Capitulo 32

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Samay Meyer

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Samay Meyer

—¿Podemos sentarnos? —preguntó otro de estos idiotas. Ni siquiera respondimos cuando los tres ya se habían sentado. —Gracias. —sonrió.

Tenía a uno de ellos a mi lado, muy cerca de mi. Los otros dos, estaban al frente mío, haciendo que Darin se pegara mucho a Rex.

—No cabemos en la mesa, tal vez deberían de irse. —comente y los tres cínicos sonrieron.

—Shh, silencio, Samy. Hoy no eres tú la protagonista. —miraron a mis dos amigos, que tenían una gran mueca de desagrado.

Darín se le borro la sonrisa y el castaño que le gusta mucho joder, sonrío de medio lado.

—¿Que has hecho con tu vida, Darín? —pregunto, divertido.

—Me hice cargo del negocio familiar. —respondió cortante mi amigo.

—Espero y que no atiendas a nadie. Eres un peligro para la humanidad en el consultorio. —se rió el muy maldito.

—Lucian, me parece que eso es muy grosero. —le eche en cara.

¿Cómo es que les cambiaba tanto el carácter conmigo?

Ahora con Darin es una mierda de persona y conmigo es tan diferente.

—¿Le dijiste que eras mi alumno? —preguntó señalándome.

—¿Disculpe? No pierdo mi tiempo hablando de usted, señor Frensby Ajax. —el castaño sonrió más, conforme por como le acaba de decir. —Y recuerdelo, éramos compañeros de equipos, no era mi jefe. —aclaro.

—Todos nuestros profesores me pedían que te ayudará porque siempre ibas mal. —dijo Lucian y después me miró. —¿Puedes creer que casi mata a un paciente por su torpeza? Claro, tuve que salvarlo. —sonreí burlona.

—Gajes del oficio. —sonreí, defendiendo a mi amigo.

—Coronel Rex. —habló otra voz. —¿Qué tal va el proyecto que le encomendamos? —preguntó el pelirrojo, con su cara de culo, pero se veía levemente divertido.

—Excelente, ya casi lo terminamos. —respondió mi amigo con una sonrisa tensa.

—Creí que era capaz de hacerlo más rápido.

Rex se tenso.

Qué odiosos. Parece que quieren ponerlos en ridículo.

Tome todo el contenido de alcohol que quedaba en mi copa y mene la cabeza, intentando que el alcohol volviera a hacer efecto en mi cuerpo, para prepararme para lo que viene.

—Si quería rapidez, lo hubiera hecho usted. —defendí, enojada. —¿Cuál es su intención al venir aquí? —les pregunté duramente. Los cuatro me miraron y sus miradas cambiaron.

—Samay, solo queríamos saludar al coronel y al "doctor" —pronunció con burla, para mi sorpresa, Domani. Me puse sería y apreté la mandíbula.

—Además de mentirosos: patanes e idiotas. La fracción perfecta. —los mire feo.

Se meten con mis amigos, se meten conmigo.

—Solo intentabamos ser amables. —sonrió Lucian.

—Y yo solo intento que se vayan de nuestra mesa. —sonreí igual que Lucian.

—¿Por qué nos odias tanto? —Pregunto Yael. Me le quedé mirando fijamente. —Hemos hecho todo lo que nos haz pedido. —sonreí ladina.

—Dos personas en el mismo dia que me preguntan lo mismo. No se confunda, señor Frensby Ajax. El odio es sinónimo de sentimiento, por ende, que te importa algo. Ustedes no me importan y no los odio. Simplemente soy indiferente a ustedes y solo defiendo lo que realmente me importa. Que en este momento es Rex y Darín.

Sonreí burlona y ellos apretaron la mandíbula.

—Deberías respetarnos más, te ayudamos con tu situación en la universidad. —echo en cara Yael y yo ladee la cabeza.

Estos hombres claramente son como Rex los describe. Sin nada de humildad.

—No lo hubiera hecho si se iba a creer el rey de Roma. —trague saliva, pensando mis palabras. —No es que no esté agradecida, al contrario, gracias por ayudarnos. Pero así no funcionan los favores; estos con solo decir un "de nada" se cobran y si de plano estas muy necesitado, los cobras, no los echas en cara. —tome el vaso de lo que creo era whiskey de la mano de Lucian y me lo tome de una. Hice una mueca de asco. —Lo sabrían si tuvieran un poco de humildad. Por cierto, Lucian, tienes unos gustos asquerosos en el alcohol.

Mire a los seis hombres que me rodeaban, todos me miraban con los ojos brillantes, orgullosos de mí.

—¿Qué me ven? —pregunté a la defensiva.

Ninguno respondió y solo se me quedaron viendo fijamente.

—Iré a pedir la cuenta antes de que decidan secuestrarme. —dije.

Me pare, di un pasito, pero no duré mucho tiempo parada, porque mis rodillas fallaron.

Caí, pero me sostuve de lo último que pude y me golpeé la cabeza con eso que me sostuve.

Buenasss

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Buenasss.

¿Como estánn?

¿Les gusto el capítulo?

Gente, ya me fije. Sienten que la historia no avanza porque los capítulos son muy cortos, pero no se asusten, yo ya se hasta como se va a acabar la cosa JAJAJAJAJA.🤒

Parece ser que eligieron maratón para cuando lleguemos a los 100k, pero... el maratón ya estaba previsto. Me refiero, a que el maratón yo ya sabia que si que si, tenia que hacerlo. El chiste, es que quiero escribir un capítulo diferente. El maratón es 100% seguro, ya nomas falta por confirmar el capítulo especial. Déjenme ideas. 🥹

Hoy no hay mucho por decir.

Gracias por leer, votar y comentar.

Disfruten su lectura. 😘

🎃🤝🏻

5 están bien, pero, ¿15?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora