El de los «celos»

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Conversar con mi cuñado y mejor amigo, me quito un peso de encima, sin embargo sus palabras no me dejan en paz.

¿En serio, voy a perder la oportunidad de conocer realmente a Paula? ¿Voy a permitir que lo que «paso» sea todo lo que viví con ella?

Queda apenas un mes y poco mas para que deje de ser oficialmente su «profesor», he pensado que después del término del semestre, podría invitarla a salir y «hacer las cosas bien».

No obstante, la primera vez no funcionó así y en cambio los buitres que acompañan a Paula parecen no desaparecer y si multiplicarse.

Aún me acompañan  los celos que me entraron esa mañana que aquel tipo fue a dejarla a la Universidad.

Si, celos. Fernando tiene razón, tengo que reconocer mis sentimientos si no quiero volverme loco.

Esa mañana fue la peor en muchos días, el tipo que la dejo, se «atrevió» a dejarle un beso en la frente y a bromear con ella.

Debo admitir que cuando conocí a Paula, pensé, por su ropa de marca y el auto último modelo; que  era una «Niñita» consentida, egocéntrica y seguramente muy vacía, como la mayoría de personas que asisten a está Universidad; por eso a pesar de los celos, me causa curiosidad que «pueda» tener «algo» con el muchacho en cuestión; pues se veía una persona humilde y sencilla. La camioneta que  manejaba parecía casi una reliquia y su ropa la de un trabajador del campo.

No obstante, la confianza entre ellos, se sintió esa mañana «palpable». Es posible que el hombre en cuestión, sea sólo un amigo de mi «mujer», pero no tener el «derecho» de preguntarle a Paula «quien» era ese muchacho, me tiene desesperado.

-Joder!

En realidad,  me tienen desesperado, curioso y loco de los celos, muchas cosas más .

Como el otro auto ultimo modelo que ha estado recogiendola.

Y por supuesto Hortua, quien sigue encabezando la lista, pues no creo que el tipo se rinda en su plan de conquista.

Pero además quisiera abrazarla, besarla, simplemente sentirla cerca. Desde esa «mañana» que parece tan lejana como Plutón, la siento muy lejos. Por eso creo que esperar hasta que termine el semestre es muy arriesgado y el instinto me dice que esa mujer, a pesar de los riesgos que supone para mi, es la «única»

Los días pasan y no se como acercarme, mis alumnos son quienes terminan cargando con mi frustración, en especial Hortua que además me pone su «cabeza en bandeja de plata», por lo estúpido que es.

A diferencia de mi Paula, Hortua, es un completo imbécil y lo digo de forma objetiva; no entiendo como fue que llegó hasta «aqui» en la carrera, el tipo a duras penas si entiende lo mas básico y es terriblemente malo para analizar cualquier situación que se le presente.

El «tipo» será una vergüenza para el gremio, sí, es que se gradua.

Por mi parte, que ni sueñe que con las tonterías que contesta en los parciales, pasará la materia.

No puedo entender que le ve Paula, para pasar «tanto» tiempo con el.
Si a diferencia de mi mujer, el tipo es la imagen perfecta de la decadencia de la sociedad; engreído, egocéntrico, vánidoso, mujeriego y por si fuera poco; cree que todas las soluciones están en «Google». Además ¡Siempre! parece un pulpo y me he dado cuenta, que no es sólo con mi Paula, el tipo es demasiado empalagoso con «todas» sus amigas.

Nunca me considere un hombre celoso, he tenido varias relaciones y siempre me sentí seguro en cada una de ellas. Jamás, ha sido para mí, importante reafirmar una relación en publico, pero con «ella» me siento como un hombre de las cavernas, si no fuera por el contexto en que se ha desarrollado "nuestra relación" faltaría poco para que le bailará en circulos como los pavo reales.

Mi detestable ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora