¡Maldición y mil veces maldición! ¡Carajo!
¡No entiendo que está mal conmigo!, soy un tipo responsable, apegado a las costumbres y a la ética profesional. Soy ordenado, meticuloso, disciplinado y según mi CI un tipo con muy buenas capacidades cognitivas. Entonces... ¡¿Por que demonios no puedo dejar de pensar en esa mujer?! ¿Por que mi cerebro no es capaz de entender que es mi alumna?
¡Joder!
¡Esa mujer me está volviendo loco!.
La primera vez que la vi, sentí la necesidad de probar sus labios y saborear ese camino de lunares que adorna la piel de su cuello y que invitan al pecado. De sujetarla por esa diminuta cintura y perderme entre sus pechos.... de acariciar su cabello y ver mi reflejo en su mirada....
Y ¡ella ni siquiera se da cuenta! . ¡Con sus blusitas de mierda que dejan ver el nacimiento de su senos y esos jeans que me enloquecen! Estoy tan desequilibrado, que la semana pasada tuve el impulso de reclamarle por como vestía.
¿En que diablos pensaba? Ah... Sí...¡en sus malditas blusitas que no hacen si no distraerme en clase!
¡Joder!
No sé, como hacer, para evitar mirarla; siento unas ganas locas de levantarla de esa silla y reclamarle por ¡distraerme!
En vez de eso, he decidido hacerle mil y una preguntas, las más capciosas que se me ocurren a ver si un día decide dejar la clase...
Joder ...
No debería estar pensando en aburrir a una de mis alumnas para que abandone la clase... pero tampoco debería levantarme a las 3:00 a.m. excitado luego de un placentero sueño donde mi alumna es la protagonista.
Y es que cualquier cosa que «ella» haga por inocente que parezca, termina enloqueciendome!.
Sin ir más lejos la semana pasada estaba concentrada analizando una gráfica, mientras jugaba con un bolígrafo, algo le llamo la atención y dejo caer el bolígrafo en su escote! Cuando pasó, sentí un deseo casi animal y luego una irá terrible, ¡Como se le ocurre hacer algo así, mientras la estan mirando! Afortunadamente fui el único que se dio cuenta.
Sin embargo sucesos similares han ocurrido sin que ella se percate, pero que otros hombres y yo si lo hemos notado.
No es difícil darse cuenta que es extremadamente distraída, la he visto tropezar mientras va concentrada en el móvil y dejar caer sus cosas o incluso olvidarse de ellas. Como la bufanda azul que tengo en mi casa y que guarda su aroma...¡Joder!
¡Creo que soy un acosador!
No obstante, no soy el único que se ha dado cuenta de sus malditos encantos; ese amiguito suyo de apellido Hortua, no hace, si no, admirarle el trasero y abrazarla constantemente.
Es todo un misterio para mi entender por qué me molesta tanto que ese tipo ¡siquiera la mire!.Creo que me estoy volviendo un acosador... pero juro por lo más sagrado, que he intentado sacarmela de la cabeza, sin embargo.... parece una tarea, imposible...
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Mi detestable Profesor
RomanceFrancisco es doctor en Biología. Un hombre diferente, no es el típico Príncipe azul. Es un hombre de temperamento fuerte y gustos de nerd, guapo y exigente. Tiene su vida estrictamente planeada, le molestan los alumnos poco comprometidos y las niñit...