Los "Qué Caen"

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Siempre he sido un tipo que disfruta de tener un "perfil bajo" , pero por primera vez en la vida, siento como todas las miradas se dirigen hacia mi, haciéndome querer explotar. Los profesores y alumnos que me cruzó en el pasillo hacia mi oficina parecen conocer a la perfección "mi historia", ese maldito pedazo de artículo qué está amenazando con causarme muchos más problemas de los que ya me ha causado

Los mensajes en mi celular no paran y no me siento de humor para contestarlos, así que optó por apagar el aparato del demonio qué parece tener vida propia. La cabeza empieza a taladrarme anunciandome una migraña fatal y por lo mismo me dedico simplemente a tomar lo más necesario de mi oficina y busco pronto un analgésico, me preocupa no poder manejar si es que la migraña me invade, así que salgo rápidamente pues tampoco aguanto un minuto más en esta Universidad.

Saliendo decido ir a un centro comercial cercano qué a esta hora suele estar vacío, allí lavo mi rostro y observó como las palmas de las manos empiezan a temblarme. Joder! Llevaba meses sin sentir este maldito malestar!

Decido entonces llamar a un taxi, necesito llegar a casa, pero entonces al encender el celular me encuentro con más de 20 llamadas perdidas de mi novia e inmediatamente siento una explosión de adrenalina
Joder!

Maldita sea, no he llamado a Paula!

¿Y si le ha pasado algo? ¿Y si por ese maldito artículo mi amor esta en problemas? ¡Joder!

¿Por que no pensé en ese antes?

Maldición! No puedo permitir que le suceda algo a mi novia!

La desesperación qué me invade de un momento a otro sumado a la adrenalina me hacen cambiar de opinión y luego de marcarle varias veces sin respuesta, decido que en vez de ir a mi casa, iré a la suya a riesgo de ponerme en evidencia con su familia, a estas alturas eso ya no importa y en cambio yo necesito verificar que mi Paula este bien

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Al abrir la puerta me encuentro a un Francisco  con el pulso agitado y el rostro pálido, qué apenas me ve me envuelve en un abrazo apretado, qué me reconforta pero que al mismo tiempo me preocupa pues siento sus manos temblorosas, por lo que de manera suave me separó y palpo su  rostro qué ademas de pálido esta húmedo por el sudor.

- Amor te sientes bien? - pregunto asustada dejando en segundo plano a mi hermana

- Estoy bien y tú, estás bien? - Responde aún agitado mirándome fijamente

Sin embargo mi hermana interrumpe hastiada de la situación

- Asumo que usted es Francisco - Dice con su voz intimidante y contrario a la mayoría de personas que suelen interactuar con mi hermana, Francisco con total seguridad toma mi mano y responde

- Si, el novio de Paula. - Pocas veces he visto alguien que le hable a mi hermana de esa forma, generalmente a pesar de su estatura mi hermana impone con solo una mirada y me llena de confianza saber que incluso con todo lo que está pasando Francisco está muy firme en nuestra relación

Mi hermana con su postura perfecta hace una nueva de inconformidad y lo escanea con sus grandes ojos claros

- Es consiente que aquí el que seguramente salga más perjudicado es usted

- Si lo sé.

- Mi familia hará todo lo posible para que Paula no se vea perjudicada,  incluso si, debemos pasar por encima de usted. -

Las palabras frías de mi hermana hacen que la sangre me suba a la cabeza

- Clara! Cómo puedes decir algo así? -
Quiero gritarle mil cosas a mi hermana no obstante Francisco acaricia mi espalda y me detiene

- No tendrán nunca que pasar por encima mío, porque no permitiré que nada malo suceda con  Paula, incluso si eso significa renunciar a lo que sea para mí

Con sus palabras siento una sensación agridulce por un lado, no entiendo la magnitud del hombre tan maravilloso que tengo a mi lado y por otro quiero ser yo, quien lo proteja y no permitir que él tenga que sacrificar nada en su vida.

Mi hermana por otro lado solo suspira y empieza a hacerle mil preguntas. Pasamos algunos minutos en una tensión palpable que se tranquiliza por momentos, mi hermana y mi novio tienen carácteres fuertes, sin embargo Francisco trata de ser conciliador, eso sí, dejando claro que nuestra relación y nuestros sentimientos son sinceros.

Al rato llega mi cuñado quien con su carácter divertido destenciona un poco la situación y en secreto me dice, que está orgulloso de saber que estoy luchando por mis sentimientos y que Francisco parece un "buen tipo"

Al final llegamos a la conclusión que debemos resignarnos a "caer" y levantarnos de la mano del otro.

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La sensación de ansiedad, no me deja dormir. Por un lado quiero que todo lo que tenga que pasar pase pronto, para no tener que seguir pensando en los múltiples escenarios que se pueden presentar y por otro lado tengo tanto miedo de que pase el tiempo y no poder estar así: mirando dormir a la mujer que amo...

Siento que me ahogo, pero que si trato de salir de este vaso de agua entonces me voy a quemar en las llamas del infierno.

Aprovecho el insomnio para tratar de grabar en mi memoria cada peca pintada en su piel tan blanca, cada hebra de cabello rebelde, cada suspiro, su aroma, su forma desordenada de dormir.

Me convenzo de que solo por poder disfrutar de este momento, cada cosa que vaya a pasar valdrá la pena.

Cada caricia y cada beso, están tatuados en mi piel, cada roce, cada sensación me dan la plenitud de saber que viví y disfrute está vida.

La noche pasa despacio y guardaré el sonido del viento y sus besos húmedos que empiezan a aparecer regados por mi piel cuando creía que estaba dormida. Pasamos una noche silenciosa, solo nuestros besos húmedos se escuchan, un par de gemidos y el ruido de las sábanas.



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Al despertar, siento que me caigo de la cama, anoche estuvo llena de emociones y está mañana ha llegado el momento de enfrentar nuevamente la realidad.

A mi lado no está Francisco y no sentirlo me llena de inseguridad, aunque me ha demostrado múltiples veces que nuestra relación es firme, no puedo quitarme la sensación de esa primera noche donde todo se vino abajo y hoy la sensación es similar, el lado de su cama está frío y solo se escucha el sonido de la cafetera.

Me levanto intentando contener el miedo , pero me tiemblan las manos solo de pensar en lo que pasará en los siguientes minutos

Salgo está vez con al seguridad de que al menos estoy en mi casa

- Hola- Digo tímidamente cerrando los ojos y me preocupo al no escuchar respuesta.

Sin embargo me sorprende sentirlo cerca y al abrir los ojos, me sonríe de forma perezosa y me roba un beso tímido que se proponga con la necesidad de no separanos.

- Hola-

Y así transcurre nuestra desayuno, con la sensación de que hemos "caído", pero que estamos listos para entre juntos levantarnos y sanarnos las heridas

Mi detestable ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora