Mi detestable Profesor

Los «Enloquecidos» Parte 1

- ¿Aló?

- ¿Que tengo que hacer? - Preguntó nerviosa sin saludar

- Hola, buen día me alegra escucharte mi querido amigo Sergio - Me responde divertido

Suspiro

- Hola, buenos días mi buen amigo Sergio, ¿Como debo presentarme para ir al voluntariado?

- Ok, eso está mucho mejor. Pues en realidad lo único que debes hacer es empacar y abrir tu correo, imprimir lo que hay allí y cuando llegues ellos ya te dirán que hacer.

-¿Otra vez con los correos? ¿En serio?

- Ya, ya ya ! No te alteres, lo que te voy a enviar sólo es un pasaje y las instrucciones para llegar a la Fundación. ¿Revisaste bien la página y las recomendaciones de viaje?

- Si revise todo y de verdad te agradezco mucho, no tengo idea como hiciste para hacerte pasar por mi y enviar todos los documentos que solicitaban y aunque es una locura, es el mejor regalo que alguien me ha hecho. Gracias.

Pero en cuanto a lo del pasaje...

- Shh!!! Adri, dijo que el próximo mes es tu cumpleaños, así que tomalo como un obsequio adelantado, ya que no nos vamos a ver. Y sobre lo otro... que te digo... no fue fácil, pero Adri y yo hacemos buen equipo, además tu eres muy despistada... así que no fue tan difícil.

- ¡Dios! Ustedes juntos están «locos»!, pero ya les devolveré el favor... En serio gracias, son los mejores... - Intento cambiar de tema antes de que mi voz suene entrecortada- Bueno y ¿Que harás tú en vacaciones?

- Iré a casa, le prometí a mi familia que estas últimas vacaciones las pasaría en la finca y saldría divertirme con mis primos.

- Y antes de eso ¿Ya invitaste a Adri a salir?

- Oye! ¡No presiones!... Lo he pensado mucho, pero no quiero arruinar la amistad que hemos construido y la verdad no creo que yo le guste a ella, así que mejor...

Suspira

- Vale, no te voy a presionar; pero si te sirve algo, yo creo que a ella le gustas mucho.

Sergio se aclara la garganta

- Bueno, cambiemos de tema más bien prestame atención para que no te pierdas y termines al otro lado del país...

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Las últimas 48 horas han sido un éxtasis de emociones, este viaje exprés me ha causado momentos de euforia, nervios, «locura» e incertidumbre.

Afortunadamente mis padres se lo tomaron bien, incluso me felicitaron por perseguir mis sueños, obviamente no les conté que mi principal motivación no se debía a la experiencia académica, si no a un «hombre». En tal caso, dudo mucho que mi papá hubiese estado tan a gusto con que su hija menor viajará al otro lado del país a un lugar en medio de la nada durante más de un mes.

He pensado mucho como quiero que sea el encuentro con mi ex profesor. No quiero que tengamos que fingir ante desconocidos ni tampoco que las cosas se tornen más incómodas de lo que de por sí, ya serán; entonces revisando viejos mensajes en mi celular; encuentro la respuesta a mi interrogante.

El único problema es que allí, no hay señal de teléfono y mucho menos conexión a Internet.

Este viaje sera la «locura» mas grande que haya cometido alguna vez

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¡Joder!

Creo seriamente que estoy empezando a «enloquecer», estoy prácticamente seguro que la mujer que acompañaba a Dina en la mañana era mi Paula, pero para mi mala suerte Diego, uno de los investigadores y gran amigo de la Universidad me interrumpió para contarme no sé que... de unos liquenes que encontró.

No he parado de buscarla, pero tampoco me atrevo a preguntar, puede que mi inconciente, sólo me este jugando una mala pasada y la chica que ví no fuese ella.

Pero, no se... tengo una sensación extraña y podría jurar que cuando entre al medio día al comedor su fragancia, una mezcla de café y miel estaba impregnada en el ambiente.

¡Joder!

Creí que mis días de acosador e idiota enamorado estaban empezando a llegar a su fin, pensé que al resignarme a no verla más entonces sería más fácil olvidarla.

Y estaba funcionando,

¡Joder!

¡Claro, que estaba funcionando! los últimos días mantuve mis pensamientos lo más lejos de ella y sólo me concentre en mi trabajo y en organizar el refugio; pero entonces tuve que ver «esa» trenza y ni siquiera estoy seguro que pertenezca a ella.

¡Joder!

¿Como se supone entonces que voy a reaccionar, cuando la vea nuevamente?

¿Que tipo de infierno me espera el siguiente semestre cuando me la cruce por los pasillos?

¡Maldita sea! Se supone que con este viaje iba a aprender a olvidarla, pero si con cualquier cosa que vea que me recuerde a ella, voy sentir este anhelo absurdo que me está matando; entonces mi vida sin ella, ya es un infierno.

- Francisco ¿Estas bien? - interrumpe mis pensamientos Dina una de las guardabosques con quien en «otras» épocas aprovechaba para "relajarme"

- Eh... si disculpa, sólo estoy algo distraído.

- ¿Muy estresado? - Pregunta picaramente mientras empieza a acariciar mi brazo - Sabes... Aún no he visto como está quedando tu refugio... tal vez está noche podría pasarme y darte un masaje... ya sabes para ayudarte a "relajar".

Joder! No entiendo como es que está mujer algún día pudo llegar a gustarme; es bonita, es verdad y hace unos meses la consideraba realmente sexy; pero ahora el simple roce de su piel en mi brazo, me asquea.

Pero el «asco» que siento es más por mi, que por ella. ¿Como es que meses antes, me importaban tan poco los sentimientos de las mujeres con las que pasaba «una que otra noche»?

Con un suspiro retiro suavemente su mano, su piel morena, tan diferente a la blanca y pecosa casi traslucida de la mujer que amo, me es completamente indiferente.

- Eh... Agradezco mucho tu intención Dina, pero... La verdad es que prefiero estar solo.

- ¿Como? - Pregunta confundida y ligeramente indignada.

Afortunadamente no tengo que contestar porque Diego nos interrumpe con su interminable charla, ahora sobre su ex esposa.

Después de la cena y de un día caótico me dirijo a mi habitación, para encontrarme sobre la cama, una hoja escrita con apenas unas pocas palabras.

« 3° 14 N 75° 10 O

2200 horas »

-¡Joder!

Reconozco esa hoja de colores, típica de una «niñita» de papi, pero sobretodo los trazos finos y elegantes que reposan sobre ella.

Las manos me tiemblan y el corazón se me acelera, esto no puede ser un acto de mi imaginación.

¡Joder!

No puedo creer que este aquí.

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La noche estrellada me trae buenos recuerdos que ayudan a apaciguar los nervios que me están comiendo viva. Hace un par de minutos que dieron las 2200 horas y el tiempo parece ir demasiado lento.

- ¿Sabias que gracias a ti, me estoy empezando a volver loco?

Escuchar su voz, hace que las mariposas en mi estomago enloquezcan.

Llego la hora de la verdad.