Solamente buscaba mi libertad. Quería ser libre. Pero gracias a ese estupida prueba que me obligaron a presentar, los encontre.
Volví a ser encarcelada.
Y ahora, con el triple de dolor.
Era como... una flor marchita.
.-.-.-
Espero y que la disfrut...
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Samay Meyer
Me recargue mejor en mi silla.
—Es complicado. —suspire. —Pero como tal, mejores amigos, de toda la vida.
—¿No hermanos de corazón o algo así de especial? ¿Solo mejores amigos? —preguntó Rayan y dudó un poco.
—-Jamás consideraré a Rex como mi hermano. —respondí.
Ambos pasamos e hicimos demasiadas cosas que entre los hermanos no se debe hacer, por lo tanto, claramente nunca seremos hermanos.
—¿Por qué? ¿Por qué hiciste cosas que no haces con tus hermanos? —preguntó burlón Lucian, esperando tal vez una respuesta de no, sin embargo me quedé en silencio y mire mis manos sobre la mesa. Le di un vistazo rápido.
Su cara se endureció cuando lo entendió.
—¿¡Estuviste con el coronel Rex?! —dramatizó Domani.
—¿En serio les sorprende? —pregunte como si no acabara de aceptar mi ex amorío con Rex.
—Es distinto escucharlo de tu boca. —respondió Yael, con su rostro en una mueca. —No te acercaras a él nunca más. —levante las cejas analizando sus palabras.
—Concuerdo. —respondió Bastian, apoyando la idea. Suspire. Hay mucho que trabajar con estos hombres.
—Lo dejaré pasar por el momento, ya que no quiero hablar de Rex, sin embargo lo dejó claro ahora, tienen prohibidisimo —hice una mueca que magnificara mis palabras, arrugando el ceño. —pero prohibidisisisimo, prohibirme hablar con personas. Y lo mismo va para mi. Si consideran a alguien peligroso para mi, lo DIALOGAMO y veremos cómo podemos solucionarlo. —remarque.
No alcanzaron a responder ya que la comida (o más bien cena ya) llegó. A ellos les sirvieron un gran y grasoso pedazo de carne y a mi una ensalada césar con pollo.
—Los señores mencionaron que no consume carne, señorita. Y que además, le encanta la pasta, si tiene antojo de más, le traeremos otro plato. —sonreí agradecida y emocionada. El Qarrinton era conocido por tener a los mejores chefs del estado.
—Gracias, señor. —respondí feliz, él solo asintió correspondiendo a mi gesto y se retiró, no sin antes despedirse.
—No deberías sonreírle así a los demás. —mi sonrisa de emoción y felicidad tembló ante el comentario de Milos.
Si, definitivamente tenemos muchos detalles que afinar.
—Entonces, ¿a qué se dedican cada uno de ustedes? Solo sé que Eron trabaja para la OC, Khaled para la OG, Domani para la OJ y Milos la OCF. —pregunte, ellos dejaron de centrarse en sus platos y me miraron desde el momento que abrí mi boca. —-Pero realmente no se específicamente en qué área o qué es lo que hacen, todos. —dije.
