midnight rain - matias soulé

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Recorde ese nombre. Ese maldito nombre. Candela era la chica con la que lo habia encontrado en San Juan, la chica que Matías me dijo que no habia sido nada.

- Vicky se llama - corrigió Matías y yo asentí, con un nudo en la garganta.

- Ay perdón hermosa, se me mezclo todo - se disculpó la señora, y exclamé un "no pasa nada", aunque si pasaban cosas.

No me queria hacer la cabeza, auqnue era imposible. Iba a intentar dejar pasar ese comentario, pero era notable el bajón anímico que habia tenido.

- ¿Querés que te traiga algo? - me preguntó Matías, refiriéndose a los cortes de carne que había en el plato, mientras ponia una mano en mi hombro.

- No tranqui - negué con la cabeza.

Escuchaba las diversas conversaciones que tenían su familia. Eran una familia grande. Sus tias hablaban de una receta, y los hombres estaban hablando de no se que de Messi.

- Me das un beso? - me pregunto mi pareja y le di un beso corto. Quería hablar, pero no era el momento - Estás bien? - asentí, pero sentí como mis ojos se cristalizaron y el lo notó.

- Veni, dale - me abrazó por los hombros para guiarme hasta el patio, y sentí toda las miradas de su familia a mi espalda - ¿Es por lo de Candela?

Me tapé la cara con frustración, me molestaba mucho no saber enfrentar las cosas sin romper en llanto.

- ¿Le presentaste a Candela a tu familia? - pregunté, sin mirarlo a los ojos - Me habías dicho que ni bola esa piba Mati.

Se rascó la nuca, nervioso.

- No llegué a presentarla, nos peleamos antes. Pero ellos sabían que andaba con ella - explicó, admitiendo la verdad.

- Me mentiste con Candela entonces.

- No fue mentira, en el momento que fue a San Juan ya no eramos nada.

- Pero lo habían sido, me lo podrías haber dicho. Teniamos la suficiente confianza yo creo- reclamé, entre lágrimas.

- No llores mi amor, dale - intentó limpiarme las lagrimas, pero le corrí la mano.

- ¿Por qué me mentiste? Cada vez que siento que estamos avanzando, retrocedemos tres pasos más.

- Tenía miedo y era un boludo, lo tengo que admitir. No se justifica nada igual, pero no quiero que esta pelotuda cague todo lo nuestro, no te pongas mal por Candela- me acarició la mejilla.

- No me pone mal Candela, ni la conozco, me pone mal que no confíes en mí - le agarré la mano que estaba en mi mejilla.

- ¿Cómo no voy a confiar en vos? Creo que hoy en dia sos la persona en la que mas confío - note desesperación en su voz - Admito mi error en su momento, pero ahora no puedo hacer mas nada que intentar no cagarla, pero tambien necesito que desde tu parte no te hagas la cabeza Vic, no quiero que lo nuestro termine siendo una carga para vos.

Asentí con la cabeza, todavia recalculando lo que me había dicho.

- ¿Me aseguras entonces que nada con Candela, todo pasado? ¿No hay nada mas que me quieras decir? - pregunté

- Nada nada nada, te lo juro por Vicente - me hizo sonreír con sus palabras.

- Entonces ya está? ¿Así de fácil? - cuestioné realmente sorprendida, no estaba acostumbrada a arreglar las cosas rápidamente con nadie. Normalmente la charla post pelea llevaba a una pelea peor, y un ejemplo vivo era mi relación pasada con Ismael.

Una vez llegó a dejarme sola en el boliche porque un tipo me habia mirado. En el momento no me daba cuenta de que estaba mal de la cabeza, pero ahora que estoy viviendo el amor de otra forma me doy cuenta.

- ¿Que más queres que hablemos? Ya demasiado sufrimos los dos con estos 5 minutos - exageró, pero al fin y al cabo tenía razón.

Lo abracé por la cintura y me dio un beso en la cabeza.

- No más mentiras, por parte de los dos..

- No

- Casi rompemos el record de la pareja que menos duró - jodió, haciéndome reir - Te quiero mucho.

- Yo también te quiero mucho - le di un beso, que luego el profundizó - Hay otra cosa que tenemos que hablar.

- Lo sé, venimos fingiendo demencia mal con eso - entendió perfectamente lo que me refería: la relación a distancia.

- ¿Vos sentís que podemos tener una relación a distancia? - le pregunté, poniendo mis brazos alrededor de su cuello.

- Se nos va a ser dificil, porque siento que somos los dos re polleras, hay que admitir y no vernos va a ser difícil - asentí, era verdad - Pero no deja de ser un riesgo que vale completamente la pena arriesgarse, no te quiero perder por la distancia, yo creo que lo podríamos manejar.

- Yo tampoco quiero que esto se termine por la distancia, pero también se me va a hacer difícil, por lo menos a mí, el tema de no hacerme la cabeza - admiti - Los dos estando tan lejos, lo más seguro es que a la semana piense que vos ya me olvidaste.

- Bueno, pero eso lo podemos trabajar los dos, por lo menos de mi parte no creo que te olvides porque voy a estar re pesado mandandote todo el día.

- Te voy a extrañar muchisimo - puchereé, a lo que el me abrazó por la cintura.

- Pensa, estamos a inicios de Julio vuelvo a mediados de Agosto.

-Te voy a extrañar mucho mucho mucho - sentí como se cristalizaban mis ojos, pensando en lo difícil que van a ser los días sin él.

- No me hagas esa cara que literalmente me pongo a llorar ahora, te juro que me estas dando ganas de jugar en Chacarita pero estar aca en Argentina - exageró y yo lo señalé.

- No digas esas boludeces que espero que tus goles en la Juventus sean dedicados para mí.

- Todo todo todo, mis goles, mis patadas, mis asistencias, todo - prometió.

- Esto es muy despedida ya, tenemos 5 días para estar todo el dia juntos y olvidate que me despegue de vos - advertí.

- Obvio, no tenía otros planes..

Entramos devuelta tras la larga conversación y estaba Vicen tirado en el sillón.

- ¿Que pasa gordo? ¿Estas cansado? - Matías lo alzó y el niño asintió - Veni, te llevamos a mi pieza y te dormis una siestita.

Subimos la escalera y nos dirigimos a su habitación.

- Acostate gordo, tranqui aprovecha la cama grande - era muy tierno verlo a Matías con los nenes chiquitos.

Vicente se acostó y nosotros volvimos a la mesa, donde estaba toda su familia.

Estaban hablando de que Matías se iba en cinco días.

- ¿Vos Vicky te vas con él? - preguntó un tío, que sinceramente no me acuerdo el nombre.

- No no, tengo que seguir con la facultad .

Sentí la mirada de la tía que me habia dicho Candela en mi espalda.

- ¿Y pensás que Matías no te va a necesitar? ¿No es tu prioridad? - preguntó ella y yo levanté las cejas, sorprendida.

- Angela, cortala - le dijo Virginia, la mamá de mi pareja.

- ¿Tengo razón o no tengo razón?

- No - me salió del alma responderle y Vi como ella se paraba de su silla y se acercaba a mí.

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bardo bardo

malisimo.el cap perdón 0 creatividad