Solamente buscaba mi libertad. Quería ser libre. Pero gracias a ese estupida prueba que me obligaron a presentar, los encontre.
Volví a ser encarcelada.
Y ahora, con el triple de dolor.
Era como... una flor marchita.
.-.-.-
Espero y que la disfrut...
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Samay Meyer
Me acerqué lentamente a los Slora, fracción que me había tocado ahora guiar.
Henar se encargaría de los Frensby Ajax y Adina de los Bryne.
Creemos que sería más prudente tener a Henar con los idiotas porque era la que tenía la mejor personalidad de nosotras: ni tan impulsiva y enojona, ni tan tímida.
Ella sí se sabía controlar.
En cambio, Adina fue con los Bryne, porque de tan tímida, es algo difícil hacer una conversación con ella y si se incomoda, sabe poner de manera educada (todo lo contrario a mi) a la gente.
Yo iría con estas paredes. No conversaríamos mucho y no habría tantas provocaciones.
—Señores Slora. —llame. Los seis hombres voltearon a verme. Todos me examinaron fríamente y me miraron con desprecio. Calma, Sam. —Soy Samay Meyer. Seré su guía en lo que resta del recorrido. —sonreí amablemente.
—¿Dónde está Adina? —preguntó uno, con voz muy ronca.
—Ella no se siente bien y me pidió que la ayudara. —sonreí más grande.
—No queremos a nadie más, la queremos a ella. —dijo otro.
—Parecía bien hace unas horas. ¿De repente se enfermó?
—Comprendanos por favor. Adina, no está bien. —pensé en una excusa rápida para decirles. —Se golpeó la cabeza con el lavabo y tiene una hemorragia nazal. —¿Qué mierda de excusa barata es esa?
Todos se miraron confundidos.
—Iremos a verla. —no pregunto, ordenó.
¿Quién se cree para darme órdenes?
—Señor, ella ahora está inconsciente en la enfermería, estaba muy cansada y necesita descansar. —¿Qué tanta tontería estoy diciendo? Me voy a ir al infierno por mentirosa. —¿Qué les parece si terminamos el recorrido y después vamos a verla?
Ellos asintieron.
Mire mi itinerario, observando que la primera actividad era ir al salón de ingeniería electrónica.
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