Estoy en una iglesia, hay muchas personas sentadas en los bancos que están perfectamente adornados por arreglos de tulipanes morados y cintas blancas. La iglesia también tiene una perfecta y hermosa decoración en colores morado lila y blanco.
Me miro a mi misma sin saber que hago aquí; estoy vestida con un hermoso vestido de novia al estilo princesa. Es tan hermoso y pomposo, la larga cola rueda por todo el suelo.
De pronto comienzan a sonar un piano y reconozco la canción como Perfect de Ed Sherren. Todas las personas fijan su mirada en mi, todos sonrien y elogian mi hermoso vestido, eso me hace muy feliz. Miro al frente y al final en el altar veo a Shaw Méndez sonriendome entre lágrimas, esta vestido con un hermoso traje negro hecho a la medida.
Estoy por correr hacia el y lanzarme a sus brazos, pero de pronto aparece alguien mas a su lado. Es Caleb y esta vestido con un traje negro que le queda demasiado...bien.
—¿A quien escoges como tu esposo, Liliana? —el que habla es el padre que esta detrás de ellos.
¿A quien elijo?.
Intercambio mi mirada de Caleb a Shaw Méndez y asi durante unos cuantos minutos.
—Elijo a...
El estruendoso sonido de mi alarma me despierta sobresaltada.
—Hija de perra —la apago con mas fuerza de la necesaria —!¡estaba por escoger al amor de mi vida y lo dañarte todo¡!.
Aparto las sabanas de mi cuerpo con enojo y salgo directo al baño donde hago mis necesidades y procedo a darme un rico y muy necesitado baño.
Al salir me paso por mi armario y elijo unos pantalones cargo verde militar y una sudadera blanca. Me siento en mi tocador y hago un intento de moño en mi cabeza, me pongo algo de brillo en los labios y lista para iniciar un nuevo día de peleas y mas con Caleb.
Papá hoy se fue bien temprano al trabajo porque tenia que ir a una reunión importante de no se que cosa y es por eso que ahora tengo que ir a preparme algo para desayunar.
Salgo de mi habitación con mi mochila en hombros porque no quiero tener que devolverme de nuevo a buscarla, me adentro en la cocina y saco la caja de confle de chocolate y el galón de leche de la nevera y me preparo una cantina bien llena para mantener mi panza feliz por al menos dos horas.
Me siento sobre la encimera y me sumerjo en mis propios pensamientos mientras me deboro mi rico desayuno. Los recuerdos de la noche anterior regresan a mi cabeza con fuerza, mis mejillas se acaloran de solo pensar en la manera en la que Caleb me beso. Parecía que quería consumirme por completo y yo estaba encantada con esa idea, no es que me fuera a quejar justo en ese momento porque seria un gran estupidez hacerlo cuando lo que mas deseaba era eso.
Termino mi desayuno y salgo apurada de la casa, no sin antes lavar los trastes que utilize, no quiero dejar nada sucio para cuando papá llegue. A ver si así descansa un poco.
Me adentro en la cafetería cuando finalmente llego, localizo a Kiara y Caleb...oh Dios mio, que sexy se ve Caleb con esa franela blanca. Abanico mi cara tratando de sacar la rojes de mi cara y que nadie se de cuenta de que ando babeando por el semental que esta a unos pasos de mi.
《Pero por dios niña controlate》
—Buenos dias, Lili —Kiara se acerca a mi con los brazos abiertos —te extrañe.
—Solo fue un día sin verme, Ki.
—En realidad fueron dos —me abraza mas fuerte.
Ruedo los ojos, pero de igual manera le correspondo al abrazo y paso mis manos por su espalda.
ESTÁS LEYENDO
Te quiero idiota (Borrador)
Short Story"Todo fue tan espontáneo, tan natural, que ha ninguno de los dos nos pareció raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miraramos a los ojos como dos tontos." _Mario Benedetti