❪ 𝟐𝟓 ❫

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CAPÍTULO VEINTICINCO | ESTRÉS-ESTUDIO,
ESTUDIO-ESTRÉS !


EMMA

Me até el cabello en un moño desordenado una vez que terminé de mezclar todos los colores que iba a necesitar en la paleta y moví un poco la cabeza detrás del caballete para observar la fruta en medio del salón.

Estábamos en clase de pintura, y nuestra profesora nos pidió que pintáramos esa simple manzana como trabajo, pero una de las condiciones era no dibujarla antes sino hacerlo directamente con el pincel. Teníamos dos horas para hacerlo ya que no era tanto lo que debíamos pintar, y luego de eso podríamos irnos a casa pues es la única clase del día por suerte.

La puerta se abrió, interrumpiendo el armonioso silencio que se había formado en base a la concentración de todos en comenzar con el trabajo. Un Malcolm agitado y torpe atravesó el umbral murmurándole una disculpa a la profesora, quién negó con la cabeza desaprobatoriamente. Era la primera vez que lo veía luego de lo sucedido en la discoteca, los mensajes nunca le llegaron por lo que pude suponer que su móvil murió definitivamente.

Nos buscó con la mirada y en cuánto nos encontró, suspiró acercándose a paso rápido. Tomó asiento en el lugar libre a mi lado, dejando caer su mochila bruscamente. Toda su ropa estaba desprolija, al igual que su cabello cosa que indicaba que recién se levantaba y no tuvo tiempo de arreglarse.

Lo observé enarcando una ceja en su dirección, al notar que había levantado de vuelta la mochila que tiró segundos antes, para sacar sus pinturas y pinceles, fingiendo saber que había que hacer. Sin contar que literalmente acababa de llegar.

Hizo una mueca con sus labios y me miró, de manera apenada pero sin espetar nada, me adelanté.

— Debemos pintar la manzana sin dibujarla —expliqué en un susurro ya que la profesora era una bruja amargada que no le gustaba que habláramos entre nosotros nunca—. Tenemos dos horas para hacerlo.

— Gracias —exclamó agradecido, en un tono bajo también. Pasó una mano por su cabello desordenado mientras yo comenzaba a pincelar la fruta. El fondo y el tazón en donde se encontraba me ocuparía después debido a que la protagonista ahora era la manzana, y como soy demasiado perfeccionista me tardaría un buen rato hasta quedar satisfecha con el resultado, por lo que si luego me quedaba sin tiempo para lo demás no importaba tanto—. Oye, Emma...

— ¿Mmm? —murmuré, sin quitar la vista del lienzo.

Hannah, que se encontraba sentada a mi lado derecho observándonos de reojo, estaba al tanto de lo que había ocurrido ya que le conté apenas llegué a la Uni. Sus palabras fueron algo así como es un idiota, y tú también por haber ido. No esperaba menos de ella la verdad.

— Y-Yo... quería disculparme por lo que pasó el sábado —aclaró, le di una mirada disimulada no sin antes cerciorarme que la atención de la bruja no estaba en nosotros. Gracias a los lienzos era más fácil que no se diera cuenta que conversábamos—. No sé en que momento te perdí de vista, pero te estuve buscando por todos lados luego Mason me dijo algo de que lo golpeaste... —ahogó una risita, al parecer no le molestaba que haya bofeteado a su amigo—. No te encontré y mi teléfono se rompió por completo, de hecho llegué tarde por eso. No tengo alarma y mi hermano me apagó el despertador —continuó con su explicación, lucía muy arrepentido—. De verdad lo lamento mucho. No quiero imaginar lo mal que lo has pasado.

shameless ;  ❪   tom kaulitz.   ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora