38 - Extra 3 - Libertad

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Jorge se encontraba sentando en el césped del predio, con sus rodillas dobladas hacía el pecho, con la mirada perdida en algún punto de las gradas. El cielo estaba gris, el frío se colaba por la casaca amarilla y azul, tirititaba por la brisa, pero no quería entrar al edificio, no quería seguir atormentándose y seguir haciéndole daño porque ella no lo merecía, ella lo amaba y él también, pero él amaba a otra persona y esa persona era el mejor amigo de su novia.

Un cuerpo cayó a su lado, su aroma llegó a sus fosas nasales, la reconoció al instante. Leidy a su lado con una coleta alta, sus mejillas rojas por el frío y sus ojos más claros de lo normal. Sostenía en sus manos un abrigo que no dudó en colocar en la espalda de Jorge cubriéndolo del frío. Ella se acercó y dejó caer su cabeza en el hombro ajeno.

— ¿Qué sucede, Jorge? ¿Qué te atormenta tanto? — preguntó dulce sin mirarlo. Él suspiró llevando su mirada hacía el frente.

— ¿Porqué lo dices?.

— Te estás alejando lentamente, me duele admitir. Si el problema soy yo, sólo dímelo.

Y es que no podía causarle daño, ¿Cómo pensaría que ella es el problema? Si soporta su mal humor cuándo no tiene ganas de nada, ella sólo hace silencio y lo observa dándole su espacio. Y Jorge quiere llorar por eso.

— Tú nunca serás el problema — soltó Jorge.

— Entonces...¿Qué es?.

— Me gusta alguien más.

Leidy asintió con un nudo formándose en su garganta.

— Y de verdad no quería que sucediera, pero sólo pasó. Cuándo me dí cuenta era demasiado tarde y no lo puedo cambiar.

— B-bien — ella no se movió ni un centímetro.

— Me gusta Diego, Leidy — soltó y de alguna manera sintió liberarse.

— ¿Diego? — preguntó ella en un susurro.

— S-si — su voz se entrecortó —, lo siento.

Leidy se separó de él provocando que ambos se miraran, por sus mejillas caían lágrimas una tras otra. Era la escena más triste, pero de algún modo los envolvía una calidez. Él liberándose, ella entendiendo.

— ¿Lo amas? — preguntó curiosa.

— Lo hago, también te amo a tí.

— Pero es diferente.

— Es diferente, sí.

Leidy le sonrío con ternura, apoyó una de sus manos en la mejilla de Jorge y limpió sus lágrimas —: Gracias por ser sincero conmigo. Me duele, sí, pero más me dolería que seas infeliz a mi lado — Jorge hizo un pecho ante sus palabras.

— Te amo, Leidy.

— También te amo — ella lo abrazó y desde ese momento ambos tratarían de arreglar sus corazones.




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— ¿De verdad? — preguntó Diego incrédulo.

Diego estaba junto a Jorge sentados en las gradas, Jorge le acababa de confesar su amor y Diego de verdad no podía creerlo.

— Me gustas ¿de acuerdo? ,y simplemente no puedo seguir haciéndome el tonto.

— ¿Se lo dijiste a Leidy?.

Jorge asintió — Lo hice, ella no se lo tomó mal, pero de igual manera le dolió.

— Es entendible.

— Lo es.

— No sé que más decirte — habló Diego —. Leidy es mi mejor amiga, mi única amiga y no quiero estar mal con ella.

— Lo entiendo — susurró cabizbajo.

— Pero tampoco puedo negar que también me gustas — Jorge levantó el rostro para encontrarse con la sonrisa de Diego.

— ¿Enserio?.

— Si — afirmó —, y me gustaría hacer las cosas bien, pero primero quiero que le demos el tiempo a Leidy de sanar.

— Claro, obvio — asintió dándole la razón —. Los quiero demasiado para que las cosas se pongan incomodas por mi culpa.

— Lo sé y lo entiendo — sonrió Diego —. No te hagas problema ¿Sí?.

— Si — asintió Jorge.

— ¿Ahora puedes abrazarme? — preguntó Diego.

Jorge sólo abrió los brazos y Diego se acurrucó en él. Pero lo que ellos no sabían es que en la distancia Leidy los observaba con una sonrisa plasmada en su rostro. Velará siempre por la felicidad de sus amigos. Sus hermanos.







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Seguimos con el tercer extra.........







Nos vemos AlbertXioW.

Eres // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora