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Miré a Alex desconcertada.

— No está, el correo no está.

— Tal vez lo soñaste nena — sugirió.

— ¡No!, sé lo que vi, tienes que creerme, me mandaron el acuerdo original de los territorios; una foto de Gina muerta en Bayview; el acta de defunción de la hermana de Feng, quien por cierto era menor de edad y estaba embarazada. Y tú dijiste que no mataban niños; un audio de los asiáticos hablando con los europeos y pidiendo un juicio, pero tu bando se negaba; otro con Luan confesando que se rendiría; una foto que probaba que ellos no intentaron matar a tu padre y ...

— Espera, espera, vas muy rápido. Para empezar ¿quién demonios en Gina?

— La amiga de Amy, la única a la que le dijo que la asustabas y después la encontraron muerta

— En ¿Bayview?

— ¡Sí!

— Ok, investigaré esa parte con Walter, pero nunca en mi vida había escuchado sobre esa chica. Ahora la hermana de Feng, era cierto lo que te dije, cuando atacamos a su familia no había ninguna mujer ahí, así que si es que existe no fuimos nosotros. El resto, parece ser "evidencias" que sustentan su historia, lo más seguro es que falsificaran todo para hacerte dudar.

Tenía sentido, una parte de mí ya había llegado a esa misma conclusión y en cuanto a Gina y Akame, me sentía más tranquila al saber que Alex no tenía nada que ver. Estaba por tomar asiento en la cama otra vez cuando noté que olvidé otro archivo de mencionar.

— Había algo más.

— ¿Qué cosa?

— Un video de la muerte de los padres de Dom.

— ¡¿Qué?! — preguntó impactado — ¿Estás segura de que eran ellos?

— No precisamente, el video era mudo.

— Dime exactamente lo que recuerdas haber visto.

Así lo hice: la pareja que tomaba vino; una persona entrando les disparaba; caían muertos; la aparición de un hombre con ojos rasgados que le tomaba el pulso a los fallecidos y salía nuevamente de cuadro.

— Vístete — ordenó gentilmente — tenemos que ir a casa de mis padres.

Antes de salir, Alex me pidió que le enviara un mensaje a Evan, diciéndole que veríamos una película en casa de sus padres. Él respondió que estarían ahí en 20 minutos. Dadas las prisas Alex se negó a esperar que pasaran por nosotros, me ofreció un casco de moto, apenas lo abracé por detrás, arrancó a toda velocidad.

Nos incorporamos a Leavenworth, pasando la calle Green en menos de tres minutos, luego a Hyde para evitar el tránsito de Larkin a causa de las obras, seguido de la calle Bay. Justo cuando pasábamos frente al parque Patrick, el sonido fugaz de algo similar a un disparo, provocó que Alex perdiera el equilibrio y caímos de la moto.

Se acercó a rastras hasta mí, apenas se aseguró que no tuviera nada roto, me obligó a levantarme, lo seguí hasta detrás de un árbol justo a tiempo para ponernos a salvo del segundo disparo.

Sacó su celular.

— Hola, necesito un trago con urgencia — con cuidado se asomó para mirar la calle frente a nosotros — Bay, esquina con Franklin. Bien gracias.

— ¿A quién llamaste?

— Jerome, es el que está más cerca, tranquila nena, quédate detrás de mí y ...

Sus indicaciones fueron silenciadas por un tercer disparo, pasó rozando el árbol tras el que nos refugiábamos.

— Tengo miedo — murmuré.

Amargas PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora