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Me había juntado con mis papás y con mi abuela y había salido bastante bien, por más que no me lo esperaba.

Mi abuela obviamente me preguntaba dónde estaba, en casa de que amigo  estaba y al mirar a mis papás ellos lo entendieron perfectamente.

Le conté un poco que me había hecho amiga de un futbolista, que después terminamos estando como en una relación, que nos peleamos y ahora estábamos intentando lo de vuelta fue lo más resumido que pude hacer en 2 minutos.

Estaba enamorada. El era literalmente el pibe mas bueno que conocí (por ahora) y posta lo quería mucho. No sentía que estábamos yendo muy rápido ya que de por si nuestra relación arrancó rapido y simplemente nosotros nos ajustamos a ello.

No se en que estado estaba nuestra relación pero lo que me hacía dudar era esto de tener una relación a distancia. Él, en unas semanas, volvería a Italia a seguir con su vida normal. En cambio yo, no me veo con un buen futuro cercano en cuánto a lo laboral (estoy a punto de dejar la carrera) y sigo aca en Argentina, a muchos kilómetros de distancia.

Me fuí a dormir pensando en eso, pero no iba a dejar que me amargara estás últimas semanas que me quedaban con él aca.

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Unos días después...

Me desperté asustada ya que escuché mi teléfono sonar. Era Matías y recien eran las 10:30 am.

— Hola?

— Vicky, te enteraste lo de Taylor? — preguntó él y yo fruncí el ceño.

— Que cosa Mati? Recién me levanto, va me levantaste vos llamándome — reí nerviosa.

— Viene Taylor a Argentina boluda — dijo y sentí como me temblaban las manos.

— Me-me estas jodiendo? Mira que con eso no se jode, en serio Matías te juro que te mato no te.... — hablé rapido hasta que me interrumpió riéndose.

— Es en serio, lo subió la página oficial, viene al monumental — se me cayó el celular, literalmente. Por suerte, todavía seguía en la cama.

Lo agarré rápidamente y las lágrimas no tardaron en salir.

— No lo puedo creer — exclamé incredula — Es el mejor dia de mi vida.

Sentía como el reía.

—¿A que hora salen?

— Ahora en una hora, veni a mi casa y te ayudo a sacarlas — sonreí ante sus palabras, pero no tenía como ir.

— Vení vos a la mía, no tengo auto yo y imaginate que tarda mucho el taxi, me mato — dramatice

— Bueno reina ya voy — solté una risita nerviosa ante su apodo.

Cuando llegó, ya había prendido la computadora y le tuve que ir a abrir.

— Hola — saludé y fui rápido a sentarme en la computadora.

— Saludame, maleducada — dijo acercándose a mí — Dame un beso — dió vuelta la silla giratoria que tenia frente al monitor.

— Perdón, estoy re nerviosa — le di un beso corto — Traete una silla.

Se trajo una silla de la cocina y se sentó a mi lado.

Estaba en la prefila, y faltaban 5 minutos.

— Me mato si no consigo — dramatice

— Si no conseguís te juro que alquilo a la Taylor para tu cumpleaños. Pero no en el monumental, en el estadio del Rojo— jodió, haciéndome reir.

midnight rain - matias souléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora