Amargas Pesadillas

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Regresé al departamento dando tropezones; la cabeza me explotaba, más allá de haber recuperado los recuerdos extraviados, cientos de preguntas se amontonaban esperando ser respondidas. ¿Por qué no había soñado con Alex desde que desperté?, ¿por qué fue reemplazado por los asiáticos?, ¿mis sueños podían estar relacionados con todo lo que pasó durante el "Estado de Emergencia?" ¿Alex y sus amigos estaban implicados?, ¿sería posible que muriera? No, me negaba a creer que el bando europeo había perdido, eran más y mejores en lo que hacían. Aunque ... eso explicaría su ausencia en mis sueños.

¡Mis sueños! Corrí a mi habitación, ¿cómo pude olvidarme de mi apuesto visitante? Mucho antes del coma ya había soñado con ÉL, se había presentado bajo el nombre de Andrew y luego hubo muchos más, al final acordamos que le podía decir Michael.

Encontré ese diario primero, aquel que tenía cuando iba en preparatoria, donde había registrado cada uno de nuestros juegos de rol y unas tantas notas que por alguna razón creía que eran una especie de verdad escondida. Tenía 90 registros ... ¿qué pasó después?

Un mal sabor se me instaló en la garganta y fue expandiéndose conforme otro recuerdo volvía, uno que tenía nombre y apellido. Que no provenía mundo de los sueños sino de mi pasado: Zac Myers.

Lloré al recordar todo lo que había pasado la noche de mi graduación, la violación, la falta de justicia, las mentiras que se inventaron y luego ... la venganza. Zac había muerto, recordaba la noticia justo antes de que entrara a la universidad. Lo habían asesinado y aunque al responsable nunca lo habían atrapado, una parte de mí sabía que fue Alex. Me lo había dicho en uno de los sueños, bueno no él, sino uno de los italianos ¿Blake? ¿Evan? No importa.

El punto es que después de la violación Alex había desaparecido ... ¿o no? Recordaba el cofre de regalo con los tesoros robados a los cuentos de hadas. En su momento creí que se trataba de Michael, el hermano de Kim y que esa fue la razón por la que acepté darle una oportunidad. Luego nos habíamos enamorado, terminamos cuando me engañó. Ese día, luego de haberlo descubierto con la ... con Jessica. Salí corriendo, fue cuando el auto me golpeo y ...

¡Maldita sea!, ¿qué pasó después?

Alex ... Alex había aparecido, lo busqué en casa de sus padres ... No, esperen. Algo pasó antes. Soñé con él cuando estaba en el hospital. Me había dicho algo sobre tener en cuenta los juegos de roles, que su vida era complicada y que me lo explicaría todo.

Luego de eso había despertado, en el hospital y ... tragué saliva al entenderlo. Todo lo que pasó a partir de ahí no ocurrió en verdad. Para ese momento ya estaba en coma.

Con mi diario de la preparatoria y la libreta donde había anotado todas mis pesadillas, fui a la sala. Quité los cuadros de Kim y ayudada con un paquete (o tres) de post-its, empecé a trazar algo así como un mapa de recuerdos.

De un lado puse los que sabía que eran reales, es decir, que sí habían pasado. Del otro palabras clave que me ayudaban a identificar lo que soñé. Luego procedí con lo que pasó tras mi despertar (el de verdad), acomodé cronológicamente cada una de mis torturas, los lugares donde ocurrieron. Después en la computadora busqué todos los periódicos y noticias que salieron durante el año pasado, en otro color los fui anotando y acomodando ... Todo encaja.

En esas estaba cuando Kim y Kyle entraron al departamento, ambos se quedaron boquiabiertos observando mi desastre en la habitación.

— ¿Y ahora? — Preguntó Kim — ¿Qué demonios te pasó? Espero que no estés redecorando con post-its porque no estoy de acuerdo y ...

— Kim, shhhh — exclamé emocionada.

— ¿Acaso me calló?

— Sí, lo siento, recordé todo.