Capítulo 5.

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Mi alma por un momento abandonó mi cuerpo, me ganó.

—¿Te encuentras bien? Estás pálida Susan—dice Allison preocupada a mi constado.

—Está bien, solo está emocionada por mí—me mira burlesco.

Aprieto mis labios, lo fulmino con la mirada. Nunca había perdido contra nadie y menos contra él.

—Ni pienses que te voy a venir apoyar a uno de tus partidos—susurro entre dientes.

—No puedes cancelar el trato Susan, acordamos en algo y no vas a romper tu palabra, tú no eres así yo que recuerde eres mujer de palabra o ¿no?

Antes que pueda contestar se acerca Lukas bien contento.

¿Acaso aquí todos sonríen menos yo?

—Te luciste George—exclama golpeándole la espalda—. Sabía que ibas a entrar, ahora ya no solo somos compañeros de cuarto, sino que también de equipo—nos voltea a ver—. Oh lo siento, que bueno verte de nuevo Susan, si viniste apoyar a tu chico.

¿Qué acaba de decir?

—No es mi chico ya quisiera tener ese privilegio este cara de pez.

—¿Sabes cuantas chicas ahora quieres estar con está cara de pez? —George me mira alzando una ceja—. Pero yo si te respeto, no entiendo porque niegas lo nuestro.

¿Qué está diciendo está rata?

—Deja de decir tonterías ¿Qué te pasa? —lo miro mal.

—No importa cuanto te demores en aceptar lo nuestro, pero yo seguiré aquí a tu lado.

Lo miro confundida al ver que se asoma una pequeña sonrisa de burla en sus labios.

¿Qué trama este inservible?

—¡Oh no puede ser, si es su novia! —exclama una chica que iba pasando cerca de nosotros—. Y yo que pensé tener oportunidad con él.

—Entonces los rumores son ciertos—dice su amiga alejándose de nosotros.

No, no, no.

Volteo a ver a Allison por ayuda, pero ella está bien animada hablando con Lukas sin prestarnos atención, no puede ser.

—Lo hiciste a propósito—lo fulmino con la mirada.

George suelta una pequeña risa juguetona.

—Lo siento Susi, pero no quería que se acercaran a mí, vi la oportunidad y no iba a desaprovecharla.

Ahora si que lo mando a Júpiter.

—Sabes que los chismes vuelan, ahora todos van a pesar que yo ando contigo—niego con la cabeza desesperada—. No puede ser verdad.

—No exageres Susan, tranquila, debes de estar feliz de que ellos crean que andas conmigo.

—Te voy a matar—arrugo mi frente.

—No te arrugues te volverás vieja muy rápido y más con ese carácter que te cargas.

Él se lo busco.

Me acerco a él peligrosamente.

—¿Qué haces? ¿Por qué me miras como si quieres asesinarme? —dice asustado retrocediendo.

—Porque es justo lo que quiero hacer.

Él sale corriendo por la cancha y yo voy detrás de él con sed de venganza.

—¡No me mates Susan! —exclama sin dejar de correr—¡Soy muy joven para morir!

—¡Debiste pensarlo antes animal!

Luz En La Oscuridad [✓] Libro#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora