❪ 𝟏𝟎 ❫

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CAPÍTULO DIEZ| LAS COSAS DE BILL !

EMMA

— ¿Y qué hay de estos?

La voz de Anna resonó por mis oídos, despertándome de mis pensamientos y haciendo que dirigiera mis ojos hacia donde estaba ella. Sostenía un kit de quince pinceles, con distintos tamaños, grosores y formas. Eran de una buena marca, yo tenía algunos de esos pero ya estaban demasiados gastados.

— Están preciosos —admiré el labrado en la madera de sus mangos, tenía una letra en cursiva color dorado —. Aunque puedo arreglarme con los que tengo...

— Decidido entonces —los cargó en el carrito con una sonrisa resplandeciente. Rodé los ojos en una expresión divertida y ella me empujó con la cadera de manera juguetona —. Mientras más me digas que no, más cosas llevo.

— Eres un caso imposible, mujer —advertí, negando con la cabeza.

Ese lunes ya me llegó el correo con las cosas que más o menos utilizaría en el semestre y con Anna vinimos de compras para tener todo lo necesario antes de comenzar. Tanto como lienzos, cuadernos, pinturas, lápices, y unas chucherías que no nos hacían falta pero estaban en oferta así que las llevamos igual. Como máscara de pestañas, un perfume y curitas de superhéroes. Mucho muy importante.

— ¿Hay algo más que veas y sientas que te haga falta? —inquirió una vez que llegamos al final del pasillo.

Di un vistazo general, antes de negar. Pero una infantil mini agenda de Snoopy llamó mi atención. Era blanca y tenía en grande el dibujo del perro junto con el pajarito amarillo.

Me serviría para organizar mis clases y exámenes, aparte de que era súper mona.

— Me encanta —admitió Anna, soltando una risita al ver que la agarraba y la husmeaba por dentro—. ¿La llevas?

— Sip. —confirmé, dejándolo en el carrito y luego fuimos por cosas para la casa y para la cena de esta noche.

Vendría un matrimonio amigo a nuestra casa, junto con su hija. Ella me caía del asco pero sería solo un rato y luego me encerraría en la habitación, nada importante.

Anna iba a cocinar pastas caseras, que eran una de sus especialidades. Así que cargamos también todo lo necesario, incluso llevó una botella costosa de vino y algunos snacks para poner de entrada.
Ambos eran muy hospitalarios cuando se trataba de ser anfitriones para una cena. Les encantaba usar la vajilla nueva y estar en todos los detalles para que sus invitados se sintieran cómodos.

Mientras hacíamos la fila para pagar estuvimos conversando un poco acerca de la salida que tuve con Lexi hace unos días, exceptuando algunas partes obviamente. Luego de lo sucedido con Tom nos quedamos un rato más para que a la rubia se le bajara el nivel de alcohol en sangre y poder volver a su casa sanas y salvas. Por suerte fue exacto lo que sucedió.

Una vez que pagamos, volvimos al estacionamiento con las manos llenas por tantas bolsas que cargábamos y regresamos a casa en diez minutos. Almorzamos algo rápido y luego nos pusimos a ver una película de comedia romántica, mi género favorito.

Cuando los créditos de How to lose a guy in 10 days apareció en la pantalla, dirigí mi mirada al reloj de la sala. Eran las tres de la tarde y a las cuatro nos juntaríamos con los chicos en una cafetería, así que tenía solo una hora antes de que el impaciente de Bill apareciera en la puerta de mi casa.

shameless ;  ❪   tom kaulitz.   ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora