EPILOGO

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18 de diciembre de 2023
Buenos Aires, Argentina

— No bueno, que hermosa — se acercó mi novio a mí, mientras me miraba en el espejo — Te queda pintado el vestido

Teníamos la fiesta de aniversario de la copa del mundo. Hace un año exacto se cumplía un año del momento que salimos campeones del Mundial.

Debido a sus recientes convocatorias para la selección Argentina, lo habían invitado a la fiesta a Matias y a Alejo. Como todos iban con sus parejas, Giulia y yo también iriamos.

— Te tenes que cambiar vos Mati, dale bolu — le recrimine y se encogio de hombros — Ni debes saber que te vas a poner.

— Mentira — sacó su ropa del armario, mostrándome una camisa negra y un pantalón negro — ¿Va?

Asentí y empecé a maquillarme, no me iba a hacer mucho porque sinceramente me daba paja.

El pelo lo tenía lindo así que ni me lo planche, porque además hacía mucho calor y la verdad que tampoco tenía ganas.

Me senté a ver tik tok hasta que se cambió Matías. Sonreí al verlo salir con su ropa.

— Que hombre la puta madre — me acerqué a él y me daba risa todavía como se ponía nervioso cuando lo halagaba — Saquemonos una foto.

Pose el celular en una estantería y puse el temporizador para la foto.

—Hermosos. La pareja del año — jodio mi novio mientras me abrazaba de atrás y besaba mi mejilla — Dale vamos que ya son 8:30.

Bajamos al estacionamiento del edificio encontrándonos con un chico de unos 15 años que estaba admirado por mi novio. Matias se sacó una foto y el pibe estaba más que contento.

— ¿Va Messi? — pregunté mientras miraba por la ventana del auto.

— Obviamente amor ¿Cómo no va a ir Leo? El que más se merece la fiesta del campeon — respondió obvio Matias —Lo vas a conocer.

— Que nervios, me da vergüenza mal.

El camino transcurrió normal, mientras íbamos al salón de fiestas que era gigante y alejado de la ciudad.

— Matías Soule — el patovica lo miro y asintió con la cabeza dejándonos entrar.

Agarre la mano de mi novio para aguantar los nervios. No conocía a mucha gente, nada más que a Paredes y Di Maria,  también a sus mujeres y bueno, a Alejo.

Entramos y estaban todos dispersos por el salón (gracias a dios) por lo que fuimos directamente a nuestra mesa.

— ¿Quien más se sienta aca? — pregunté con curiosidad al ver la cantidad de los platos en la mesa.

— Creo que el Cuti, Licha, Moli y el Ale. Con sus parejas obvio.

Sonreí y bese la mejilla de mi novio. Estaba sonando un poco de música tranquila como para la recepción.

Fuimos a saludar a algunos, entre ellos Paulo y Oriana Sabatini, quienes habían sido re buena onda con nosotros.

— Estás hermosa — me dijo Oriana mientras me daba una vueltita y yo le repetí lo mismo.

midnight rain - matias souléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora