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Narra Matías

Estabamos jugando a la play con Alejo, Brian y Agus Giay. Obviamente virtual porque estábamos todos en diferentes partes del mundo.

Tuve un dia de mierda, realmente. Y lo puedo ennumerar en 5 cosas.

1- Me quebre el dedo de la mano.

2- Me tiró el gemelo en el entrenamiento (estamos a tres semanas del mundial y a una de que tenga que ir a concentrar a AFA)

3- Me quieren dar a préstamo a otro club.

4- Mis papás estan al borde de la separación. Peleas diarias en mi casa.

5- Me peleé con Vicky y encima tiene toda la razón.

Estas razones son las que me llevaron a tener un dia de mierda y es por eso que decidi jugar con los chicos a la play.  Para despejarme un rato y para pensar en otras cosas. Pero no me estaba sirviendo.

— Dale gato, no le estas dando a ningún tiro — me dijo Alejo mientras jugabamos al Counter Strike.

— Bueno pelotudo, le erre a uno nada más, que te pensas que soy proplayer — ya me habian puesto de mal humor

— Upa, parece que alguien esta enojado — me jodió Giay, haciendo que apriete el Joystick con fuerza.

Me quedé callado para no putearlos en todos los idiomas posibles. En otro momento me hubiera cagado de risa probablemente, pero hoy no era el caso.

Jugué un rato más, en silenció y me fui. Mi justificación fue de que estaba cansado. Pero probablemente no iba a dormir un choto. Tenia una sensación fea. Sentía que estaba dando todo pero que no avanzaba. En todo sentido de la vida. No quiero decepcionar a nadie y eso es lo que termino haciendo todo el tiempo.

Mis papás se peleaban por asuntos que me incluían a mi y eso me destrozaba. Ver cómo se pelean tus papás debería ser prohibido. Desde chiquito me pegaba fuerte y ahora que entiendo mejor todo es peor.

Vicky tenía razón, en todo lo que dijo. Pero estaba mal y me la agarré con ella, que no tiene nada que ver. Estaba haciendo literalmente todo mal.

Me acosté a dormir y a escuchar un ratito de música. Fix you de Coldplay sonaba en mis auriculares. Me atormentaba el hecho de que estaba en los años claves de mi carrera, que si no me iba bien ahora, en unos años capaz que terminaba jugando en un equipo intrascendente o quizás ni jugaba más al fútbol.

No fue hasta que me rasqué el cachete que me di cuenta que estaba llorando. Tenía una lágrima cayendo.

When you try your best, but you don't succeed
When you get what you want, but not what you need
When you feel so tired, but you can't sleep
Stuck in reverse

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Narra Victoria.

Me desperté de golpe, eran las 3 de la mañana y me sonaba el celular. Me preocupé y me pare a buscarlo. Atendí enseguida, sin ver quien me llamaba.

— Hola? — pregunté con voz ronca, debido a que literalmente hace 1 minuto estaba durmiendo.

— Perdón tenés razón en todo — me habló Matías con la voz entrecortada, lo que me hizo preocupar todavía mas.

— Mati, es re tarde, estas bien? — le pregunté

— No. Creo que me lesioné — contó y ahi me cayó la ficha de todo. Mi enojo con él pasó a segundo plano.

— Que? Que te pasó? — mi preocupación seguía creciendo.

— Me tiró el gemelo y me quebré el dedo de la mano — las lesiones no tenían nada que ver entre sí, mas que nada por la ubicación.

— Pero seguro llegas al Mundial, pensa que faltan 3 semanas para que arranque. Además si te cuidas bien seguro llegas. Pero te tenes que cuidar, no seas boludo — hablé rapido, porque estaba bastante nerviosa.

Tardó varios segundos en responder. Sentía su respiración por la llamada y estaba bastante acelerado.

— Mati, estás? — le pregunté

— Perdón, hice todo mal — su voz se quebró — Y encima vos me tratas bien, soy un pelotudo.

Mi mente pensaba una respuesta, pero realmente me agarró desprevenida. No sabía que decirle.

— Sabés que podes contarme estas cosas siempre — me intenté relajar para decirle — Pero necesito que confíes. La terminamos pasando mal los dos si no hablamos las cosas

— Si, tenes razón — suspiró fuerte, haciendo que lo escuche a traves de la llamada — Perdóname, en serio.

— Déjame de pedir perdón, ya esta — intervine para dejarlo tranquilo — Y lo de que te tiro el gemelo, te tenes que cuidar Mati, no vayas a entrenar si te duele.

— No me quiero perder el Mundial, capaz que es el único que juegue. Nunca se sabe y menos si es en sub 20, capaz que nunca llego a jugar ni en la selección mayor y termino jugando en la segunda división de Indonesia — habló rapido y dijo 200 boludeces en 2 segundos.

— Mati, no seas boludo. Mira si no vas a llegar a la selección mayor, si hasta ya entrenaste con ellos con 18 años!! Estas jugando en la Juventus, no en un club de tu barrio. Confía en vos — intenté consolarlo.

— Gracias, en serio. Perdón por joderte a esta hora, no se ni que hora es allá en Argentina, pero tenía que hablar con alguien — me dijo, un poco más tranquilo

— No me agradezcas nada, sabes que yo estoy si queres hablar — insistí — Cuando venis para aca?

— Se supone que el martes, me queda una semana todavía — se calló por unos segundos, como pensando — Te extraño.

Sonreí por instinto.

— Yo también te extraño, te quiero ver — admiti

— Todo era mejor en Argentina — habló para el mismo.

Seguimos hablando hasta que me cortó porque estaba cansado. Ya eran como las 4 de la mañana y me tenía que levantar a las 7. Pero no importaba.



midnight rain - matias souléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora