shameless ; ❪ tom kaulitz. ❫

❪ 𝟒𝟎 ❫

CAPÍTULO CUARENTA | CLASES DE CONDUCIR !

EMMA

Haber salido de vacaciones creo que fue una de las cosas que más deseaba en estos momentos. Por mucho que me encantara el arte si tenía que seguir escuchando la voz de la profesora de Historia por mucho tiempo más iba a tirarme del quinto piso, de verdad. Es por eso que cuando mis últimas entregas estuvieron aprobadas, lo primero que hice fue ir a mi casa a dormir. Y bueno, esas horas de sueño no se van a recuperar solas así que tenía que empezar cuánto antes.

Me dormí con el teléfono en la mano luego de leer las centenares de quejas de Tom por no haber podido ir por mí a la Universidad ya que tenía una entrevista a la cual no podían faltar y tuve que estar un rato domando a la bestia para asegurarle que no pasaba nada.

Y ni hablar cuando le dije que hoy no podría verlo ya que tocaba ir a ver vestidos con Anna y Lexi, casi se me larga a llorar. El dramatismo que maneja este hombre es impresionante, ¿quién lo diría?

Con respecto al tema de la boda, creo que nunca había visto a Anna tan feliz. Desde esa noche en que mi padre se lo ha pedido parece estar viviendo en una película de Disney, y me encanta verla así.

Está en todos los detalles con respecto al lugar donde lo van a hacer, la comida, las flores, los invitados y absolutamente hasta lo más mínimo que se pudieran imaginar. De solo reconocer el estrés que es organizar algo así, cada vez refuerza más mi idea de querer simplemente casarme en la playa junto a mis personas más cercanas.

Aunque mi padre haya querido dejarla que eligiera todo lo que quisiera, también lo veo muy comprometido en el tema de la organización y no permite que se estrese sola. Y yo es que la verdad jamás hubiese podido esperar menos de un hombre con el padre que tengo, era algo que se veía venir.

Por suerte luego de esos días en que estuvo extraño, poco a poco volvía a ser el mismo. Metido en su trabajo el tiempo suficiente y consintiéndome el resto de su tiempo libre. Así es como funciona esto.

Después de una hermosa siesta de tres horas, llegó el momento de levantarme. Anna quería ir a una de sus tiendas favoritas para comenzar a ver vestidos, aunque según ella ya está bastante decidida de lo que quiere, ansía tener mi opinión. Como si yo fue referente de la moda o algo así, pero de todas maneras iba a acompañarla. Si ya de por sí ir de compras es divertido, imagínense ver vestidos de boda.

En el camino buscamos a Lexi por su casa ya que ella no se perdería esto por nada en el mundo y vamos a ser sinceras, si existe alguien que puede dar el visto bueno a algo que tenga que ver con la moda es ella.

— ¿Prefieres comprar algo ya hecho o pedirlo a medida? —le preguntó mi mejor amiga en el viaje hacia la tienda, asomando su cabeza por en medio de los asientos con una sonrisa colmada de emoción—. Porque de quererlo a medida la bruja de mi madrastra tiene un diseñador genial, puedo pasarte el contacto.

Solté una risita al igual que Anna por el infaltable adjetivo hacia la mujer, mientras ponía el cd de las Destiny's para ambientar los veinte minutos que nos quedaban.

— Gracias, Lexi. Pero creo que lo compraré hecho y que le hagan los arreglos que deban hacerle —explicó la mayor, acomodándose los lentes de sol por el puente de la nariz—. En esa tienda hay más vestidos, así que podrían ver si les gusta alguno.