Capítulo 44

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NARRA ABRAHAM


No sé cuánto tiempo pasé a solas en el parque, incluso pudieron ser horas y yo no lo habría notado. Simplemente cuando llegué y lo encontré completamente solo me dejé caer en el suelo y no me moví de ahí por casi toda la noche. Sentía que aquí a mi lado hacía falta alguien, faltaba ____.

Me levanté despacio del pasto y me sacudí bruscamente todo el pasto y las hojas que tenía pegadas en la ropa y el cabello. Caminé sin ánimo hacia donde recordaba que era la dirección hacia la salida del parque y justo cuando ya había cruzado la puerta de salida, una familiar voz me sorprendió.

Susana- Abraham. Por fin te encuentro -- dijo con dificultad, tomando aire tras haber corrido por quien sabe cuánto tiempo.

Abraham- mamá... ¿Cómo me encontraste? -- levantó la mirada hacia mis ojos y sonrió.

Susana- ¿De verdad crees que no te conozco Abraham? Siempre he sabido que en casa, cuando te sentías mal, corrías a ese hermoso parque para despejarte. Aquí fue un poco más difícil encontrar un lugar parecido, pero por suerte lo encontré.

Abraham- gracias por preocuparte mamá, pero no era necesario salir a buscarme, creo que por ahora quisiera estar solo -- sabía que estaba siendo un verdadero idiota con ella, pero no quería contestarle mal o gritarle de la nada. Ahora mismo, no sabía cómo podía reaccionar.

Susana- hijo, será mejor que me quede contigo. Te podrías sentir mejor si hablas de lo que pasó conmigo.

Abraham- Tal vez después, ahora no quiero hablar de eso.

Susana- pero te podría...

Abraham- mamá, por favor, déjame solo -- espeté, mi voz dura y fría la sorprendió y sólo logré aumentar la preocupación en su mirada triste. Me sentí muy mal al ver lo que yo había provocado, pero ya no había vuelta atrás. Suspiré y rápidamente bajé la mirada hacia el suelo. -- lo siento -- susurré.

Susana- está bien, lo entiendo. Te esperaré en el hotel. Si necesitas algo... me llamas. -- su voz era apenas un murmullo. Me mordí el labio arrepentido y apenado por lo que había hecho. Quise disculparme, pero cuando comenzó a caminar hacia la salida, solamente la vi irse.

De nuevo me quede completamente solo en ese oscuro parque, aunque ahora la rabia había aumentado demasiado. Comencé a caminar de nuevo y logré por fin salir del parque, mirando hacia el suelo mientras pensaba en mil cosas que inundaban mi cabeza.

Caminé sin rumbo por un largo tiempo mientras intentaba pensar en otra cosa que no fuera ____, aunque fuera inútil. Mi celular comenzó a sonar y consideré unos segundos no contestar, pero al ver que era Tony y recordar lo patán que había sido con mi madre decidí mejor no preocupar a nadie más.

Abraham- hola -- contesté seriamente en cuanto acerqué el celular a mi oído.

Tony- ¿En dónde estás?

Abraham- Tony, cálmate, estoy bien. Ya voy para allá.

Tony- Dime dónde estás, voy para allá, tomé prestada la camioneta de la disquera.

Abraham- ¿Qué? Tony, Jacobo dijo claramente que no podíamos usarla aún, a menos que fuera...

Tony- no se enterará -- suspiré rendido y miré hacia todos lados, buscando entre la calle sola y oscura una camioneta negra, pero por suerte no estaba cerca.

Abraham- Te lo agradezco en serio, pero como ya le he dicho a mi madre, necesito estar solo. Ahora mismo no me siento muy bien, pero ya estoy cerca del hotel. En unos minutos estaré ahí.

Tony- ¿Estás seguro? Si quieres podría llevarte a otro lado para que te distraigas antes de llegar al hotel. He oído que cerca de ahí hay un restaurante abierto las 24 horas y dicen que es muy...

Abraham- Tony -- interrumpí de pronto. Tony se calló al instante y esperó pacientemente a que continuara de hablar, lo cual era algo raro en él. Estaba cansado de hablar y lo mínimo que quería ahora era dar explicaciones de nada, quería estar solo, y esto no me estaba ayudando mucho -- no, gracias. Te veré en la suite -- sin esperar a que contestara, colgué, sabiendo que seguiría insistiendo si no lo hacía.

Guardé el celular en mi bolsillo y comencé a caminar, hundiendo mis manos en ambos lados de los bolsillos del pantalón y sintiendo cómo mi mente empezaba a divagar. Lo único que escuchaba de fondo en ese instante fueron mis pasos lentos y pausados, así que por suerte recordé que mis auriculares en el bolsillo trasero.

Me los coloqué, aunque fue inútil, no pude concentrarme en ninguna canción que escuchaba, ni siquiera le prestaba atención. Mi mente no dejaba de darle vueltas una y otra vez a cada detalle que había pasado esta noche y aún no lo lograba entender.

Desde que llegamos, ____ parecía tan feliz y alegre, incluso antes de que comenzara a cantar tenía cierto brillo en sus ojos, pero todo cambió cuando subí al escenario... si lo hubiera sabido, jamás lo hubiera aceptado. Nunca pensé que de un momento a otro todo cambiaría.

A tan sólo unos cuantos metros del edificio pude ver la camioneta de la disquera estacionada cerca del hotel. Mi madre y Tony ya habían llegado.

Caminé sin ganas hacia la entrada y antes de cruzar por la puerta escuché un fuerte silbido que me detuvo de pronto.

Una extraña figura me llamó la atención detrás de mí, me detuve justo antes de abrir la puerta y giré para buscar por todos lados a quien sea que me estuviera espiando. Sólo entonces, recordé que esto ya había pasado antes en la plaza.

Abraham- ¿Quién es? -- grité en dirección al hombre escondido en las sombras.

Una risa ronca salió de su boca al oírme gritar y justo ahí comprendí y reconocí perfectamente a aquel sujeto. Se acercó despreocupadamente hacia mí sonriendo.

Abraham- ¿Qué haces aquí? -- pregunté entre dientes.

Manuel- Sólo pasaba para saludarte, después de todo tú y yo pasamos tan buenos momentos juntos en el pasado -- caminó hasta colocarse a mi lado y se detuvo justo a centímetros de mi hombro, mirando hacia dirección contraria a la mía.

Abraham- Esos nunca fueron buenos momentos. ¿Por qué crees que me fui?

Manuel- Por cobarde, supuse -- me miró, su voz sonaba a burla, pero su mirada era fría y seria.

Abraham- No te acerques a mí jamás, ni a mi familia. Si te veo de nuevo cerca de alguno de nosotros...

Manuel- ¿Qué? ¿Qué pasará? ¿Le dirás a tu mamá?

Abraham- lárgate, ahora. -- susurré entre dientes. La mandíbula me dolía del esfuerzo que hacía por mantenerla tensa, pero no podía evitarlo aunque quisiera.

Manuel- Está bien, tranquilo -- dijo, levantando las manos a ambos lados de su cuerpo. Sonrío y por un segundo miró hacia el edificio.

Abraham- ¿Qué miras? -- gruñí ansioso por deshacerme de él. Quería evitar a toda costa que mi familia o ____ lo vieran.

Manuel- bonito lugar, parece que tu vida no es tan mala. Aunque ten cuidado... -- se giró y mientras caminaba en dirección contraria al hotel y a mí, lo escuché susurrar -- podrías perder pronto algo preciado para todos, algo que yo estoy buscando.

Quise exigir que me explicara lo que decía pero antes de que pudiera decir cualquier cosa, desapareció de mi vista.

Estaba realmente confundido por lo que había dicho, pero decidí simplemente ignorarlo y olvidar todo lo que acababa de pasar. Seguramente sólo lo decía por molestar y no significaba nada.

Además, aún necesitaba arreglar asuntos más importantes para mí ahora que él.



Siempre a tu lado {Abraham Mateo y ____} [MPE #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora