Darian se removió incomodo, se encontraba acostado en una superficie rocosa su espalda crujía de dolor, al abrir sus ojos fue recibido por una luz brillante que lo cegó por unos momentos. Lentamente, se levantó de su posición acostada y parpadeó varias veces hasta acostumbrarse a la clara luz, mientras se ponía de pie se fijó que llevaba un pantalón de algodón blanco, sin camisa e iba descalzo. Confundido, se giró observando el lugar en donde se encontraba.
Era una llanura que no parecia tener fin. Extenso pasto verde se extendía a su alrededor y el cielo estaba pintada de un rosa y amarillo muy pálido siendo su luz casi cegadora.
Sin ninguna duda, Darian sabía dos cosas. La versión esperanzadora, era que el paisaje a su alrededor era producto de sus sueños. Por otro lado, la versión menos esperanzadora era que estaba muerto.
Suspirando, el pidió que fuese lo primero. No podía morir, aun no. Su mundo lo necesitaba, su nación lo necesitaba, su familia lo necesitaba y Amaia...
Él no estaba seguro de si la princesa de Esus lo necesitaba, pero definitivamente él no quería estar sin ella. Cada día, su corazón latía de una forma diferente cuando estaba con ella, cuando hablaba con ella, incluso cuando pensaba en ella. Tal vez, su reacción se debía al lazo que unía sus almas o simplemente había empezado a desarrollar sentimientos reales por la princesa. Era muy pronto para que Darian tuviese que considerar una vida sin Amaia, porque desde que nació, eso era lo que se suponía. Sus almas tejidas en intricados diseños para que sin importar qué siempre se encontraran, porque estaban hechos uno para el otro.
Así se había escrito desde el momento de la profecía, y cada vez que la conocía mejor, Darian se encontraba mucho más dispuesto a acatar los designios de los dioses.
Sí estaba soñando, debía despertar. Debía volver con ella.
En su periferia, una sombra hecha de tonos morados y azules se movió. Darian se giró hacía esta pero antes de que sus ojos mortales pudiesen observar sus movimientos desapareció.
–Alguien ha pedido visitar tus sueños, príncipe mortal. – Dijo una voz misteriosa en su oído.
Rápidamente, Darian se dirigió hacia la voz pero tan rápido como vino esta se fue. El príncipe de Eirian apretó sus puños, molesto.
Oniros.
Conocía suficiente del folclore para saber los comportamientos y costumbres de cada uno de sus dioses principales.
– No sé si te has dado cuenta, dios... – Soltó la palabra con profundo desdén. – Pero tengo mejores cosas que hacer que perder el tiempo en tus sueños ridículos y confusos.
De repente, el mundo en el que se encontraba comenzó a girar, haciendo que su cabeza y todo su cuerpo gruñera en malestar. Sintió como si su sangre y órganos se desprendieran desde su cuerpo haciéndolo explotar pero mirándose se daba cuenta que todo estaba perfectamente en orden.
Darian contuvo el impulso de gritar.
–Es suficiente. – Dijo una voz que sonaba como la luz del día.
Con eso, el mundo brillante se detuvo de sus giros veloces permitiendo que el príncipe se recompusiera.
–Tu druida es un irrespetuoso. – Comentó la voz de Oniros. – Tienes solo 3 minutos mortales.
Darian supuso que le estaba hablando a la otra voz que había escuchado, pero después de que su mente y órganos habían girado como una rueda de carruaje ya no estaba seguro.
–Eso será suficiente. – Respondió la voz brillante.
Darian casi juro que sintió a Oniros abandonar el extraño sueño y luego de unos segundos una figura comenzó a formarse en dorado y ocre. Así, lentamente, detrás de la brillante luz un hombre apareció. Iba vestido con una sencilla falda de cuero y botas del mismo material tejidas a sus pantorrillas, tatuajes dorados con símbolos extraños se entretejían dibujados en sus brazos y pecho. Además, sobre su pecho una vaina de cuero estaba colocada y dentro de esta una gran espada en su espalda. Su cabello era castaño pero gotas doradas se desprendían de sus puntas.
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Un Mundo de Sueños Oscuros y Resplandecientes
FantasíaAmaia Vogel siempre había tenido sueños extraños. Desde sus 11 años sus horas de descanso se habían convertido en una proyección de imágenes de un mundo mágico y encantador que terminaban con ella despertándose en horror por sus terribles pesadilla...