ÁMAME (Lazos de Placer #2)

Capítulo 2 - hay que guardar el secreto

Benjamín

La brisa me golpea la cara mientras camino al altar junto a mi madre. Las caras confundidas no dejan de mirarme y de preguntarse porque soy yo quien está caminando hacia el cura en vez de Aron. No sé en qué momento me dejé convencer por mi madre de hacer esto, lo único que sé, es que matare a Daniell en cuanto aparezca porque estoy seguro de que él tiene que ver con la desaparición de Aron para impedir que Issabel se casara con él. Y teniendo en cuenta que ahora ni Daniell ni Issabel aparecen por ningún lado estoy seguro de que él también tiene que ver en eso.

Llegamos al altar y mi madre me sonríe antes de soltarme el brazo e ir a su asiento en primera fila.

Estoy a punto de hacer lo que dije que nunca haría. "casarme".

Bendita sea mi suerte.

Si hace dos semanas no hubiese ido a el nuevo hotel de Daniell nada de esto estaría pasándome.

Recuerdo exactamente el momento en que inició esta mierda.

—Necesito saber si llevaras acompañante a la boda — habla Issabel al otro lado del teléfono — necesito poner el nombre de tu acompañante en la lista.

Se que nuestra madre es quien está detrás de ella para convencerme de que lleve una acompañante. No sé por qué le obsesiona tanto que no tenga una relación ni que le haya presentado a alguien. Pero sé que durante la boda estará muy intensa con eso, así que le daré el gusto de verme con alguien.

—Buscaré a quien llevar — le dije — ahora déjame en paz.

—No te molestes conmigo, no es mi culpa que mamá este presionando y tu no quieras conseguirte a alguien para casarte y formar una familia — volvió a hablar.

—Prefiero ser pobre o cortarme la polla antes que atarme a una persona y perder mi libertad.

—Dios — suspira resignada — has lo que quieras, solo no contrates a una dama de compañía.

—¿Tienes algo en contra de las damas de compañía? — le pregunte sonando serio.

—No, pero mamá se dará cuenta de lo que es y tendrás problemas.

—No creí que en el mundo seguían existiendo personas como ustedes que denigran a una persona por su trabajo, un trabajo que hacen muy bien y que además es costoso, las damas de compañía son profesionales en lo que hacen y ganan más que muchas personas — intento contener una sonrisa, pero escucho la risa de Issabel a través del teléfono y me es imposible contenerla.

—Quisiera estar ahí cuando le digas eso mamá a ver cómo te va — habla entre risas.

—Luego te diré a quién llevaré — digo para finalizar la llamada ya que estoy entrando al hotel.

—De acuerdo. Bye.

—Bye — finalizo la llamada y me encamino al bar en donde veré a Daniell.

Lleva un tiempo fuera y acaba de regresar al país, quedamos de vernos aquí porque abrió este hotel hace una semana y aún no había venido a conocerlo.

Antes de llegar al bar veo una cara que me resulta familiar, intento seguir mi camino antes de que ella pueda verme, pero no lo consigo, de inmediato se da cuenta de mi presencia y sus pasos se vuelven en mi dirección, sus ojos azules brillan y su cabello rubio se mueve con cada paso que da.

Si mal no recuerdo, ella es la chica del club que no dejaba de mirarme y tuve que ir hasta ella. Ya han pasado como tres meses de eso, no recuerdo muy bien, y tampoco recuerdo su nombre.

—¡Benjamín! — dijo en cuanto quedamos frente a frente. Su voz se siente nerviosa, y sus labios gruesos tiemblan levemente. 

Tengo un pequeño truco que me funciona bien cuando no recuerdo algún nombre.