Capítulo 13: El Espejo de la Reminiscencia

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Después de su larga y emocional charla Amaia y Evelyn habían abandonado la habitación de Eric y se dirigieron hacia su suite para darse un baño y prepararse para le cena de esa noche. Al entrar en la suite cada una se había despedido en la antesala de la recamara y luego se dirigieron a sus respectivas habitaciones.

Una media hora más tarde, Amaia se encontraba tomando un relajante baño en la tina dorada de su baño. El agua a temperatura perfecta gracias a la magia de Nicassia. La ayudante de cámara le explicó que había preparado el baño con posiones y brebajes especiales para darle a su piel un acabado hermoso. Amaia le había agradecido a la bruja. Esa noche más que nunca debían dar una buena impresión. Principalmente, porque debían disculparse de manera tacita con la reina Thena por la pelea de su padre con el rey Declan.

Amaia todavía no podia creer el comportamiento de su padre. Eric siempre había sido físicamente intimidante, pero desde que ella tenía uso de razón, y mientras vivían en Boston, siempre había dado vibras del amigable, tranquilo y guapo sujeto (esto último susurrado por sus compañeras de la universidad) de la tienda de antigüedades en el centro, donde vendía toda clase de objetos, desde libros antiguos como primeras ediciones, hasta pequeñas obras de arte de siglos pasados de la cultura humana. Al dirigir ese tipo de tienda su padre siempre le dio un aire a un ratón de biblioteca atrapado dentro del cuerpo de un hombre alto y atlético. Dos aspectos que en general pensarías que no calzan juntos, pero al cual, Amaia nunca le había dado especial importancia.

Ahora se lamentaba por no haberlo considerado antes.

Si lo pensaba bien, era un tanto ridículo que nunca se hubiese preguntado como ese negocio le había permitido a su padre y ella tener la vida que habían tenido. Principalmente el hecho de pagar sus estudios en la Universidad de Boston, pero luego que Evelyn le explicara que en el mundo humano la grandidierita tenía altos costos, las cosas tenían sentido ahora.

Amaia pensó de nuevo en su padre.

En sus 21 años ella nunca había visto esa personalidad tan...volátil de Eric. Personalidad presente desde aquella primera pelea contra el banshees en forma de serpiente en el bosque de Boston. Sorprendida, se dio cuenta de algo, casi como si se tratase del final del último acto en una obra de teatro, cada interprete se había deshecho de su rol a desempeñar dando paso a su verdadera personalidad. 

Al igual que Evelyn quien uso el Encanto para manipular su aspecto y toda la historia que le hizo creer a Amaia sobre sus orígenes, su padre también había utilizado una máscara. A su manera, Eric también se vio en la obligación de crear una nueva versión de sí mismo, reprimiendo en el proceso muchas partes de él. Probablemente, con el fin de no llamar la atención en el mundo donde habían terminado.

Evelyn y Eric tuvieron no solo que crear una mentira, sino también vivir de ella, cambiando asi tantos aspectos de sí mismos para ajustarlos a la realidad donde se encontraban. Aunque todavía la idea de su padre y Evelyn saliendo le generaba sentimientos contradictorios, en cierta forma los entendía. Probablemente, ambos habían sentido durante años que la vida que tenían era una farsa. Habían tenido que cambiar tantas cosas a su vez siendo ellos lo único familiar de la vida que dejaron atrás. No era sorprendente que terminaran enamorándose.

Aunque claro, ninguno había usado la palabra "amor" para describir su relación, pero cada vez que su amiga miraba a su padre y viceversa, sus ojos brillaban con una emoción tan fuerte que no podia ser otra cosa más que amor.

Por unos minutos, Amaia reflexionó sobre los dos últimos años y los intercambios entre Eric y Evelyn mientras aun seguían en el mundo humano. Sorprendida, se dio cuenta que había sido bastante estúpida al no notarlo antes. Todas esas miradas conspirativas, sus sonrisas divertidas y misteriosas, esos ligeros toques y abrazos fortuititos que se daban uno al otro cuando creían que ella no estaba mirando.

Un Mundo de Sueños Oscuros y ResplandecientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora