Capitulo 32

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Tom

El dolor en mi cabeza era tan presente que me costaba seguir dormido, abrí mis ojos lentamente, los rayos de luz atacando directamente mis pupilas débiles haciendo que cerrara los ojos cerrara al instante.

-Mierda...- pase una mano por mi cabeza intentando aliviar el dolor.

-Tremenda noche eh...- dijo en un murmullo Bill el cual estaba a mi lado.

Al parecer seguíamos en casa de Tobias, abrir los ojos y empecé a observar el lugar, estábamos en la sala Bill y yo junto a unas cuantas personas mas que no conozco, mi mirada pasaba por el rostro de cada persona intentando encontrar entre ellos a Eleana, mi vista cansada y el dolor de cabeza no ayudaban para nada pero estoy 100% seguro de que no esta aquí.

-¿Y Eleana?- me levante lentamente del sofa en el que estaba, el dolor de cuello se hizo presente y seguido de este el de espalda, mas chueco no se puede.

-Debe estar por ahí- Bill apenas podía levantar la cabeza.

-No esta, iré a buscarla- se suponía que la cuidaría toda la noche, la casa era inmensa y la cantidad de gente igual.

Comencé a caminar por la sala intentando no pisar los cuerpos que se encontraban en el piso, algunas chicas tan dormidas que parecían inconsistentes y eso asustaba pero en este momento mi prioridad era Eleana.

Di un vistazo rápido a la cocina esperando encontrarla ahí pero nada, la terraza, la piscina, los baños de la planta baja, nada, la preocupación comenzaba a llegar a mi y la desesperación igual.

-¡Eleana!- me importaba una mierda en este momento a quien despertara, debía encontrarla.

Subí las escaleras con el mayor cuidado posible, el maldito dolor de cabeza y cuerpo era una mierda en este momento.

En cuanto llegue al segundo piso me percate de las tantas habitaciones que tendría que revisar, esperaba no encontrarme con nada desagradable que ver, inicie escaneando unas cuantas, chicos dormidos como si su vida dependiera de ello, unas cuantas chicas con el maquillaje corrido e incluso unas cuantas al lado de su propio vomito, asqueroso.

-¡Eleana!- grité nuevamente sin recibir respuesta.

Estaba por entrar en una nueva habitación en cuanto sentí un pequeño apretón en mi brazo haciendo que me diera la vuelta.

-Tom...- susurro Eleana e inmediatamente la cubri con mis brazos en un cálido abrazo.

-¿Dónde estabas?- dije preocupado y enseguida su cara reflejo preocupación y nerviosismo, definitivamente había algo mas aquí.

-¿Los chicos?- evadió la pregunta, Eleana llevaba sus zapatos en mano y su vestido con uno de sus tirantes colgando de su hombro.

-Abajo...- obviamente tenía preguntas pero estaba seguro de que ambos nos sentíamos jodidamente mal en este momento, ya tendría tiempo para preguntar.

Entrelace mi mano junto a la de Eleana y juntos bajamos a la planta baja viendo a un Bill completamente crudo e infeliz.

-Necesito agua en este momento- estaba recargado en el sillón con los ojos fuertemente cerrando y estaba masajeando sus cien.

-Todos necesitamos...- la chica que le coqueteó a Eleana cuyo nombre no recuerdo hablo a nuestro lado un poco nerviosa por soltar esas palabras. Estoy un 92% seguro de que le coqueteo a mi chica, ahora no solo tengo que encargarme de hombres.

-Definitivamente- Eleana tomo asiento al lado de Bill y recargo su cabeza en el hombro del mismo, cerrando los ojos al igual que mi gemelo ¿no debo sentir celos verdad?

Junto a ti | Tom kaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora