Solamente buscaba mi libertad. Quería ser libre. Pero gracias a ese estupida prueba que me obligaron a presentar, los encontre.
Volví a ser encarcelada.
Y ahora, con el triple de dolor.
Era como... una flor marchita.
.-.-.-
Espero y que la disfrut...
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Samay Meyer.
Me levanté sintiéndome como un maldito zombie. Odio los lunes.
Mire la ropa formal que mi madre había preparado para hoy: un pantalón largo blanco, camisa de seda azul, unos zapatos de punta azul cielo, y collares y aretes largos.
Recordé las palabras de Rayan: somos quince en la fracción.
¿Cómo serán los demás?
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Domani Frensby Ajax
Hace mucho que no me sentía nervioso.
Abroche los botones de mi traje "casual" y me mire en el espejo.
Mis ojos tenían un brillo particular que extrañamente, solo sale cuando pienso o estoy con Samay.
Y hoy estoy pensando mucho en Samay.
En un rato, ella nos conocerá como lo que realmente somos: los Frensby Ajax
¿Cómo irá a reaccionar? ¿Se sorprenderá o enojara?
Lo más probable es que haga un berrinche, como es.
Sonreí ante ese pensamiento.
—Estas jodido, Doamni. —pronunció divertido Brais, mirándome desde la puerta.
Rodee los ojos ante su comentario.
—Cierra la boca, Brais. —dije mientras seguía arreglándome como loco el traje. Todo tenía que ser perfecto. Mire a mi compañero de fracción a través del espejo. — ¿Sabes que me dijo Milos cuando conoció a Samay? —negó, interesado. —Dijo que me ibas a dar una patada en el culo, por enamorarme de una mujer que no era nuestra compatible. Quién diría que terminarías igual o peor que yo.
—No seas ridículo. No estoy flechado de Samay, hace menos de 24 horas ni la conocía. —dijo, bufando.
—¿No crees en el amor a primera vista?
Iba a responder, pero llegó Jano.
—Es hora de irnos. —mire a Brais, que estaba callado.
Salimos de la habitación y nos dirigimos hacia el vestíbulo, donde todos los de mi fracción estaban ahí, esperando el elevador.
