❪ 𝟎𝟐 ❫

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CAPÍTULO DOS| FOTOS Y COQUETEOS !

EMMA


Me mudé a Hamburgo cuando apenas era una criatura. Yo nací en Lübeck pero mis padres se divorciaron a mis siete años y mi padre pidió la tenencia ya que mi madre estaba metida con las drogas y no podía dejarme a su cuidado sabiendo que cuando se fue una semana de viaje por el trabajo me dejó sin comer por lo menos tres días ya que según ella por mi culpa él se iba. Me las tuve que arreglar con el vago conocimiento que tenía y en cuánto mi padre se enteró de lo sucedido decidió firmar los papeles.

Aunque mi madre intentó de todo para que no me sacaran de sus brazos ya que quizás era la única manera de atar a mi padre y que no se fuera, gracias a Dios las autoridades estuvieron de su lado y con todas las pruebas en su contra, quedé a su total cargo. Y ella fue a prisión por consumo de drogas, maltrato infantil y quién sabe que mierdas más. No sabía nada de ella desde ese entonces, jamás había intentado comunicarse conmigo pero por mí mejor. No me interesaba tener relación con una persona así.

Mi papá buscó un lugar tranquilo lo más lejano de nuestro antiguo hogar y así es como paramos en la ciudad donde vivía ahora. Desde que llegamos quedé fascinada, había demasiados lugares hermosos para recorrer y se sentía bien comenzar en otro lugar. Era nuestro nuevo comienzo.

Fuimos solos él y yo por un año hasta que conoció a Anna. Sus caminos se cruzaron en el trabajo de ella, era médica pues y yo una noche tuve cuarenta de fiebre así que sí, gracias a mí hoy estaban juntos. Hey, cuando se casen debían darme un poco de crédito. Por mis desgracias resurgió el amor.

Ella era fascinante. Una mujer extraordinaria, buena, amable, inteligente, independiente, con unos hermosos ojos verdes y melena rubia. Su cutis igual de impecable que su apariencia. Nunca la veías desarreglada ni de casualidad. Pero más allá de eso, le hizo creer en el amor a mi padre de vuelta y creo que es de las cosas que más le agradezco. Siempre estaba para lo que necesitaba, me ayudó en mi primer período cuando yo no paraba de llorar creyendo que me moriría desangrada, estuvo ahí en mis peores y mejores momentos. Fue la primera en saber mi verdadera vocación y la que me ayudó a decirle a mi padre que no seguiría nada de lo que tenía planeado para mí.

La sentía como una madre, a pesar de que no compartíamos lazos sanguíneos, cumplió con el rol que la biológica jamás hizo. Eso era lo importante después de todo.

La cosa que en mi tercer grado de primaria, creo. No recuerdo bien las fechas. Iniciaba en una escuela nueva, sin amigos, sin conocidos ni nada que me hiciera sentir cómoda y segura, pero papá decía que era bueno salir de mi zona de confort, que así era la vida.

Así que ahí estaba yo. Llegué justo para el día de la fotografía escolar por lo que me arreglé. Quería caerle bien a la gente de ahí y no podía pasar vergüenza con vestimentas no apropiadas. Decidí usar una camiseta de hadas, era mi favorita. Dios, la amaba. Anna me hizo dos trenzas a los lados de mi cara que eso era bastante discutible pero que en su momento eran mi peinado favorito, y fui con las esperanzas de hacer muchos amigos.

No fue así en lo absoluto, de hecho las primeras horas estuve más sola que un hongo y cuando llegó el receso antes de la fotografía escolar, unos niños se acercaron a decir que mi camiseta era la cosa más fea que habían visto y un montón de cosas hirientes que solo los niños podían decir.

¿Cómo es que en cuerpos tan pequeños cabía tanta maldad? Seguía sorprendiéndome.

Lloré mucho, jamás me habían dicho cosas tan feas en la cara y tenía solo apenas ocho años.

shameless ;  ❪   tom kaulitz.   ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora