Siempre a tu lado {Abraham Mateo y ____} [MPE #2]

capítulo 1

NARRA _____

Xx- ¡____! ¡Ayuda! -- grita la voz desde la oscuridad.

Desesperada miro todo a mi alrededor, buscando a la persona que me está llamando, pero no hay nadie, nunca hay nadie. Estoy en un lugar muy oscuro y no puedo ver nada, ni siquiera sé en dónde estoy. Mi pánico crecer cada vez más y comienzo a correr sin saber hacia donde me estoy dirigiendo.

Xx- ____... -- me llama de nuevo esa voz femenina.

Es tan familiar y me parece que la conozco de algún lado, pero no logro recordar de dónde. Me detengo de repente y miro hacia delante, la luz que entra por ahí debe ser una salida.

Intento dar un paso para llegar allí, pero mi pie está pegado al suelo, intento con el otro, pero está igual.

__- Abraham.... -- lo llamo susurrando, pero nadie contesta.

Escucho unos pasos que vienen hacia mí, no sé quién puede ser, pero sólo espero que sea alguien que me pueda ayudar. Con todas mis fuerzas intenté de nuevo correr hacia la salida, pero sigo inmóvil en ese horrible lugar. Abro la boca para gritar y pedir ayuda, pero sólo logra salir un pequeño sollozo.

Xx- ¡____! ¡Ayúdame, por favor! -- me vuelve a gritar desde atrás, pero sigo sin recordar de quién es esa voz tan familia.

Cuando los pasos se vuelven aún más fuertes me giro hacia donde provienen, pero sólo logro ver una mano que se extiende hacia mí. Grito y asustada cierro los ojos con fuerza sintiendo como todo mi cuerpo tiembla.

Cuando la mano está a punto de llegar hasta mí, de tocarme, un sonido agudo y fuerte comienza a sonar... La alarma del despertador. Me despierto sudando y me quedo así, acostada e inmóvil, para poder respirar y tranquilizarme un poco más.

No sé porqué, pero tengo días soñando lo mismo. Cada noche es el mismo sueño que me aterra y me confunde más. No logro recordar de quién es la voz de la mujer que me llama en sueños y nunca logro ver el rostro de la persona que estira su mano hacia mí. Me siento en la orilla de la cama y suspiro.

Ya no quiero soñar eso, pero no puedo contárselo a nadie, ni siquiera se lo he dicho a Abraham, no quiero preocuparlo más, ya tiene mucho en qué pensar y yo sólo sería un problema más.

Me levanto, más tranquila, a las seis y media de la mañana para estar lista a tiempo y después de bañarme y arreglarme tomo mi mochila y bajo al comedor para desayunar algo rápido e irnos.

Llego y veo a Abraham muy serio con la mirada perdida, está sentado frente a la mesa pero ya no come nada. Me acerco preocupada a él para saber si está bien, pero él ni se entera de que estoy aquí.

__- buenos días -- digo en tono bajo, Abraham se gira sorprendido hacia mí y fuerza una pequeña sonrisa.

Abraham- buenos días princesa -- contesta.

__- Abraham... ¿te sientes bien? -- pregunto mientras me siento a su lado.

Abraham- si... no te preocupes. -- murmura distraído.

__- ¿estás seguro? No pareces estar muy bien.... -- lo miro preocupada y el asiente, estira su mano hacia mi y me acaricia la mejilla.

Abraham- si, tranquila. Es que no puedo dejar de pensar en.... en los exámenes. -- contesta sonriendo nervioso.

__- Abraham, sabes que puedes decirme cualquier cosa. -- me acerco más a él y lo miro a los ojos, buscando alguna pista.

Abraham- lo sé, gracias. Ahora come que se nos hará tarde. -- Acerca un plato con fruta a mí y me sonríe más tranquilo para que comience a comer. Lo tomo y decido no seguir preguntando, si tuviera algo que decirme, me lo diría.