yo tambien te quiero, pequeña —me sonrie con ternura.
Me despido una ultima vez de el y me dirijo en grandes zancadas a la puerta, salgo fuera y cierro la puerta detrás de mi. El porsche 911 negro de Caleb se encuentra frente a mi y apoyado contra la puerta de este esta Caleb viéndose estúpidamente perfecto como siempre.
Esta noche lleva por primera vez desde que lo conozco algo de color. Su pantalón negro y su camiseta del mismo color que mi top me dejan con la boca abierta, y ni que decir de lo increíble que le queda esa chaqueta negra.
—Buenas noche, Principessa —murmura renunciando al silencio que se estaba formando a nuestro alrededor.
–Buenas noches —doy un paso hacia el saliendo de mi estupor —¿nos vamos?.
Me da una repasada deteniéndose mas tiempo de lo normal en mis piernas antes de asentir y señalar el carro —vamos.
Rodeo el carro y agarro la manilla para abrir la puerta, pero su mano me detiene y la abre el.
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Te quiero idiota (Borrador)
Short Story"Todo fue tan espontáneo, tan natural, que ha ninguno de los dos nos pareció raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miraramos a los ojos como dos tontos." _Mario Benedetti