5 están bien, pero, ¿15?

Capítulo 5

Milos Fernsby Ajax.

Observe como la preciosa mujer que antes se encontraba sentada frente a mí, se paraba para hablar con el tal "Rex" en un lugar más privado.

¿Era él más importante que nosotros, los Fernsby Ajax?

—¿Crees que sea su compatible? —le pregunté a Domani. Él solo negó.

—Ella no tiene compatibles. —lo mire curioso, pero de ese curioso raro.

—¿Tu como sabes eso? —pregunte, frunciendo el ceño.

—La investigue. —respondió directo.

Una de las peores características de Domani, es que es muy directo y no tiene miedo de decir las cosas.

—¿Por qué? —su mirada se perdió e ignoró mi pregunta.

¿Cuál sería la razón por la que el indiferente Domani se interesaría en alguien?

—¿Te flechaste? —frunció el ceño e inmediatamente volvió a verme.

—Claro que no. —respondió a mi burla. Yo solo me burlé más de él soltando una risa. —Me pareció sospechosa. —lo mire sin poder creerlo.

—¿Consideraste sospechoso a esa cosita? —pregunte con burla.

—Esa cosita casí me golpea por decirle un comentario que no le agrado. —dijo y yo suspire divertido.

—Estás jodido, Domani. Deja que Brais se entere y te va a dar una patada en el culo.

—No hay razón. —lo mire y rodee los ojos.

Por el rabillo del ojo, me percate como Samay entraba al restaurante con una gran sonrisa. Inmediatamente ambos nos callamos.

—Amm, bueno. Me tengo que ir. —dijo mientras tomaba las cosas que estaban en el respaldo de su silla. —Gracias por... esto. —respondió dudosa. Sacó su cartera de su bolsa y tomó un billete. —Fue un gusto conocerte, Milos. —me regalo una preciosa sonrisa. Sin nada detrás.

Que refrescante sonrisa.

—Adiós, Domani. —y dejo un billete de 50 dólares en la mesa.

Pero antes de que se fuera, sucedió algo que me sorprendió mucho. Domani la tomó ligeramente de su muñeca.

—Déjame invitarte. Por la ensalada de la otra vez. —ella negó.

—Déjalo así, Domani. Adiós, otra vez.

Lo que ella no se dio cuenta, es que Domani metió los 50 dólares en su bolsa.

—Te dije que no te arrepentirás de conocerla.

Samay Meyer

Corría por las calles del centro, buscando un taxi. Cuando lo encontré, me subí rápidamente a este.

—¿Me podría llevar al hotel Qarrinton? —me miró con sorpresa, para proceder a repasarme con la mirada. Juro que vi como los signos de dólares aparecian en sus ojos, junto con una sonrisa.

—Esta bien, señorita. Solo que no creo que me dejen pasar más allá de la reja, ya que acaban de llegar los Fernsby Ajax.

—Sí, sí, no importa. Gracias. —le regale una sonrisa emocionada.

Estoy a nada de volver a ver a mi primer amor. Si, mi primer amor.

Me enamoré de alguien antes de tener a mis compatibles. Pero fue inevitable.

Lo conocí cuando tenía alrededor de cinco años. Mi familia y su familia eran muy cercanos, por ende, nos veíamos muy seguido. Al inicio yo lo odiaba, porque lo único que hacía era quitarme la atención de mis hermanos, pero después de que lo conocí más, hasta me olvidé de mis hermanos y me le pegue como un chicle.

Éramos uña y mugre. Hacíamos todo juntos.

Hasta que decidió ir a Alemania, dijo que quería ser parte de la OM y estar cerca de la OL. Ridículo.

Miles de veces le dije que aquí en Atlanta estaba bien la OM, que no era tan ambicioso como para querer ser parte de la OL. Pero fue tan terco y decidió mudarse a Alemania. Lejos de mí.

Cuando él se fue, en el aeropuerto, me dijo unas palabras que siempre recordaré:

"Siempre estaré contigo, Am. Recuerda que te amo."

Procedió a darme un beso en la frente y después, me beso en la boca.

¡EL MUY IDIOTA ME BESO!

Sonreí ante el recuerdo.

—Señorita, ya hemos llegado. —dijo el taxi.

Suspiré pesadamente. ¿Estoy lista para volver a verlo?

Hola.
Perdón por no haber subido capítulo.

Veo que les gusto mucho el capítulo donde nuestra prota, socializa con dos de sus compatibles. ¿Les gustaría más capítulos como esos?

Hoy no tengo mucho que decir.

Gracias por leer. 🫶🏻