Laia
Todo el cuerpo me tiembla mientras camino hacia el altar. Nunca imaginé que mi boda seria de esta forma, que sería un convenio para sacar mi emprendimiento adelante. Fue imposible decirle que no a Benjamín cuando me hizo la propuesta.
-Necesito que nos casemos - dice Benjamín serio.
-¿Qué? - le pregunto confundida, no sé si esas palabras sonaron solo en mi cabeza o si realmente él las estaba diciendo.
-Necesito que nos casemos - vuelve a repetir y me doy cuenta de que si lo está diciendo - Issabel no aparece y mi madre está a nada de colapsar, así que quiere que me case contigo porque cree que llevamos más de un año saliendo.
-Pero apenas nos conocimos - hablo.
-Que tal esto - exhala con frustración - nos casamos y en un año nos divorciamos, y a cambio yo me encargaré de que tu emprendimiento esté en los mejores restaurantes de la ciudad, incluyendo el restaurante en el que te rechazaron.
-¿Cómo harás eso?
-No importa como lo haré, lo importante es que tu pequeño negocio estará en el mercado.
¿Cómo se supone que diga que no a eso?
Estas oportunidades no se presentan todos los días. Llevo más de un año con mi marca Blissful Bites de productos saludables y aún no he logrado conseguir más que las pocas ventas en línea que obtengo cada mes.
-Bien - digo nerviosa - pero tengo algunas condiciones.
Él me mira con una pequeña sonrisa, pero no creo que eso sea algo bueno.
-¿Y cuáles son tus condiciones, Laia?
-Primero, cuando termine el año de nuestro matrimonio no harás que mis productos salgan de los restaurantes - espero impaciente su respuesta.
-Si tus cosas saludables son buenas y a la gente le gusta, no hay nada que yo pueda hacer para impedir que tu negocio crezca. Yo hare que llegues a más personas y dependerá de ti si retienes a esas personas.
-Pero, aun así, podrías sacarme de los restaurantes - hablo seria - así que debes aceptar mis condiciones.
Benjamín asiente con una expresión intrigante en su rostro, como si estuviera analizando mis condiciones. Después de unos segundos de silencio, finalmente responde.
-Acepto tu primera condición, Laia. No interferiré en tu negocio una vez que finalice nuestro matrimonio. Si tus productos son exitosos, mereces seguir creciendo por mérito propio.
Siento un alivio inmenso al escuchar su respuesta. Aunque no sé si puedo confiar plenamente en él, es una oportunidad que no puedo dejar pasar. Pero aún tengo una segunda condición en mente.
-Y mi segunda condición es... -tomo aire antes de continuar-, quiero que me garantices que no revelarás nuestra situación a nadie. Es decir, mantendremos este matrimonio por conveniencia en total privacidad. No quiero que mi entorno o los medios se enteren de que estamos casados.
Benjamín frunce ligeramente el ceño, pero luego asiente lentamente.
-Está bien, Laia. Mantendré nuestra situación en absoluto secreto. Nadie sabrá que estamos casados, nadie fuera de los invitados, claro.
Agradezco su aceptación y le doy una mirada seria para asegurarme de que cumpla su palabra.
-Entonces, estamos de acuerdo -concluyo-. Nos casaremos por un año y después nos divorciaremos. Tú te encargarás de impulsar mi negocio, y también mantendrás nuestro matrimonio en secreto.
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ÁMAME (Lazos de Placer #2)
Romance¿Qué sucede cuando un hombre que nunca ha querido casarse se ve obligado a contraer matrimonio con una mujer que apenas conoce? Benjamín Astor se ve empujado a casarse con su cita de una semana para complacer a su madre, después de que su hermana m...