midnight rain - matias soulé

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Llegó el lunes y estuve todo el día pensando en el pibe del boliche. Estaba en la facultad y le conté a una de mi amigas

–Háblale por Instagram Vic, seguro te va a contestar no creo que tenga tantos seguidores.

–Ya sé Giuli pero la cosa es que él estaba muy borracho y no creo que se acuerde de mí, quedo como una pelotuda si no se acuerda de mí o sea va a flashear cualquiera– le contesté

Giuli y yo seguimos pensando en como iba a contactar con Matías, sin darle bola a la clase y bueno hasta que el profesor nos retó obviamente.

Tampoco me gustaba que me reten, así que nos callamos y empezamos a prestar más atención ya que si no nuestro primer año de facultad se nos iba a complicar bastante.

Traductorado no era una carrera fácil pero para la persona que le guste el inglés como a mí, que me gustó toda la primaria y toda la secundaria, se me hacía un poco más llevadera.

Además teniendo mis padres que me bancaban todavía en mi casa y no tener que pagar ningún impuesto se me hacía mucho más fácil también recaudar plata.

Hacía trabajos de vez en cuando traduciendo cosas pero no tan importantes obviamente porque no no tengo el nivel pero con eso podría ahorrar un poco de plata para pensar en un futuro mudarme.

Al salir de la facultad me fui a mi casa y merendé con mis papás como todos los días.

Mi papá estaba hablando de fútbol como el 90% del tiempo y escuché que habló de la selección sub 20 argentina ahí fue cuando empecé a prestar atención.

–Vi que hay buenos nombres en esa selección, son todos muy chicos todavía, pero tenemos cosas para ilusionarnos en el futuro.– dijo mi papá hugo

Asentí en modo respuesta ya que no tenía nada para responder y no quería ser muy evidente de que conozco a  alguno porque me iba a romper las bolas todo el tiempo.

Mi mamá, en cambio, no podía estar menos interesada en el fútbol, no entendía nada cosa que a mi papá yo sé que le molestaba.Pero nunca lo iba a admitir.

Lo único que me queda ahora es pensar en el fin de semana y cómo voy a encontrar el contacto del chico con el que estuve el sábado pasado, mejor dicho Matías.

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Al pasar de la semana estuvimos ideando un plan con mi amiga Giuli de la facultad y quedamos en que la mejor idea sería ir al mismo boliche de nuevo como para ver si nos encontramos con Matías y los dos delanteros de la selección argentina cosa que a mi amiga le interesaba por más que me lo niegue.

Llegó el día viernes y estábamos preparándonos en mi casa para ir al mismo boliche que fui la semana  pasada.

Esta vez me vestí un poco mejor de normal, llevaba un vestido negro corto y al cuerpo con mis borcegos.

Mi pelo lo tenía liso como siempre. Era todo un tema si quería hacer algo distinto en mi pelo ya que al tenerlo tan alisado se me complicaba.

Mi papá cuando nos vio nos empezó a joder y le decía a quién íbamos a conquistar que ibamos tan arregladas y bueno Giuli para que yo la mate dijo:

–Ojito Hugo que tu hija va por un jugador de fútbol, botinera te va a salir.

Mi papá abrió los ojos y yo me puse roja de pies a cabeza. Le pegué un manotazo a mi amiga y le dije que se calle.

–Más te vale que no sea de Boca porque a mi casa no entra.

Puse los ojos en blanco y gracias a dios llegó el taxi que nos iba a llevar.