Capítulo 11: El mundo al otro lado de la Grieta

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Amaia y Evelyn seguían a Lord Cassius por los caminos serpenteantes del extraordinario castillo. Cada paso que daba la hacía maravillarse una vez más por la belleza del lugar, sus monumentales columnas, los intricados diseños de las alfombras que cubrían los pisos de mármol, los cuadros y esculturas preciosas que le hacía entender porque la ciudad era conocida como el centro de las bellas artes.

Era simplemente fantástico.

Observó el rostro estoico del joven lord. Sus ojos esmeraldas viéndose serios como si aun estuviese pensando en la joven sirvienta que habían dejado atrás. No quería ser entrometida, pero la curiosidad le ganaba. Las miradas y comentarios entre Cassius y Nicassia no habían sido exactamente sutiles.

Realmente eres una chismosa.

Cierra la boca.

No tengo boca grandísima tonta.

Amaia frunció el ceño.

Que grosera.

Negando con su cabeza observó a sus acompañantes. Evelyn se veía radiante en su vestido aguamarina. Su cabello perfectamente trenzado con las hermosas perlas decorándolo. Sus ojos brillaban en un purpura impresionante. Amaia no pudo evitar pensar que su amiga se veía realmente feliz. Nunca la había visto asi antes. Era como si resplandeciera llena de vida.

Amaia sonrió.

Al menos, podia sacar algo positivo de toda la situacion.

Evelyn le dirigió una mirada interrogante. Negó con su cabeza señalándole que no sucedía nada. Luego, miró a Cassius. Al hacerlo, ella no pudo evitar pensar que entendía la reacción de Nicassia ante el lord. El hombre realmente era increíblemente guapo, con esa tez dorada y su cuerpo alto y lleno de musculo en todos los lugares correctos.

Por alguna razón, tampoco pudo evitar pensar en Darian y la poca ropa que había llevado consigo cuando apareció en su habitación en la madrugada. También, su cuerpo cálido y fuerte presionándola contra el colchón. Sus labios increíblemente cerca de los de ella.

De repente, sintio el corsé de su vestido muy apretado.

¿Qué diablos le pasaba? Apenas conocía al hombre. Despejándose de esos pensamientos extraños y necesitando algo que hacer se giró hacia el lord que caminaba con paso fuerte a su lado.

–Entonces, Lord Cassius... – Empezó para llenar el silencio y alejar sus pensamientos del guapo príncipe. – ¿Suele pasar mucho tiempo en el castillo?

Cassius giró su rostro hacia ella y la miró por unos minutos. Sus ojos brillando alertas. Como si las defensas de su mente, acostumbrado a los juegos de traición en la corte, le estuviesen advirtiendo sobre la princesa extranjera.

Amaia recordó el comentario de Evelyn, sobre que para estas personas todo se trataba del poder. Asi que trató de controlar su expresión a una de abierta inocencia. No quería que Cassius pensara que su pregunta se debía alguna intención oculta.

–Un poco si, aunque también tengo mis obligaciones fuera de la ciudad. – Respondió Cassius luego de unos minutos. – Como ya sabe, mi madre controla el ducado de Reverie. Está a unas cuantas horas en caballo desde Florentis. Soy el marqués de Hall, una ciudad que pertenece a ese ducado. Básicamente, es donde entrenamos a los nuevos soldados para el ejército. – Explicó. – Los miembros del consejo, y cualquier funcionario de gobierno que sea requerido en el palacio, solemos reunirnos una vez por mes. O al menos, aquellos que nos encontramos lo suficientemente cerca. Como bien mencionó la princesa Idaira, su llegada fue muy oportuna, alteza.

Amaia procesó su comentario.

Recordó que uno de los títulos de Cassius era "Segundo general de los ejércitos del rey". También, recordó las palabras de Darian, sobre que no solo era un príncipe sino también un guerrero.

Un Mundo de Sueños Oscuros y ResplandecientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora