Siempre a tu lado {Abraham Mateo y ____} [MPE #2]

Capítulo 33

NARRA ABRAHAM

Ya no puedo seguir corriendo más, mis pies me están matando. Ya le he dado más de tres vueltas a toda la plaza e incluso los policías se han molestado conmigo por preguntarles lo mismo cada cinco minutos. No imaginé que la plaza sería así de grande, estoy muerto ahora mismo.

No puedo terminar de entender por qué _____ salió corriendo. Hice todo lo que pude para que no malinterpretara la situación pero no se lo expliqué desde el principio, pensé que quizás mi madre podría hacerlo mejor que yo.

Me detengo en seco y me inclino hacia delante colocando mis manos sobre mis rodillas para tomar aire. La plaza ya está vacía, cada tienda y puerta del lugar ya está cerrada y no puedo seguir buscando más. Miro la puerta de salida de vidrio que está a mi lado y apenas noto que está lloviendo. Es una gran tormenta, ____ no puede estar afuera.

Tengo que ir hacia el camerino en donde están los demás, espero que ella esté a salvo dentro de él. La tormenta está cada vez más fuerte y puede ser peligroso que esté sola. Me dirijo hacia el camerino rogando por que esté ahí cuando algo extraño me llama la atención.

Miro hacia una de las puertas transparentes de salida de la plaza. Está cerrada pero en uno de los lados de la puerta veo a un hombre mirándome. Solo se ve la mitad de su cuerpo, porque la otra parte la cubre la pared y no lo alcanzo a distinguirlo muy bien por la tormenta pero sólo está parado ahí mirándome en silencio.

Me giro hacia él cruzado de brazos esperando a que me diga algo pero no se mueve. ¿Será un paparazzi o un reportero? Está bajo la lluvia y ni siquiera tiene un paraguas o algo para cubrirse, sólo el pequeño borde del techo de la plaza.

Abraham- disculpe... ¿necesita algo? -- grito firme acercándome a él. Cuando doy un paso más, el hombre se da la vuelta y se va sin decir nada. -- eso fue extraño -- susurro volviendo a correr hacia el camerino.

Al llegar tomo aire y abro la puerta con la mano derecha, casi temblando. Cierro los ojos y vuelvo a suspirar para después entrar rápidamente al cuarto sin abrir aún los ojos. Antes de entrar escuchaba susurros de mi madre pero ahora que cerré la puerta tras de mí no oigo nada, todo está en completo silencio.

Abro los ojos nervioso y veo frente a mí a mi madre, a Tony y a ____ sentados en el sofá más grande del camerino.

Abraham- _____ -- susurro aliviado en cuanto la veo. Mi cuerpo se relaja al instante y el dolor de piernas y pies desaparece casi por completo.

Corro hacia ella y la abrazo fuerte sintiéndome realmente relajado ahora. En verdad creí que ya no la encontraríamos hoy. Me separo unos centímetros de ella para mirarla a los ojos sin soltarla y veo sus ojos rojos y sus mejillas húmedas. Justo lo que me temía. Mi sonrisa desaparece en menos de un segundo.

Abraham- ¿estabas llorando? -- murmuro con dificultad al verla. Ella no responde y ni siquiera me mira, parece dolida y triste. Me giro hacia Tony casi al instante, confundido y enojado -- ¿qué le dijiste?

Tony- esto no es por mí -- reclama inmediatamente enojado. -- yo no le he dicho nada. Esto -- apunta discretamente a ____ -- es tu culpa.

Abraham- ¿mi culpa? -- pregunto mirándola. Ella niega con la cabeza pero no contesta. Baja la mirada aún más evitando la mía y lentamente levanto su cabeza con mi mano para que me mire -- dímelo por favor ¿qué ocurrió? -- mi voz sonaba preocupada y triste pero sus ojos parecían distantes.

Quería escucharla a ella, que me dijera lo que sentía y lo que le había pasado, aunque yo estaba casi seguro de saber qué es lo que había ocurrido, o mejor dicho, qué es lo que lo había provocado.

Es mi culpa. Todo esto es mi culpa.

Susana- Abraham, ____, siéntense -- asentí y me senté a un lado de ____ y de Tony -- _____, dile lo que me preguntaste. -- la miré esperando a que hablara pero no dijo nada. Parecía incómoda y temía que en cualquier momento volvería a llorar. Hacía mucho que no la veía tan incómoda y nerviosa a mi lado y eso me preocupaba más.

__- yo... -- titubeó.

Abraham- está bien. Puedes decírmelo. No me molestaré. -- "o al menos no contigo" pensé. Ella se giró hacia mí, suspiró y entrecerró los ojos buscando las palabras para decírmelo.

Susana- creo que mejor los dejaremos a solas. Los esperaremos en la camioneta, pero no se preocupen, tomen el tiempo que necesiten. -- dijo amable levantándose del sofá.

Tony- pero yo quería... -- antes de que terminara de decir una de sus tonterías diarias mi madre lo fulminó con la mirada y él se calló de pronto. Agradecí a mi madre con una sonrisa.

Ambos salieron del camerino, no sin que antes Tony se girara hacia ____ por última vez y le sonriera para tranquilizarla. Cerraron la puerta tras de ellos y un silencio profundo apareció en la habitación hasta que ella lo rompió.

__- ¿por qué.... -- dudó en hablar -- por qué no me lo habías dicho? -- terminó casi en un susurro.

Abraham- ¿decirte qué? -- intenté sonar confundido, pero creo que sabía de qué estaba hablando.

__- ¿por qué no me dijiste que ella te... te gustaba?

Esta vez no pude decir nada. La miré verdaderamente confundido y mi mente comenzó a trabajar más rápido de lo normal. Repasé una y otra vez en mi cabeza el concierto intentando averiguar a quién se refería. Una amiga que se acercaba de más, una bailarina que bailaba muy cerca de mí o una fan que subió al escenario o.... o la chica a la que le canté hace unas horas.

Abraham- ¿que me gustaba? -- pregunté sorprendido y confundido. Miré de reojo hacia la puerta en cuanto Tony apareció en mi cabeza. Pensé que quizás él le había dicho alguna mentira o si lo había hecho para molestarme, pero no lo creía capaz de mentir de esa manera sólo por molestarme.

Por lo menos aún no.

___- te vi cantándole a esa chica. Entiendo por qué te gusta, es una chica muy guapa y parece muy divertida, pero no creí que me... me lo ocultarías, que me mentirías -- su voz se fue quebrando conforme iba hablando. No podía responder ni tampoco pensar en nada, nunca pensé que creería eso.

Imaginé que se enojaría por comportarme así con las fans, y lo comprendía completamente. Pensé que quizás sentiría celos o algo peor. Pero no creí que pensaría que realmente me gustaba ella.

Abraham- ____, creo que estás muy confundida. -- levantó su mirada hacia mí. Sus grandes ojos me miraban curiosos, tristes, esperando ansiosos a que siguiera hablando. Me sentí un completo idiota por hacerla sentir así y por no explicarle todo desde el principio para evitar justamente esto. -- a mi no me gusta nadie. Nadie que no seas tú. -- un leve sonrojo apareció en sus mejillas, pero su expresión triste y confusa no cambió.

__- yo te vi Abraham. La forma en la que le cantabas, la manera en que la abrazabas, la sonrisa que tenías, parecías... feliz. -- suspiró evitando las lágrimas que aparecían en sus ojos. -- si ella te gusta está bien, pero... -- se mordió el labio y bajó la mirada hacia sus pies.

Abraham- no te mentiré, en realidad estaba feliz -- un leve temblor pasó por su cuerpo -- me hace feliz cantar. Me gusta estar con mis fans y bailar para ellos. Pero... más me gustas tú. -- levantó de golpe su mirada hacia mí. -- ____ yo te amo. Pensé que lo sabías. Perdóname, se me olvidaba que no eras abrahamer. O por lo menos antes no. Esto es algo que yo siempre hago en mis conciertos, cantarle a una chica, pero no me gusta de la manera que tú crees.

En mi mente pensaba en mil maneras de explicarle todo esto. De decirle lo que en verdad siento, pero todas se quedaban cortas o inconclusas a comparación. Yo siempre he sido un imbécil. Jugaba con todos a mi alrededor, no me importaba nadie más que mi familia y pensaba que todos sólo estaban para mí. Para cumplir con mis tontas exigencias. Pero desde que la conocí todo cambió para mí. Yo cambié.

Abraham- quiero que vengas conmigo. -- susurré, esperando que esto funcionara. Esperando poder expresarme mejor hacia ella.

___- ¿a dónde? Susana y Tony nos están esperando en la camioneta para irnos.

Abraham- lo sé, sólo será un segundo. No tardaremos tanto, quiero mostrarte algo. -- tomé su mano y la llevé junto conmigo.