Capítulo 43

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NARRA ______

El corazón me dolía intensamente, sentía una extraña y fuerte presión sobre mi pecho, como si alguien me estuviera aplastando.

La cabeza me palpitaba y mis sentidos se desvanecían al igual que mi energía. Por alguna razón me sentía inmensamente agotada, cansada y sin nada de energía.

Tony fue el último en entrar, dejó la puerta abierta esperando a que Abraham entrara pero me preocupé cuando en ningún momento lo hizo. Susana se asomó hacia el pasillo buscándolo, también en las escaleras y en el elevador pero no aparecía en ningún lado.

Quise salir a buscarlo, sabía que se había ido por mi culpa, pero un fuerte agarre hacia mi brazo me detuvo de repente, antes de que pudiera dar un paso fuera de la suite.

Tony- por ahora creo que será mejor dejarlo solo. No sé qué pasó, pero por la expresión que tenía hace un rato, parecía que necesitaría pensarlo mejor -- dijo suavemente cuando me miré hacia atrás.

Tony soltó con cuidado su agarre de mi brazo y evidentemente forzó una sonrisa.

Tony- ¿hay algo que necesites decirme? -- preguntó tiernamente. Una punzada de culpa apareció en mí, haciéndome sentir aún más mal de nuevo y sin esperar más nada me lancé a él y rodeé su cintura con fuerza, sintiendo como ayuda sólo un poco a calmarme.

No es lo mismo, quiero a Tony, pero necesito a Abraham. No sé cómo haré para separarme de él, de todos.

Tony- ____... -- susurró confundido y preocupado.

Nunca era tan cariñosa con Tony, y aunque sí lo abrazaba en ocasiones, él sabía reconocer cuando lo hacía por necesidad. Me conocía bastante y sé que con sólo haberlo abrazado, él descubriría que algo no estaba bien, pero ya nada de eso importa si Abraham me odiaba.

Necesitaba que me odiara. Por una parte, me había alejado para que Abraham no quisiera seguir conmigo, que me olvidara y que no le doliera tanto como a mí el hecho de que lo deje, pero el pensar en Abraham con otra chica o evitándome, me destrozaba por dentro. Es algo que yo no podría soportar. Me sentía tan confundida y la rabia hacia Manuel sólo crecía.

Tony- _____... por favor, no llores.

Fue hasta que oí esas palabras, que supe que estaba llorando. Sus brazos me rodearon con extrema delicadeza los hombros y acariciaron lentamente mi espalda. Susana apareció detrás de nosotros y al vernos quiso sonreír, pero la preocupación que ambas sentíamos la detuvieron.

Me separé de Tony esperando a escuchar noticias acerca de la repentina desaparición de su hermano, pero Susana sólo negó con la cabeza, incapaz de hablar. Tony se acercó a ella y la estrujó fuertemente entre sus brazos, la respuesta por parte de Susana no se hizo esperar.

___- esto es mi culpa... -- sollocé. Ambos me miraron y las lágrimas me invadieron de pronto. El arrepentimiento, el dolor, la tristeza, el miedo, son sólo algunas emociones que me llenaban por dentro.

Susana- no es tu culpa, no es culpa de nadie. Aún no sabemos qué puede estar haciendo allá afuera, solo.

____- no imagino en dónde puede estar, pero esta vez sí es mi culpa. No quiso verme, así que se fue. -- Tony soltó a Susana y giró todo su cuerpo hacia mí. Cada musculo de sus hombros estaba tenso y su mandíbula y manos apretados.

Tony- ___, quizás esto suene muy agresivo, pero necesito que nos digas ahora ¿Qué fue lo que pasó en la fiesta? ¿Qué fue lo que le dijiste a mi hermano? -- un temblor repentino apareció y mi mirada perdida se enfocó en Tony. Nunca lo había oído hablar así de firme y aterrador, mucho menos a mí.

Me limpié una lágrima con el torso de la mano y los miré a ambos asustada. En serio esperaba tanto como ellos, que Abraham estuviera bien.

__- no le dije nada... -- comencé a hablar, mirando al suelo -- sólo que...

Tony- ¿Que qué? -- exigió.

Susana- ¡Tony, ya basta! -- reprendió de repente a su hijo, sobresaltándonos a ambos. -- ¿Qué clase de tontería estás insinuando?

Tony- no estoy insinuando nada. Mucho menos culpando a nadie si es lo que ustedes creen. Sólo quiero saber qué ocurrió en esa maldita fiesta para que mi hermano aparezca sano y salvo... -- al principio su voz era firme y grave, pero se fue apagando conforme avanzaba. Se calló de repente y levantó la mirada hacia mí. -- lo siento si lo malinterpretaste, pero justo ahora cualquier pista podría ser importante para estar un paso más cerca de mi hermano. Tú misma has experimentado lo peligroso que es que cualquiera de nosotros esté solo por estas calles. -- asentí comprendiendo a donde se dirigía todo esto.

Susana- Tony... -- lo llamó, a punto de romper en llanto al ver a su único hijo a su lado tan frágil y débil.

Tony-- lo lamento en verdad, necesito... necesito salir de aquí. Tengo que encontrarlo. -- gruñó justo antes de salir corriendo en dirección a la puerta y dar un fuerte portazo tras él.

Susana suspiró y cerró los ojos segundos antes de mirarme.

Susana- tiene razón. Compréndelo y espero que no te haya asustado. Ellos dos son muy unidos. Será mejor que descanses, te hará falta... yo iré a buscarlos. -- forzó una sonrisa y salió.

Cada célula de mi cuerpo decía a gritos que saliera tras de ellos. Mi mente rogaba desesperada que yo también fuera a ayudar, que encontrara a Abraham, le pidiera perdón por lo inútil que fui y lo besara de pronto, pero no podía hacer nada de eso.

No tenía ni rastro de energía en mi cuerpo. No podía mantenerme por más tiempo de pie y lo último que necesitaban ellos ahora es que además de buscar a Abraham, también buscaran a otra molesta chica desmayada por los cayes de la ciudad. Sin mencionar que Manuel ya lo había dejado muy claro anteriormente, en exactamente dos días tendría que alejarme de ellos para siempre, tendría que hacer que me olvidaran y que me sacaran de su vida, aunque yo no pudiera hacerlo con ellos.

La cabeza aún me daba vueltas y ahora me palpitaba como nunca antes lo había hecho, juraría que en cualquier momento mi cerebro explotaría.

Susana salió de su habitación con un abrigo en mano y justo antes de abrir la puerta me miró por sobre su hombro y dijo seriamente:

Susana- Dudo mucho que esta noche quieras dormir igual a las demás. Si quieres, duerme en mi cama, yo me pondré de acuerdo con Abraham para poder dormir en el sillón.

Un dolor punzante y cegador me atormentó al terminar de escuchar eso. Ya no podría dormir con Abraham, ya no sentiría sus cálidos abrazos antes de caer en sueños. Ya no me protegería más de las horribles pesadillas que me atormentaban cada noche...

Susana- Una cosa más antes de que vayas a dormir ____, quiero que tengas muy presente, que nadie en esta familia está molesto contigo, ni siquiera Abraham o Tony, nada de esto es tu culpa, todo se solucionará pronto -- notaba que sólo lo decía para que no me preocupara más, pero ambas sabíamos por su rostro y su tono de voz que algo de eso no era cierto. Yo estaba desgarradoramente segura de que nada era verdad. Ya nada será igual nunca más -- buenas noches ____. Descansa -- murmuró antes de salir por la puerta.

Al momento en el que la suite quedó en un completo y profundo silencio, me dejé caer al suelo, sintiendo un agudo dolor en mis rodillas al momento del impacto. No me importó ahogar más nada y me dejé fluir libremente, sintiendo la libertad de poder llorar sin que nadie me viera ahora. Sentía mis ojos hincharse y enrojecer por el fuerte llanto que lo provocaba, pero ya nada importaba.

Si antes no me odiaban, si por alguna razón antes les importaba a los demás, ahora mismo seguramente no me volverían a tratar tan amable y dulcemente como siempre lo habían hecho.

Todo estaba acabado. La vida perfecta que llevaba, mi vida nueva, mi nueva oportunidad, mi primera esperanza... estaba perdida, y esta vez sería para siempre.


Siempre a tu lado {Abraham Mateo y ____} [MPE #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora