8. La fiesta

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—Kiara a dónde me llevas. Apenas son las 8 de la mañana y tengo sueño —me restriego los ojos con las mano —Hoy no hay trabajo así que no entiendo que buscamos levantadas tan temprano. Es domingo por el amor a cristo.

—No puedo creer que lo olvidará —niega con la cabeza mirandome con desaprobación.

—¿Olvidar que? —miro confundida en su dirección —que yo sepa no tengo nada que hacer mas que tener una cita de 11 horas con mi cama.

—¿Cómo puedes dormir tanto?. Te la pasas todo el dia casi durmiendote en todos los rincones en los que te apoyas.

—Es un don que tengo —sonrio con orgullo —puedo dormir 30 horas y aun así me levanto con sueño.

—Eres una vaga —dicta sonriendo —¿recuerdas que te dije que Sebastián iba a dejar su fiesta de cumpleaños para el domingo porque tenia muchas cosas que hacer de la universidad?

—Mmmm si.

—pues ese día es hoy, pequeña tonta.

—¿Y eso que tiene que ver con que hayas hido a mi casa y me hayas sacado de la cama como si fuera un perro? —pregunto —tengo entendido que la fiesta es en la noche, Kiara.

—Tengo que comprar un vestido —es lo único que dice.

Tiro mi cabeza para atrás en el asiento y la maldigo en todos los idiomas existentes por haberme despertado a estas horas. Es demasiado temprano para estar levantada un domingo.

Una media hora después llegamos a la inmensa plaza que desde aquí dentro puedo ver que esta a mas no poder de personas.

Nos bajamos del carro y caminamos hasta adentramos en una tienda llamada que se ve que destila mucho dinero por todos lados. Miro todo a mi alrededor tragando fuerte. Esto se ve muy sofisticado y de lujo.

—Buenos días. ¿En que puedo ayudarlas? —se para una chica frente a nosotros dándonos una sonrisa amable.

—Busco un vestido que sea sexy, pero que no sea nada extravagante —kiara es la que habla ya que es la que va a comprar —Quiero verme sexy, pero a la vez un tanto angelical. No se si me entiendes.

—Creo que podríamos tener algo asi por aqui.

Yo por otro lado me siento en el primer sillón que veo en la tienda. Mi estómago ruge por falta de comida y vuelvo a maldecir a Kiara por no haberme dejado siquiera comer algo antes de salir. Ni siquiera me dejo agarrar una misera manzana.

—vamos, pequeña. Levántate de ahib—kiara me agarra por los brazos y tira de ellos levantándome del sofa.

—Apenas salgamos de aquí vas a tener que comprarme comida, Kiara Lombardi o juro que voy a matarte.

—Solo piensas en comida, Liliana —exclama.

—La comida es vida Kiara. Es vital para la salud de las personas.

Rueda los ojos —Eres un caso perdido.

Camino detrás de ella y la chica de la tienda que no hace más que mirar mi ropa con desagrado. ¿Qué tiene de malo mi short y abrigo de Pumba?.

Tal vez que el abrigo es más grande que tú.

Eso no tiene nada de malo conciencia, no es mi culpa que papá tuviera serios problemas en la vista cuando me lo regaló hace 2 años en navidad, ademas le tengo mucho cariño a este abrigo ya que fue un regalo de papá hacia mi.

—¿Qué te parece este, Liliana? —salgo de mis pensamientos cuando Kiara pone un lindo vestido rosado pastel frente a mi. Es largo con un abierto desde la cintura hasta abajo, tiene un escote en la espalda y es de tirantes.

Te quiero idiota (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora