¡ Estoy enamorado de ti!
Las palabras de Francisco no dejan de darme vueltas en la cabeza y mi corazón que late desesperadamente no sabe que creer.
- Hey! -Exclama una voz detrás sobresaltantandome
Es Sergio, quien me mira con una mezcla entre pena y cautela, mientras me pasa un pañuelo desechable y se sienta a mi lado.
Por un momento reina el silencio y no sé, que pensar.
- Yo..., estaba durmiendo bajo aquel árbol - me señala mi compañero un arbusto que da contra el balcón de la Universidad y me percató que de haber estado donde me señala, seguramente me ha visto llorar durante los últimos minutos y probablemente ha podido escuchar algo de lo que hemos casi gritado mi profesor y yo.
¡Que imprudentes hemos sido!
La alarma debe notarse en mi cara, porque inmediatamente Sergio coloca su mano sobre mi brazo y con voz tranquila me dice:
- Fresca!, Yo soy una tumba, jamás diría nada... -
No sé, sí es el tono de su voz, o la acumulación de emociones pero sus palabras desencadenan en mi un ataque de llanto, que se siente liberador.
Sergio me abraza como si fuéramos amigos de toda la vida y me permito desahogarme.
-¿De verdad serás una tumba? - Preguntó entre hípidos y viéndome seguramente ridícula.
- Claro, que si. Además ¿Somos amigos, no? ¿Te olvidas todos lo que haz hecho por mi y mi fallida relación con Daniela?
- Tienes razón, somos amigos... Pero...
- Pero... ¡Nada!... Además, te confieso que yo, ya sabía - sonríe apenado
-¡¿Que?! - La posibilidad de que hayamos sido tan evidentes empieza a marearme
-Si... bueno... hace unos meses los vi besándose en el laboratorio, en realidad si no fuera por ello, nunca habría pensado en la posibilidad de que entre ustedes existiera algo.-
Recuerdo ese momento, fue la primera vez que Francisco me beso. No creí, que Sergio se hubiese percatado.
- ¿Por que no dijiste nada? - pregunto atónita
- Bueno, no era mi asunto - se encoge de hombros
-Y... ¿Por que ahora? ¿Si?- Sergio me mira fijamente. Me pregunto cómo se verá la ansiedad en mis ojos.
- Porque parece, que ahora necesitas un amigo -
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Los días se sienten cada vez más pesados, lo único que me anima es que pronto llegará el final del semestre.
Ya estoy a mitad del último año que me queda por vivir en la Universidad, espero que el.próximo semestre pase tan rápido que ni me entere.
Afortunadamente el ritmo en la carrera es cada vez más exigente, los parciales han estado bastante complicados, la tesis cada día me exige más y los seminarios cada vez son más difíciles; lo que no me deja tiempo para pensar.
He visto a Francisco un par de veces en clase, luce distante y más serio de lo normal, no ha vuelto a pedirme que le ayude en el laboratorio y las preguntas que me hace en clase distan de tener ese tono irónico que antes usaba conmigo. Ahora, me trata como a «cualquiera» de sus otros alumnos y a pesar de que eso lo hace más llevadero, mi estómago aún protesta cuando está cerca y mis rodillas siguen fallando cada vez que me mira.
Por otro lado mi relación con Andrés, es cada vez más insostenible, de verdad no entiendo como es que hemos empezado a discutir de nuestros planes a futuro, cuando apenas y llevamos un par de meses como pareja. No, obstante cada vez que intento dejar las cosas claras, Andrés cambia de tema y me deja hablando sola.
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Mi detestable Profesor
RomanceFrancisco es doctor en Biología. Un hombre diferente, no es el típico Príncipe azul. Es un hombre de temperamento fuerte y gustos de nerd, guapo y exigente. Tiene su vida estrictamente planeada, le molestan los alumnos poco comprometidos y las niñit...