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—...es más si fuera por mi serías mi novia — dijo y sonreí por primera vez en la tarde — Pero no es eso solo por lo que estas mal, no? — negué con la cabeza — Me querés contar?

Prefería quedarme así. Otro día les contaría lo de mis papás.

— Otro dia te lo cuento, en serio — me enarco una ceja — No me quiero seguir amargando — le acomodé el pelo.

Se acercó a mi y me dió un beso corto en los labios. Yo después le di un beso en la mejilla y me quede entre el hueco de su cuello y el hombro. Sentía cómo me acariciaba la espalda.

— El sábado en el predio hacemos cena con las familias, querés venir? — me preguntó en voz baja.

— Dale, avisame después bien — me sonrió y me dió un pico.

Pasamos la tarde e hicimos tiempo hasta la noche ya que nos íbamos a juntar con los chicos a comer. Mis papás habian llegado del trabajo y Matías y yo estábamos en la pieza.

Cuando ya estaba llegando la hora en la que nos teniamos que ir con los chicos, le dije a Mati:

— Vas a tener que saludar a mis papás.

— Estoy preparado, preparadisimo —aplaudio dos veces

—Bueno, vamos abajo? — me paré y me puse entre sus piernas porque el estaba sentado, peinandolo nuevamente.

El me agarró de la cintura, todavia sentado y me abrazo, quedando literalmente contra mi panza.

— Parece que estoy embarazada si me abrazas así — jodí y el se separo rápidamente.

— Encima que te abrazo me jodes — me pegó en el muslo, obviamente sin fuerza.

Bajamos y mis papás estaban viendo la televisión, pero dieron vuelta la cabeza rápidamente.

Matías estaba nervioso.

— Hola Matías un gusto, soy Gladys — se presentó mi mamá

— El gusto es mío.

— Que onda maestro? — mi papá y Matías se saludaron como se saludan los hombres, literalmente — Estas para el mundial??

— Eh si, medio nervioso pero estamos — se rascó la nuca Matías.

Hablaron del mundial un rato y mi mamá me susurró al oído.

— Es lindo eh — la miré y levanté las cejas.

Cuando vi que ya nos teniamos que ir, agarré a Matías por el brazo y le dije que tenemos que ir al restaurante.

Se despidió de mis papás y nos subimos al auto.

— Un capo tu papá.

— Raro que no te preguntó de que equipo sos — lo señalé — si eras de boca te mataba.

Se rió y siguió manejando hasta que llegamos a la hamburguesería que ibamos a ir con los chicos.

— Mati primero me voy al baño, anda buscando mesa — le di mi cartera y fuí rápido al baño posta me estaba meando.

Entre al baño, gracias a que no habia cola e hice mis necesidades. Me lavé las manos y me acomode el pelo en el espejo.

Salí encontrándome con una imagen un poco rara. Estaban Alejo y Matías en una mesa y habia una minita al lado de Matías agarrándole la mano mientras hablaba. Lo peor de todo es que Matías la miraba con una sonrisa.

— Ale, como estás? — lo abracé en modo de saludo ya que hacia mucho que no lo veía.

— Hola — saludé secamente con un beso a la chica y me fuí a sentar al lado de Alejo. Matías me miró y levantó las cejas.

midnight rain - matias souléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora