Capítulo 49

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NARRA _____

Manuel- ¿Qué haces aquí? -- escuché decir desde la sala.

Mi cuerpo se paralizó al instante del miedo que sentí y noté que Adrián estaba igual o peor que yo. Ambos nos miramos alarmados al mismo tiempo y sin poder saber qué debía hacer, hice lo primero que me vino a la mente.

__- No vayas a salir, aun no. Te aseguro que volveré después, y por favor no le digas que me viste. -- susurré nerviosa. Adrián asintió, paralizado del miedo y me giré para comenzar a caminar hacia la salida.

Lentamente cerré la puerta al salir cuidando no hacer ni un ruido y entré a la puerta del baño en el que había entrado antes sin que nadie lo notara. Corrí hacia el lavamanos y salpiqué agua por toda mi cara. Mis manos temblaban como locas y mi corazón estaba acelerado. Temía que me fuera a dar un infarto pronto.

Xx- Lo siento señor, pero no entiendo su pregunta. Lo único que hice fue abrirle la puerta cuando escuché que venía llegando -- respiré profundamente, intentando calmar mi agitada respiración, pero fue inútil. Manuel sabía que yo estaba aquí, o que lo estaría pronto. No podía estar tranquila.

Manuel- Se suponía que tu turno acabaría a las 5:30 de la tarde. ¿Qué haces aún en mi mansión? -- de repente, su voz se tornó dura y ya imaginaba como su enojo sólo iría creciendo. Eso me daba aun más miedo.

Xx- Sí, lo sé señor. Le pido disculpas, lo que pasa es que todavía tenía muchas cosas que limpiar y no quise irme sin terminar todo lo que debía hacer. Mil disculpas si lo molesté. -- un profundo silencio se extendió cuando el hombre terminó de hablar. Moría de ganas de correr hacia la sala para saber qué estaba pasando fuera, pero sabía que no podía hacer eso aunque quisiera.

Manuel- Fuera de aquí. Que no vuelva a ocurrir. -- susurró, ahora más calmado. Suspiré asustada y me acerqué más a la puerta para salir y terminar con esto de una vez por todas. Aunque me estuviera desmayando del miedo, esto era inevitable.

Al salir y cerrar la puerta del baño tras de mí, escuché unos leves susurros que provenían de la sala, justo en donde estaban Manuel y ese otro hombre. Supuse que le estaría diciendo a Manuel que yo ya estaba en casa, así que el miedo me congeló.

Mis piernas no respondían y mi voz quedó atascada dentro de mi garganta de nuevo. Un frío me recorrió el cuerpo y la cabeza me comenzó a palpitar. Juré que no volvería a llorar, juré que sería fuerte por todos lo que quería y por todos los que dependían de mí, por esas otras dos personas, por Adrián, Tony, Susana y... y por Abraham. Pero me estaba resultando más difícil de lo que imaginé.

La puerta principal de la mansión se cerró de golpe, el hombre ya se había marchado.

Unos pasos fuertes y pesados se fueron haciendo cada segundo más sonoros y cercanos. Manuel se acercaba.

Asustada, la cabeza me comenzó a dar vueltas. No había escapatoria, ya no podía correr a ninguna parte.

Miré por el largo pasillo, ansiosa de que Manuel apareciera y terminara con el enorme sufrimiento y suspenso que me inundaban. No tardó ni dos segundos en aparecer frente a mí y mostrar cada uno de sus dientes en una enorme sonrisa de satisfacción y victoria.

Manuel- Bienvenida _____, llevo dos días esperando tu llegada. -- dio un paso más a mí, esperando a que yo dijera algo, pero no lo hice -- Debo admitir que por un momento, pensé que no vendrías pero sabía que no serías capaz de semejante tontería.

___- Ya estoy aquí como tú querías... -- susurré intentando sonar más segura de lo que me sentía -- deja en paz a los demás.

Manuel rió, como si yo hubiera contado el mejor chiste que él haya escuchado en el día. Eso, en lugar de asustarme como creí, me molestó más.

Siempre a tu lado {Abraham Mateo y ____} [MPE #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora