midnight rain - matias soulé

18

— Te quiero muchísimo, pero no puedo más — exclamé con tristeza.

Se agarró la cara y agachó la cabeza. Me sentía mal por hacer algo que nos venia bien a los dos.

— Pero yo te juro que no te cagué, te lo prometo — se besó el pulgar con lagrimas en los ojos.

Me mataba verlo así a él. Más teniendo en cuenta lo que me decía, nunca habíamos hablado de exclusividad pero al ver que los dos lo teniamos asumido, hizo que duela más.

— No estoy para estar en una relación y nada de esto es por vos — le acaricié el cachete, mientras su miraba estaba pérdida en otro lado — Necesito un tiempo para mí y tengo que cambiar algunas cosas conmigo misma para poder estar con alguien bien.

— La puta madre — vi cómo se secaba las lágrimas — Podemos hablar bien de esto cuando termine el mundial y vuelva?

Asentí. Ya me estaba arrepintiendo pero era mejor cortar esto ahora antes de que termine peor.

— Te quiero mucho, rompela mañana — le acomodé el pelo, cómo tanto me gustaba a mí.

— Creo que no juego — me miró apenado.

— Que? — lo mire realmente sorprendida — Me estas jodiendo?

Le tengo bronca a Mascherano. No me pregunten porque, pero mi papá no hacía nada más que putearlo y me quedó eso.

— Juega Luka — hizo una mueca — Y si, después del golazo que metió, como no lo va a poner?

Tenía razón, pero Matías se merecía la titularidad.

— Bueno, donde sea que te toque entrar más vale que la rompas toda — lo señalé — No hay excusas.

— Vas a ir a verme? — preguntó con curiosidad — O ya te vas?.

— Tengo el pasaje para mañana — aclaré — Creo que si voy a ir a verte.

Asintió y se quedó mirándome fijamente. Me puse nerviosa, no lo puedo negar.

— ¿Estas segura de que querés cortar lo nuestro? — preguntó cautelosamente, como si mi respuesta fuera a cambiar.

— Necesito por lo menos unas semanas para mi misma, tengo cosas que solucionar con mis papás y creo que voy a arrancar la psicóloga — agregué — No se que va a ser de mi vida después.

Me llego una notificación al celular, había llegado el taxi.

— Me tengo que ir— comenté, parandome del banquito en el que estábamos sentados, Matías simplemente me miraba.

Me acerqué para saludarlo con un beso en el cachete, pero el me abrazó.

— Cuídate.

Sonreí al escucharlo y le di un beso en el cachete sonoro, haciéndolo reir.

Fui a la puerta y me subí al taxi que me llevó a mi hotel.

Narra Matías

Cuando se fue Vicky, me fui a mi habitación con los chicos. Estaba triste por todo, entre que no me pusieron de titular y esto, no podia no deprimirme.

Entendía que era algo más de ella que mío, pero sabía que en algún futuro íbamos a poder volver a estar juntos. Solo necesitaba un poco de tiempo.

Y con respecto a Candela la iba a matar. Primero en Italia cae en mi casa, LE DICE A MI MAMÁ QUE ESTÁBAMOS JUNTOS y mi mamá le abre y todo.

Ahora, se viene hasta San Juan solamente a cagarme la existencia, que además me intentó encarar reiteradas veces y yo lo unico que podía mirar era el grano que tenía en el labio.