Siempre a tu lado {Abraham Mateo y ____} [MPE #2]

Capítulo 9

NARRA ____

Carolina está parada justo frente a todos, inmóvil y arrepentida. No reacciona nadie, ni siquiera yo, miro a Tony preocupada y él sólo mira el suelo sin moverse. Veo cómo sus hombros comienzan a templar y comprendo que está a punto de llorar.

Abro la boca varias veces para decir algo, para cortar la tensión, pero siempre es inútil, ni siquiera yo sé que decir. Carolina nunca fue mala conmigo, cuando me conoció se comportó muy amable e incluso me agradaba.

Me duele que ahora todo se haya roto, sin quererlo de nuevo fui un obstáculo para alguien que quiero, una simple molestia. Pase lo que pase siempre causaré problemas, no importa que haga siempre termino convertida en algo malo para los demás.

Primero soy un obstáculo para que Abraham se vaya de viaje, ahora también hice que Tony y Carolina se pelearan. Ni yo misma sé por qué de pronto Carolina me odia.

Me siento tan mal, Tony se veía muy feliz con Carolina, según lo que escuché Tony no había salido con una chica desde hace mucho tiempo, desde que terminó con Sarah.

De pronto Tony se separa de ella enojado y la mira de frente. Antonio se levanta furioso de su lugar dando un fuerte golpe en la mesa al levantarse y camina rápidamente hasta ella, miro a Susana que está inmóvil viendo todo lo que pasa frente a ella en silencio y después baja la mirada.

Todo es por mí, tengo que hacer algo, por su expresión, Antonio podría golpearla. Pero... ¿Qué digo?

Bajo la mirada nerviosa y veo mis manos temblorosas, quizás Carolina tenga razón, vengo de la calle y aunque me hayan dado un hogar mi pasado no se puede cambiar, no tengo padres y a mi único amigo que es Tony, sólo le traigo peleas y problemas. Pero aún con todo lo que me han ayudado, sigo siendo una niña de la calle, una... mugrosa.

Carolina tiembla al mirar a Antonio caminar hacia ella. Miro a Abraham y noto una pequeña sonrisa en su rostro al ver a Carolina así. Antonio se detiene frente a ella agitado, justo al lado de Tony.

Antonio- ¿Cómo le dijiste? -- susurra muy enojado.

Ella sólo niega con la cabeza aterrada y paralizada. Abraham se acerca a ella, a sólo unos centímetros, y la fulmina con la mirada.

Carolina- lo lamento, no lo decía en serio, yo sólo..... -- susurra con voz temblorosa y entrecortada.

Abraham- sal de mi casa, ahora. -- la interrumpe susurrando.

Ella se gira hacia Tony, lo mira por unos segundos, pero él sólo baja la mirada triste.

De la nada Carolina sale corriendo del comedor y segundos después se escucha el fuerte sonido de la puerta de entrada cerrándose.

Intento controlar mis manos que siguen temblorosas y frías, pero no lo logro. Después de unos segundos Susana se levanta de su asiento y sin decir nada se acerca hacia Tony preocupada y lo abraza.
Tony sigue sin reaccionar, no le corresponde el abrazo, no mira a nadie, ni siquiera habla. Está perdido en sus pensamientos.

Susana- lo lamento mucho hijo, sabes que estaré siempre para ti -- susurra preocupada.

Los miro y una lágrima intenta salir, pero la quito antes de que los demás lo vean. Debo admitir que me encantaría tener una madre, alguien que me abrace cuando esté triste, que me dé consejos y me cuide y proteja como lo hace Susana con sus hijos. Ella siempre me apoya, pero sé muy bien que no es lo mismo.

Mi corazón late rápidamente y temo por un segundo que alguien más lo escuche además de mí. ¿Qué es lo que le hice a Carolina? No tiene sentido que se haya puesto así por alguien como yo, no soy alguien tan especial, no soy guapa ni talentosa, además de que yo quiero a Abraham, no a Tony.

No quiero que la felicidad de Tony desaparezca por mí, él estaba tan contento con ella.

Antonio- creo que ya no tengo hambre, me iré a trabajar. -- respira aún con fuerza, y se voltea hacia mí antes de irse, me mira como si quisiera decir algo, pero al final sólo sale de la casa en silencio.

Miro a Tony preocupada, parece destrozado, ya no tiene ni un rastro de la sonrisa que tenía en la mañana. Toda la energía que tenía desapareció en un segundo. Quiero ir con él, hablar con él y disculparme pero no puedo moverme, el miedo me impide caminar hacia él. ¿Y si me grita? Quizás no ayude en nada si yo hago algo.

Me giro y noto que Abraham me está mirando. Parece como si no se atreviera a acercarse a mí. Quiero hablar con él, pero no sé que decirle.

Susana se aleja de Tony y lo toma de los hombros.

Susana- ¿Estás bien Tony? -- pregunta con tono suave, maternal, mirándolo.

Tony levanta la mirada hacia ella y se queda pensando un momento, después me mira a mí y su expresión se endurece.

__- Tony yo.... -- antes de que pueda disculparme Tony corre hacia su habitación, escucho cómo da un fuerte portazo al entrar.

Susana- ahora está muy triste, intenta hablar con él después. De seguro eres la única que podría hablar con él ahora -- sonríe amable y sale del comedor. Aunque sé que lo hizo para ayudarme, no la escuché muy convencida.

Abraham y yo quedamos a solas en el comedor, él no deja de mirarme y eso me hace sentir aún más angustiada.

¿Qué hago ahora?

No es el momento de hablar con él, no me siento nada bien, pero tampoco puedo hablar con Tony. Antonio fue a trabajar, Susana está muy preocupada y yo no puedo ni moverme. Siento que en cualquier momento me voy a romper.

Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas, lucho por no llorar pero causa el efecto contrario, no puedo soportar la idea de que Tony, la persona más amable y divertida que conozco, esté llorando y destrozado por algo que quizás yo causé, puede ser por algo que yo hice o dije a Carolina, o simplemente por el abrazo que nos dimos esta mañana. Miro de frente a Abraham y él comienza a acercarse lentamente a mí.

Las lágrimas comienza a caer por mis mejillas y las piernas me comienzan a fallar. Abraham llega hasta donde estoy yo y veo que su boca se mueve, pero no logro escuchar lo que dice.

De pronto mis piernas me fallan, veo todo borroso y escucho un leve silbido.

Abraham- ____ -- logro escuchar en apenas un murmullo.

Levanto la mirada hacia él y cuando menos me doy cuenta ya estoy cayendo al suelo, al final veo sólo el rostro de Abraham preocupado gritándome algo que no escucho y después todo se vuelve negro.