Amaia observaba con terror al gran ejército de banshees corriendo, volando y arrastrándose hacía la ciudad como una maraña sombría de ruina. Había tantos de ellos que el intento de contabilizarlos era imposible. El amplio espacio que habían dejado libre las murallas al caer permitía vislumbrar la viva imagen de la destrucción y el terror que representaban.
Desde la posición en que se encontraban podía notar como el bosque tropical que precedía la ciudad era destruido por el paso de aquellas bestias. Plantas, flores y pequeños animales se tornaban ennegrecidos como si hubiesen sido despojados de toda vida y energía. Banshees de todos los tamaños y estilos con dientes y garras aterradoras avanzaban sin dar marcha atrás. Aun se encontraban a kilómetros de la ciudad pero su presencia era imposible de ignorar.
Por un segundo, se preguntó si el banshees que se había presentado en su sueño anterior se encontraba entre el tumulto de horror que se dirigía hacia ellos. Por alguna razón, la idea le hizo soltar un escalofrío. Amaia podía escuchar los gritos de pánico de los ciudadanos en toda la ciudad al ver como las murallas que protegían y resguardaban sus hogares se habían desmoronado como la arena al entrar en contacto con el agua del océano.
Su mente parecia haberse dividido en fracciones y de alguna forma era consciente de todo lo que sucedía a su alrededor.
Observó como Nicassia sacudía a Ivelle de un lado a otro gritándole en pánico y desesperación que debía ir a refugiarse dentro del orfanato. En un segundo, y después de ver lo que se avecinaba, Cassius se giró hacia las dos brujas y tomando a la más pequeña, la alejó de Nicassia a la fuerza sin importar como esta lloraba y pataleaba. A pesar de su actitud hosca, en su rostro solo se notaba la preocupación por poner a la pequeña a salvo. Se la entregó a la última institutriz que quedaba fuera escoltando al grupo de niños que habían llegado de la playa con Evelyn y Bastián gracias a la velocidad sobrenatural de estos últimos.
Por otro lado, Amaia podía escuchar a Darian gritando órdenes a los soldados a su alrededor, las campanas de la ciudad sonando. Ella supuso que funcionaban como un tipo de alarma. Se encontraba aterrada, insegura y completamente confundida de cuales era las mejores opciones para seguir ahora.
Si, ella era consciente que debía luchar, pero no podía evitar sentir pánico.
Era cierto, su padre la había entrenado en combate cuerpo a cuerpo y esgrima toda su vida, por no mencionar el entrenamiento que había recibido en los últimos días en el palacio, pero nunca había peleado contra un banshees.
Al menos, no con la cabeza fría y preparada para la batalla. Aquel dia en el bosque cuando llegaron a Elvia había actuado por puro instinto. Su magia había brotado de ella de la nada y producto de la desesperación por ver a su padre sufrir. Apenas llevaba unas semanas practicando con ella, la misma Evelyn había señalado que aún no sabían cuáles eran los alcances de su magia y si poseía algun don especial.
Parece que nos toca descubrirlo por nosotras mismas. – Comentó Andromeda.
¿No lo sabes?
Pues, en teoría si se cuál es el alcance de nuestra magia... es decir... soy la magia. – Respondió Andromeda con un tono que denotaba obviedad. – El asunto es que seas capaz de exteriorizarla con tan poco tiempo, por no decir nulo entrenamiento y la cantidad de energía que puede tomar de ti.
Entonces, estoy jodida.
No necesariamente. – Devolvió Andromeda. – Solo... relájate y déjame tomar el control. Puedo guiarte.
Por su conversación interna no había notado como Darian salió corriendo desde el jardín del orfanato dirigiéndose a las calles de Florentis. Su gran espada de grandidierita azul resplandeciendo con el sol de la mañana. Amaia consideró que era profundamente triste que un dia tan cargado de energía y alegría se viera sombrecido por tal horror.
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Un Mundo de Sueños Oscuros y Resplandecientes
FantasiAmaia Vogel siempre había tenido sueños extraños. Desde sus 11 años sus horas de descanso se habían convertido en una proyección de imágenes de un mundo mágico y encantador que terminaban con ella despertándose en horror por sus terribles pesadilla...