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Aviso: contenido explícito 🔥🔥🔥🔥🔥🔥






Habían pasado 2 semanas desde el regreso a clases, los días eran lo más parecido a un martirio, los profesores estaban más estrictos que nunca; dejaban trabajos largos y cansadores, exposiciones de un día para a otro, proyectos con 1 semana de lapso para la entrega y sin contar que tenían en cuenta las faltas y asistencias a sus clases.

Por fin había llegado el bendito viernes, desde el primer momento que la última clase del día finalizaba, la mayoría se dirigía a sus dormitorios apresurados y de inmediato abandonaban la universidad; iban a respirar el limpio aire del parque, pasear por el centro, alejarse un poco de aquella institución con amigos ó sus respectivas parejas.

Jorge y Diego tenían una cita; quién sabe donde, Leidy y Tomás iban a pasear por la ciudad, Emiliano y Elyzabeth debían ir a una explosión de arte y luego a una obra, Alejandra y Albert que se habían hecho muy cercanos al grupo; lograron tener una gran conexión desde el momento uno y por esa razón ambos iban a asistir a un partido de basquet en un club cercano a la universidad.

Joaquín se encontraba en la biblioteca de la universidad, al parecer era el único estudiante que aún seguía allí siendo esclavo de los libros, hacía que su bolígrafo chocara reiteradas veces con la mesa mientras que leía y mordía sus labios en señal de plena concentración. Su celular vibró sobre la mesa haciendo que dé una mirada rápida hacía esa dirección, frunció el ceño para luego tomarlo y sonreír cómo un tonto al leer quién era su emisor.

De: Emi.

Ven a la habitación a las 09:00 p.m., tengo una sorpresa para tí.

E:).

Le contestó con un simple "de acuerdo" para luego dejar el aparato a un lado y volver a su lectura, que se vió interrumpida en segundos por sus pensamientos constantes sobre todo lo sucedido en aquellas semanas. Las cosas con Emilio iban mejorando, tenían gestos cariñosos e inocentes el uno con el otro, compartían cama a la hora de dormir ; siendo esclavos de sus brazos en el momento de acurrucarse, cómo olvidar los mensajes que se enviaban cuándo todos sus amigos se encontraban alrededor en el comedor; los sonrojos de Joaquín y el paso de la lengua de Emilio sobre sus propios labios pasando desapercibido, por suerte. El beso en la frente por parte de Emilio antes de salir hacía los pasillos, los encuentros en el baño sólo cuándo necesitaban de un abrazo.Todo estaba siendo perfecto.

Ni siquiera él se dió cuenta cuándo los minutos pasaron y el reloj dió la hora en la cuál debía reunirse con Emilio, tomó los libros llevándolos hacía sus estantes, volvió a la mesa tomando su mochila y a pasos apresurados salir de la biblioteca, no sin antes saludar a la anciana bibliotecaria.

Con la cabeza gacha y las mejillas rojas pasó por el pasillo de los chicos, saludando con tan sólo un asentamiento a esos compañeros que pretendían detenerlo en su trayecto, era un campeón en esquivar personas.

Tomó las llaves que se encontraban en el bolsillo trasero de sus jeans, la colocó en la cerradura para luego tirar de la manija y abrir la puerta. Al entrar, se encontró con un Emilio parado en medio de la habitación con una sonrisa enorme plasmada en su rostro y sus brazos hacía atrás cómo si ocultara algo, Joaquín alzó sus cejas al observar con atención las piernas en constante movimiento del oji-café dando a entender sus nervios.

Joaquín tiró su mochila al suelo, cerró la puerta a sus espaldas sin quitar la mirada de Emilio, alzó una ceja acercándose un poco y preguntó:

- ¿Qué te sucede? - sonrió de costado.

Eres // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora