Capítulo 66

3.7K 328 71
                                    

Samay Meyer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Samay Meyer

¡¿Cómo se atreven?! ¡Les exigí espacio personal! ¡La escuela era mi espacio y tiempo!

Camine con rapidez hacia los baños, buscando un lugar seguro para desahogar toda la furia en mi sistema.

¡Era de las pocas cosas que les había pedido! ¡Mi espacio es preciado!

Estaba a punto de entrar al baño, cuando me interceptó Caliope. La recuerdan, ¿cierto? La que el primer día saliendo de la plática me informo que el director me buscaba y presiento que esta conversación va por la misma dirección.

—¡Samay! —exclamó con una sonrisa y se la devolví.

—¿Qué tal todo? —pregunte con una sonrisa forzada.

—¿A mi? Me va perfecto. —rio. —No digo lo mismo de tí. El consejo te llama. ¿Qué hiciste ahora, pequeña traviesa? —se burló y yo me encogí de hombros. —Bueno, me voy. Espero y disfrutes tu visita. —sonrió y se dió la vuelta.

Genial. El comité .

Me metí con calma al baño, que estaba completamente solo y me enjuague la cara con calma.

Ir al comité es algo serio, pero tengo un presentimiento de que se trata. O de quienes.

Me voy a desgreñar a esos idiotas.

Pensé, mientras me miraba en el espejo.

Salí con pasos grandes del lugar donde me encontraba y realice todo el recorrido que tenía que hacer para llegar a mi destino: los Frensby Ajax.

Me posé frente a la puerta, escuchando risas en el interior. Rodé los ojos, suspire y toque la puerta, donde inmediatamente recibí una aprobación para entrar. Abrí la puerta.

—¡Samay! ¡Nos alegra tanto verte! Se sintió como una total eternidad el no verte—inmediatamente que di un paso dentro de la habitación, el cuerpo de Rayan se fue sobre el mío: me tomó de la cintura, abrazándome y me dio un beso en la mejilla.

—Señor Frensby Ajax. —pronuncié confundida e incómoda. Sus ojos azules brillaron de felicidad.

—Déjala ya Rayan, también queremos saludarla. —pronunció tras de él Bastián. Tomó su hombro y lo alejó suavemente, sin embargo el rubio aun mantuvo una de sus manos en mi cintura. —Te extrañé, Samay. —pronunció, con sus ojos brillando. Al igual que su otro compañero me beso la mejilla, sin embargo cuando se separó hizo un sonido chillante, dando a notar el beso.

¿Qué mierda están haciendo?

—Samay, es bueno verte después de tanto tiempo. —pronunció Brais con una sonrisa de lado y se iba a acercar, también con las intenciones de saludarme, sin embargo di un par de paso para atrás, alejándome del agarre de Rayan y de ellos. Los mire seria.

5 están bien, pero, ¿15?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora